Hermana del líder norcoreano se reune hoy con Moon Jae-in
DISTENSIÓN. Kim Yo-jong arribó ayer a Seúl para la inauguración de los Juegos de Invierno. Esta es la cita más importante desde 2007. CRISIS. El oficiliasmo fijó los comicios unilateralmente para el 22 de abril.
Kim Yo-jong, la hermana del líder norcoreano, Kim Jong-un, llegó ayer a Corea del Sur junto a una delegación enviada por Pyongyang para asistir a los llamados "Juegos de la Paz", una visita sin precedentes enmarcada en el proceso de deshielo entre ambos países.
Considerada una figura de peso en el hermético régimen y muy cercana al dictador, Kim Yo-jong se ha convertido en la primera integrante de la dinastía Kim en pisar territorio surcoreano, donde además de asistir a la ceremonia inaugural de PyeongChang 2018, está previsto que se reúna con el presidente del país, Moon Jae-in, cita que se realizará hoy.
La hermana del líder, quien suele aparecer en un discreto segundo plano en los actos donde acompaña a Kim Jong-un en Corea del Norte, se mostró sonriente y distendida durante su llegada al aeropuerto y en la recepción que les ofrecieron allí las autoridades surcoreanas.
Kim acaparó todos los focos, pese a que la comitiva estaba encabezada por el presidente honorífico del Norte, Kim Yong-nam, el funcionario de mayor rango en acudir jamás al Sur y quien incluso ofreció a la hermana del líder supremo el asiento central para la reunión con el ministro surcoreano de Unificación, invitación que ella declinó.
La delegación se desplazó después en un tren de alta velocidad hasta la ciudad de PyeongChang, a unos 180 kilómetros al oeste de Seúl, para asistir a la ceremonia inaugural de los Juegos y a la recepción ofrecida por Moon.
En la recepción, el presidente honorífico norcoreano coincidió con el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, aunque ambos evitaron saludarse, y con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, entre otros mandatarios internacionales también presentes.
La delegación regresará hoy a Seúl para participar en un almuerzo y una reunión con Moon en la oficina presidencial. Tiene previsto volver mañana a Corea del Norte.
El encuentro, según los medios locales, podría servir para que los representantes norcoreanos trasladen a Moon algún mensaje de Kim Jong-un o que incluso le inviten a asistir a una cumbre en Pyongyang.
El envío de una figura de confianza del líder supremo ha sido muy valorada por Seúl, que considera que esta comitiva "muestra la voluntad del Norte para mejorar las relaciones" en el escenario de distensión con motivo los Juegos, donde las dos Coreas desfilaron juntas durante la inauguración, a pesar de que el régimen ha insistido en el desarrollo de armas nucleares.
En cualquier caso, esta reunión a tan alto nivel en Seúl será histórica, puesto que las dos cumbres previas intercoreanas, en las que participaron los máximos dirigentes de ambos países, se celebraron en Pyongyang en 2000 y 2007.
Pence criticó el desfile militar de Kim
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, afirmó ayer que el desfile militar celebrado por Corea del Norte en la víspera de la inauguración de los Juegos de Invierno fue "una amenaza al mundo" y "una más de sus constantes provocaciones". Según el número dos de la Casa Blanca, el desfile supuso "otro de los esfuerzos del régimen por exhibir sus misiles balísticos y para lanzar amenazas a la región y al mundo". De todas formas, mantuvo su intención de dialogar con representantes norcoreanos.
Venezuela rechaza que EE.UU. quiera "juzgar" sus elecciones presidenciales
El Gobierno venezolano rechazó ayer que Estados Unidos pretenda "juzgar" los resultados de sus elecciones presidenciales a celebrarse el 22 de abril, en respuesta a un comunicado de Washington en el que denuncian la falta de "garantías" para los comicios.
El Ejecutivo de Nicolás Maduro repudió la declaración del Departamento de Estado de EE.UU. que, aseguró, "pretende juzgar los resultados de las elecciones presidenciales", según reza una nota oficial de la Cancillería venezolana difundido ayer.
Caracas denunció el "afán del régimen supremacista de Donald Trump" contra la llamada revolución bolivariana y acusó al Gobierno estadounidense de presionar a la oposición para que desconozcan "los logros alcanzados en la mesa de diálogo de República Dominicana", que luego de dos meses se suspendió sin acuerdos y con el llamado oficialista unilateral a elecciones.
"Todo ello, con el propósito de ampliar sus sanciones coercitivas unilaterales, que tanto daño han causado al pueblo venezolano", prosigue el comunicado de Caracas.
El Gobierno de Maduro tildó a la administración de Trump de "supremacista, xenófoba, racista y guerrerista" y la acusó de querer arrogarse una atribución "que ningún pueblo le ha otorgado para calificar y prejuzgar los resultados de un proceso electoral que no ha ocurrido".
El chavismo gobernante insistió en que el Gobierno de Trump lleva una campaña "en contra de las instituciones democráticas y del pueblo de Venezuela, al que continúa amenazando con la aplicación de más sanciones que afecten su estabilidad y calidad de vida".
EE.UU. denunció el jueves la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela de convocar "unilateralmente" las presidenciales "sin garantías" de que sean "justas, libres y validadas internacionalmente", y prometió seguir presionando a Caracas.
Ayer, a través de Twitter, Maduro aseguró que "no hay felicidad sin paz, por eso convocamos a todos los sectores sociales y políticos a suscribir el acuerdo de paz y convivencia política".
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Renuncio a entrar en el Gobierno y espero que con ello se ponga fin al debate interno en el Partido Socialdemócrata (SPD)".
martin schulz, líder del SPD alemán, previo a consulta interna sobre acuerdo de coalición.