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La furia y las caras de desazón eran la tónica en el estadio Elías Figueroa Brander, luego del encuentro entre Santiago Wanderers y Santiago Morning, válido por la quinta fecha del Campeonato Nacional de Primera B.
Y es que los mismos jugadores caturros habían anunciado en la previa del duelo ante los autobuseros, que el partido sería un punto de inflexión positivo en la "Operación Retorno" que busca un ascenso rápido de los caturros a la Primera División.
Sin embargo, poca actitud se pudo ver en una escuadra porteña que se vio con nula profundidad a pesar de jugar en casa, lo que no pasó inadvertido para las más de 6 mil personas que se dieron cita en el reducto de la Ciudad Puerto.
Si bien la escuadra dirigida por Nicolás Córdova no comenzó con mal pie, intentando por medio de un tiro de Gabriel Rojas a los 8', el cuadro santiaguino siempre tuvo las ocasiones más claras.
Muestra de ello fue una jugada en la que David Escalante dejó en solitario al volante Yerko Rojas en el área grande, acción que fue contenida por el portero Mauricio Viana, quien ya se perfilaba como la figura de los porteños.
A los 19' continuaría la mala suerte wanderina, ya que el capitán Ezequiel Luna sufrió un golpe que lo obligó a ser reemplazado por el paraguayo Rodrigo Riquelme.
Pero la pesadilla caturra se vería incrementada minutos después, tras un choque del delantero Enzo Gutiérrez con el defensor Ricardo Ade. El atacante quedó inconsciente sobre el césped y tuvo que ser trasladado en ambulancia a la Clínica Valparaíso, con un tec cerrado.
Volviendo a sufrir
El cuadro porteño se esforzó por crear algunas ocasiones, que no llegaron a inquietar el pórtico custodiado por Pedro Carrizo, que tampoco fue sinónimo de seguridad bajo los tres tubos.
A los 62', el portero del elenco capitalino contuvo a medias un testazo de Mauricio Gómez, generando el desconcierto en la zaga visitante, hasta que el balón fue desviado a un tiro de esquina.
Pero el elenco bohemio sintió el desgaste y la desesperación de los verdes en la segunda mitad, y procedió a cargar sus ataques por la banda izquierda, donde un Ramón Sáez intentaba contener sin éxito los avances de Escalante, que mostró dotes de habilitador.
Fue ese mismo sector por donde el delantero avanzó con ventaja a los 69', y tuvo el tiempo y el espacio necesario para levantar la vista y habilitar a Rojas, que esta vez no falló y mandó un cabezazo que dejó sin opción a Viana, decretando la ventaja para Santiago Morning.
Con el primer gol autobusero y la salida de Sáez por Sebastián Rivera en Wanderers, el flanco izquierdo caturro quedó aún más desprovisto de cobertura, y el visitante no dudó en aprovecharlo.
Fue así como a los 82' de partido, Escalante apareció nuevamente habilitado y con ventaja para entrar en el área wanderina, cambiando el centro por un pase rasante que llegó a los pies del recién ingresado Fabián Saavedra, que con un fuerte tiro batió por segunda vez a Viana y llenó las caras de tristeza en el recinto playanchino.
No obstante, con el segundo tanto del cuadro albinegro el público pasó rápidamente de la pena a la rabia.
Si bien, luego de la apertura de la cuenta la parcialidad de Valparaíso ya entonaba cánticos en contra de la dirigencia de la escuadra porteña, la situación se agudizó con el correr de los minutos.
La hinchada ubicada en la galería del estadio, comenzó a pedir de forma explícita la salida del técnico Nicolás Córdova del banco wanderino, cantos que se extendieron por espacio de diez minutos, junto con las pifias por el pobre desempeño del cuadro local.
De ahí en más, a Santiago Morning no le costó administrar una ventaja merecida. De hecho, la oncena bohemia se dio el lujo de realizar una última modificación a los 86', haciendo ingresar a Cristián Aravena en lugar de Óscar Ortega.
El cambio sirvió para cerrar las líneas del cuadro bohemio y con ello, seguir aumentando la peor racha de Santiago Wanderers jugando en calidad de local. Ya son once partidos en los cuales el recinto playanchino no sabe de abrazos, configurando una crisis deportiva, a todas luces.