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ENTREVISTA. Jaime Mulet, primer vicepresidente de la Cámara de Diputados:

"La relación con el Gobierno será mejor que la primera vez, ya que parte de la derecha se 'aggiornó'"

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Paola Passig

"Estos años fuera del Parlamento he tenido una vida feliz en lo familiar y laboral, pero echaba de menos la política", reconoce el diputado regionalista Jaime Mulet, quien el domingo fue elegido como el primer vicepresidente de la Cámara junto a la socialista Maya Fernández, que liderará la mesa, y el decé Mario Venegas en la segunda vicepresidencia. Todo esto en virtud del acuerdo que suscribieron 83 diputados de la Nueva Mayoría (NM), el Frente Amplio (FA) y el Partido Regionalista Verde.

Presidente del partido Frente Regional y Popular (FREP), Mulet renunció a la militancia DC en 2008, cuando era diputado, y también al PRI, en 2010.

- Estar en la mesa permite visibilizar y priorizar ciertas materias. ¿Dónde estará el acento el 2018?

- Se inicia un nuevo ciclo político, que inaugura este Congreso con el término del binominal y con la incorporación de nuevas corrientes políticas, como es el Frente Amplio, los regionalistas y también Evópoli en Chile Vamos. Eso implica un cambio y no un cambio cosmético, no es pasar de 120 a 155, sino que esa representación mayor que existe hoy se traduzca en una Cámara de Diputados que esté más cerca de la ciudadanía, una Cámara que represente mejor a la ciudadanía. Se necesita más transparencia, menos opacidad, más dinamismo y con más reproches éticos cuando las cosas no andan bien. Entonces, hay una buena oportunidad en este ciclo que se inicia de lograr mejorar el prestigio del Parlamento.

- ¿Pero hay una temática puntual que relevar aprovechando la coyuntura?

- Como vicepresidente me corresponde junto a Maya Fernández establecer algunas prioridades legislativas y dirigir los debates para el funcionamiento de la mesa, pero en términos personales, para nosotros, como regionalistas, es muy importante que se materialice efectivamente la elección de gobernadores regionales, que se materialice el traspaso de funciones en aquellas áreas que lo permite la ley y que ojalá haya otros avances significativos en materia de descentralización como, por ejemplo, una ley de rentas regionales. O sea, desde mi parte va a haber una preocupación directa respecto de los temas que tienen que ver con la descentralización. Ahí voy a poner especial énfasis.

- ¿Cómo evalúa la negociación que permitió este acuerdo administrativo a través del cual la nueva oposición se quedó con la testera de ambas cámaras?

- Esta es una negociación bien sui géneris. Es una negociación, como se dijo, de la administración de la Cámara y que era lo inteligente que teníamos que hacer los partidos que no somos parte de Chile Vamos. Y creo que aquí, más que las pasiones, operó la razón y con inteligencia en este trabajo que se hizo y donde me tocó trabajar con Alejandra Sepúlveda, logramos el mejor acuerdo para cada uno de nosotros. No había otra forma mejor que ésta. Ninguno de estos partidos son de Chile Vamos; algunos somos de oposición, pero no somos de la Nueva Mayoría y, por lo tanto, no perdimos el gobierno. Los regionalistas no perdimos el gobierno porque no éramos parte del gobierno, pero no somos de Chile Vamos. Y en eso lo más significativo es haber logrado entendimientos de administración en un abanico que va desde la DC hasta el PC, incluidos nosotros y el Frente Amplio. Creo que fue notable. No era fácil. Hubo generosidad de todos, pero especialmente del Frente Amplio, ya que facilitó mucho al no acceder a la mesa de la Cámara. Hizo una negociación muy inteligente.

- ¿Ve viable que este pacto administrativo pueda operar también como un acuerdo político al interior del Congreso para acelerar o retrasar la agenda legislativa del Presidente Piñera?

- No, no lo veo viable. Sólo como pacto administrativo. Como lo han dicho todos los partidos, cada uno va a analizar los proyectos. Hay algunos que se definen muy claramente como oposición, pero escuché a Gabriel Boric que también señalaba que no se iban a negar a todo y que iban a hacer propuestas. Y yo creo eso. O sea, van a haber oportunidades en que vamos a coincidir y en otras no porque claramente hay visiones distintas. Estamos desde el FA, el PC hasta la DC y los regionalistas nos movemos en un eje completamente distinto, más allá del eje izquierda-derecha. Nuestro eje es más o menos descentralización, somos regionalistas verdes y pueden haber aspectos interesantes en materia verde que pudiera incluir Piñera. Y el eje más o menos verde no coincide necesariamente con la izquierda. Hay personeros de derecha muy verdes, como Antonio Horvath, pero tampoco significa más o menos Estado. A veces el Estado es muy abusador. Entonces, los ejes y los paradigmas hoy son distintos. Por eso creo que van a haber coincidencias y también no.

- O sea, descarta un acuerdo político para la gobernanza legislativa de la nueva oposición...

- Lo descarto, pero no descarto que haya coincidencias donde los 83 diputados terminemos votando igual. De que haya un acuerdo va a depender proyecto a proyecto. Si hay una propuesta del Gobierno de Piñera que pretende terminar con la gratuidad, va a tener los 83 votos en contra, más los votos de otros partidos.

- Más allá del pacto administrativo que pudiera o no transformarse en político según lo proyectos, lo concreto es que el Gobierno no tiene mayoría en ninguna de las dos cámaras. ¿Cómo ve la relación que establecerá el Ejecutivo con un Congreso liderado por la oposición?

- Tengo la impresión de que va a ser mejor que la vez anterior. Creo que Piñera y la derecha aprendieron de los errores graves que cometieron. Y desde ese punto de vista, veo más diálogo y veo a un ministro de la Segpres inteligente y moderno. Creo que la derecha, al menos una parte de ella, se está adecuando a los nuevos tiempos, pero manteniendo su identidad de derecha, entendiendo que se hace política de otra manera, como lo comprendió en la izquierda el Frente Amplio, y como de alguna manera no lo comprendió bien la Nueva Mayoría y que le significó la derrota. Creo que la derecha se ha aggiornado manteniendo su identidad de derecha. Y ese aggiornamiento empieza a generar diálogos reales y constructivos y no parapetarse en posturas conservadoras, porque el diálogo es necesario para cualquier cosa. Mi impresión es que parte de la derecha aprendió eso.

- ¿Le parece una buena carta Gonzalo Blumel como enlace entre el Gobierno y el Congreso?

- Me parece una persona inteligente, moderna y dialogante, de derecha, pero una persona abierta. Hay personeros que tiene una apertura y que no se creen los dueños de la verdad como ocurrió con algunos ministros o el propio Piñera en su primer gobierno, lo que se resume en la frase de "hemos hecho en 20 días lo que no se ha hecho en 20 años". Eso es absolutismo, no sólo una expresión de derecha. Creo que eso ha cambiado, pero va a depender de ellos, en gran medida, cuál va a ser la relación. Podrían hacerlo muy bien si actúan inteligentemente.

- ¿Cómo se van a coordinar con Maya Fernández?

- Yo la conocí en este proceso de negociación y me ha parecido una persona muy inteligente, muy dialogante y creo que con ella y Mario Venegas, a quien sí conozco, vamos a poder realizar un buen trabajo. Estamos en función de la colaboración que ella nos pida.

"En el acuerdo administrativo hubo generosidad de todos, pero especialmente del Frente Amplio, ya que facilitó mucho al no acceder a la mesa de la Cámara. Hizo una negociación muy inteligente" "Descarto un acuerdo político, pero no descarto que haya coincidencias donde los 83 diputados terminemos votando igual. Va a depender proyecto a proyecto""

"Creo que parte de la derecha ha sabido adecuarse a los nuevos tiempos. Va a depender de ellos, en gran medida, cuál va a ser la relación con la oposición. Podrían hacerlo muy bien si actúan inteligentemente""