"No es la oportunidad de que un integrante de la delegación esté ofreciendo tierra por mar a Bolivia"
Como parte de la delegación parlamentaria que viajará la próxima semana acompañando al equipo de abogados y al canciller Roberto Ampuero hasta la Corte Internacional de La Haya -donde se realizarán los primeros alegatos en el contexto de la demanda boliviana-, el senador Ricardo Lagos Weber confía en los argumentos chilenos y criticó las declaraciones de su par Alejandro Guillier sobre el tema.
- La próxima semana parten los alegatos. Como parte de la delegación chilena, ¿qué espera de esta etapa?
- Hay que ser muy cuidadoso y fino con las cosas que se hacen y se dicen. Lo que viene ahora, en nuestro caso, es acompañar al Gobierno y dar una señal, no a los chilenos necesariamente, sino que a la comunidad internacional de que la transversalidad de la delegación de senadores es una muestra de que en Chile hay miradas bastante uniformes. No compartimos la tesis de que Chile está obligado a sentarse a conversar con Bolivia una salida soberana al mar. Desde ese punto de vista, espero que los argumentos chilenos sean explicitados con claridad. Ha habido un trabajo serio y además se trata de una defensa que hace el país a través de distintas administraciones políticas, con distintos Presidentes, porque se ha hecho un esfuerzo de continuidad en los equipos.
- ¿Qué opina de los dichos del senador Alejandro Guillier respecto a que había que cambiar mar por territorio?
- No me parece que sea bueno que si mandamos una delegación respaldando al Estado de Chile, se hagan este tipo de declaraciones. No es la oportunidad para que un integrante de esa delegación esté ofreciendo tierra por mar, no es el momento, nuestra postura es la defensa de la posición de Chile. No es una buena señal ir a decir que queremos cambiar mar por territorio.
- ¿Se equivocó Guillier?
- Creo que debemos sopesar más lo que decimos. Yo esperaría que todas las fuerzas políticas se pronuncien en este tema respecto a si respaldan o no la postura del Estado de Chile en su defensa y en los criterios que se han usado. Esto sería bueno frente al tremendo despliegue comunicacional que hará Bolivia.
- En la demanda que interpuso Perú se criticó que quizás se debió trabajar mejor el aspecto comunicacional y mostrar señales que avalen y refuercen la tesis chilena. ¿Ha mejora el aspecto comunicacional?
- Creo que siempre uno puede hacer mejor las cosas. Y no sé si ha mejorado, pero se ha hecho un buen trabajo de parte de Chile de socializar los argumentos del país. Yo mismo fui parte de una delegación que concurrió a Londres -otros concurrieron a Alemania y Londres- a hablar con el gobierno británico, a hablar con medios de comunicación, a hablar con parlamentarios británicos para explicar la posición de Chile respecto a qué es lo que está en juego y por qué creemos tener la razón. Ahora quiero ser bien franco, este no es un tema que le quite el sueño a la comunidad internacional. No somos el centro de la noticia por esto, pero en aquellos sectores o áreas en que es un tema, creo que Chile ha hecho un gran trabajo en socializar nuestra posición.
- En el caso de la demanda de Perú había un tema territorial. Millas para uno u otro lado. Con Bolivia la demanda apunta a obligar a conversar. ¿Se corre un riesgo con la demanda de Bolivia?
- La lectura que se hizo del fallo de las excepciones preliminares, donde el tribunal dijo que la Corte tenía competencia -nuestro alegato era que no lo tenía- se señaló que tenía competencia respecto a si existía o no la obligación de sentarse a conversar de buena fe, pero el fallo no se pronuncia respecto al resultado del mismo. O sea, no hay una obligación de resultado. Esto es, para ponerlo en términos básicos, que en el peor de los escenarios la Corte pudiera determinar que Chile tiene que sentarse a conversar con Bolivia de buena fe una salida soberana al mar, pero no está obligado a decirle que sí y de llegar a un acuerdo. Por eso es que hay, no sé si la palabra es tranquilidad, pero la mirada es que Chile en ningún caso estaría obligado a transferir soberanía.
- O sea, ¿no existe el riesgo de que Chile salga para atrás?
- No. Cómo le digo, si en el peor de los casos la Corte establece que debemos conversar, que no creo que ocurra, los resultados de esa conversación no están definidos y, por lo tanto, el país no está obligado a traspasar soberanía.
- ¿Le parece tranquilizador que el excanciller siga en el equipo?
- Sí, es importante, genera continuidad, genera una línea y permite afiatar los estados de ánimo. Yo siento que lo hemos hecho bien. El Presidente Evo Morales vino a Chile al traspaso del mando y se portó correctamente. No fue al almuerzo al que lo invitó el Presidente Piñera. Se retiró antes, pero después dijo que pedía disculpas como si los tuit se mandaran solos.
- Cambió el tono.
- Exacto, pero ¿por qué cambia de tono? Él no le estaba hablando a los chilenos, le estaba hablando a la comunidad internacional y por eso cambió el tono beligerante.
- ¿Eso es bueno para Chile?
- Sí, creo que estamos haciendo bien las cosas.
- Tras esta serie de demandas hay quienes piensan que lo mejor para Chile sería salirse del pacto de Bogotá. ¿Comparte esa tesis?
- Yo sería partidario de poner paños fríos en esta materia. El hecho de decir "me retiro del pacto de Bogotá" es decir "mire, ¿sabe?, no me gusta lo que está ocurriendo porque salgo para atrás". Y si decidimos salirnos del pacto de Bogotá quiero recordar que el proceso de retiro dura un año y en ese año te pueden llenar de demandas que siguen siendo vinculantes. Entonces, yo sería más cauto en esa materia.
- Más allá de si el exministro de Justicia, Jaime Campos, se negó o no a firmar el decreto, lo cierto es que la ex Presidenta Bachelet no logró cerrar Punta Peuco. ¿Quedó en deuda?
- Yo lamento que se produzca esta polémica porque genera un ruido contra la administración saliente, que era mi gobierno, y segundo, esto se produce en los últimos cinco días de la administración. Y si mal no recuerdo, lo lamentable es que las primeras voces sobre la posibilidad de trasladar a los reos de Punta Peuco a otros penales tienen dos años y medio y parten de dichos de Carmen Gloria Quintana, que dijo que así se lo había confirmado el gobierno y éste nunca lo desmintió, como que lo avaló en cierta forma. Y es lamentable que se produzca esta confusión, pero la persona más adecuada para aclarar esto es la ex Presidenta Bachelet. Pero hubo dos años para resolver el tema y no esperar los últimos cinco días.
"Debemos sopesar más lo que decimos. Yo esperaría que todas las fuerzas políticas se pronuncien sobre si respaldan o no la postura del Estado de Chile en su defensa y en los criterios que se han usado""