Este fin de semana culminan las actividades de Container
CULTURA. Charlas, montajes y hasta un concierto serán parte de las actividades con la que terminará este domingo la sexta versión del Festival.
Por Marcelo Beltrand Opazo
Este fin de semana será el último en que la comunidad porteña y visitantes podrán disfrutar de las múltiples actividades organizadas para la sexta versión del Festival Teatro Container.
Todo comenzará hoy (11 horas) en la Villa Container, ubicada en el Parque Italia, con charla "La navegación polinésica" de Jorge Barbaguelata; seguida a las 12 horas por el conversatorio "La expulsión de los pescadores de la caleta Sudamericana" a cargo del pescador Manuel Ulloa y el abogado Álvaro Testart; mientras que a las 13 horas será el turno del pintor Gonzalo Ilabaca con "La ciudadanía y el mar".
El teatro llegará de la mano de la compañía francesa KTHA con una función doble (19 y 21 horas) del montaje "Sabe el mundo que me habla" y que por primera vez cuenta con un elenco chileno. La obra -que se estará presentando en el mirador Camogli también mañana en el mismo horario-, es descrita como un informe, un inventario no exhaustivo de lo que dice el mundo a través de la publicidad, anuncios, noticiarios, carteles, programas de televisión, diarios, cartas administrativas y películas por nombrar algunos.
Hoy, también, será la última función de "El golpe, un relato de memoria", una adaptación teatral de las décimas que Roberto Parra Sandoval escribió en distintas etapas de la dictadura y que se presentará a contar de las 21 horas en la Tornamesa Barón.
Las presentaciones teatrales culminan con "El contagio" de Francisca Márquez y Marcos Guzmán. El montaje se sitúa justo en el instante previo a la muerte de una mujer, quien inicia un viaje hacia la lucidez, generando un relato a retazos y errático, que casi roza lo testimonial. Las funciones son hoy y mañana a las 21.30 y 22.30 horas en la plaza Wadington.
Las entradas para todas las obras tienen un valor de $2.000 y se pueden adquirir en la boletería ubicada en la Villa Container.
Otras actividades
Precisamente en ésta continuarán mañana las actividades con la charla "El bombardeo de Valparaíso del 31 de marzo de 1886" del historiador Vicente Mesina (12 horas); y a las 13 horas será el turno "La importancia del Ministerio del Mar", dictada por Rodolfo Ponce perteneciente a la Alianza Marítima de Chile A.G.
Esta edición, además, contará con la presencia internacional de la inglesa Ali Pretty, directora artística de Kinetika quien liderará un proceso colectivo con distintas comunidades invitadas de Valparaíso y distintas localidades de Chile, para la creación de más de 50 banderas de seda pintada con la técnica India Batik.
Éstas se mostrarán este domingo (10 horas) en una actividad denominada Caminata Banderas por Valparaíso, la cual se iniciará en la Tornamesa Barón.
Luego las actividades se trasladarán hasta el cerro Lecheros, donde Concina Pública realizará un concierto denominado "Canciones pa la memorias", que comenzará a las 12.30 horas. El repertorio estará compuesto de temas que fueron gestados y creados colectivamente a partir de experiencias de arte colaborativo con distintas comunidades de Chigüinto, Las Pircas (Región de Atacama); Talcamavida (Biobío); así como los cerros La Cruz, Lecheros y Cordillera de Valparaíso; y Alto los Morán (Región del Maule).
Las comunidades se unirán formando un gran concierto colectivo, acompañados de tres músicos de vientos y una baterista.
En griego, el término ocio significa "parar, cesar". Estar ocioso quiere decir que no se tiene la necesidad de estar ocupado. Para Aristóteles, el ocio es el objetivo que se pretende alcanzar mediante el trabajo; y en la Ética a Nicómaco sostiene que "del mismo modo que se hace la guerra para tener paz, la razón por la que se trabaja es para obtener ocio". Ocio es el descanso, cese o interrupción del trabajo, el tiempo libre, el tiempo para las artes, la filosofía y la ciencia en los griegos. En el imperio romano, el ocio fue considerado como un tiempo para el descanso y la recreación, indispensable para poder dedicarse al trabajo. Así, el ocio de los griegos, más contemplativo, dejó de ser el ideal de la vida humana convirtiéndose más en entretención, más en circo. Hoy, en esta supermodernidad en la que vivimos, en este ajetreo en que el tiempo pareciera que se nos va entre las manos, es cuando más necesitamos de una pausa, del descanso, de un instante de ocio. Para contemplar, para entretenerse simplemente. Las mejores cosas que nos ocurren en la vida, suceden en los momentos de tranquilidad, en las pausas, entre comas y puntos seguidos. Para degustar un buen vino, se requiere de la calma y tranquilidad como requisito para realizar una buena cata. Entonces, para ese espacio de serenidad blanda, recomiendo el Pinot Noir de la viña Cono Sur, 2014, que lleva por nombre Ocio. Este Pinot Noir, proviene de mostos que estuvieron 14 meses en barricas de roble francés de primer uso, y dos meses en estanques de acero inoxidable. En este vino el tiempo ha hecho lo suyo, lo ha moldeado, lo ha formado, le ha entregado el carácter y la complejidad que posee. De un rojo rubí, con tonalidad teja, se agita en la copa pesado, expresivo y brillante. En nariz, la tierra mojada y las setas que se mezclan con dulces aromas a chocolate, lavanda y fruta negra, nos envuelven. Conjunto de aromas complejos y francos de este Pinot Noir. Ocio, se aprecia en boca, en el primer sorbo, completo de sabores, y podemos percibir la armonía de estos. Al dejarlo unos segundos, permitiendo que el vino lentamente, aumente su temperatura, podrán disfrutar de la experiencia, reconociendo sabores a fruta roja, algo de chocolate negro, una pimienta blanca sutil, que llenan y desbordan, juntas, nuestros sentidos. De taninos sedosos y alegres, al tragarlo, deja un retrogusto equilibrado, con un final largo. Pausa, tranquilidad, Ocio, un Pinot Noir que nos vuelve al momento de la calma.