"La senadora Van Rysselberghe no representa a toda la UDI ni menos a todo Chile Vamos"
"Hoy es inaceptable que haya discriminación arbitraria contra las personas trans; por coherencia y compasión, hay que modificar el mecanismo que tienen hoy para hacer su cambio registral". Con estas palabras, el diputado Jaime Bellolio (UDI) define su postura frente al proyecto de identidad de género que establece una nueva fórmula y que ha sumido a Chile Vamos en su primera divergencia valórica a un mes de llegar a La Moneda.
La iniciativa -cuyas diferencias deberá zanjar una comisión mixta que inició ayer su trabajo- tomó un nuevo giro luego del Oscar que obtuvo la película nacional "Una mujer fantástica" y que presionó al Gobierno a reconocer que la propuesta, que viene de la administración de Bachelet, sí iba a tener urgencia.
La Moneda, tironeada por los conservadores y liberales de Chile Vamos, anunció que enviará una indicación para que en el caso de los mayores de 14 años sean los padres los encargados de elevar una solicitud ante el tribunal. Una opción que irritó al gremialismo, pero no a todos.
- ¿Hay o no crisis por la identidad de género en Chile Vamos?
- Creo que es posible llegar a una propuesta común en Chile Vamos e incorporar a gente que no es de la coalición porque, seamos claros, en la comisión mixta Chile Vamos no tiene mayoría. Entonces, la posición de que encontremos una solución tiene que ser una que incluya a personas de la Nueva Mayoría y del Frente Amplio. Hay algunos temas comunes: que los mayores de edad puedan ir al Registro Civil a hacer su cambio registral sin requerir y sin que medie certificado o un procedimiento judicial engorroso, como es el de hoy día, y que, en mi opinión, es bastante indigno. También estamos bastante de acuerdo en que el proyecto quedó incoherente con lo que se cayó en la Cámara de Diputados, más los rechazos del Senado, y necesita tener una nueva redacción.
- ¿Cuál es la mayor discrepancia en su coalición?
- Sobre si incorporar o no a menores de edad. Y a esto quiero quitarle la gravedad porque pareciera que algunos quieren subirle el nivel de tensión diciendo que si el Gobierno tomó una decisión se va a quebrar la coalición. ¡En absoluto! De hecho, nosotros ya votamos esto en la Cámara y votamos distinto entre los parlamentarios de la UDI, de RN y no se acabó Chile Vamos; al contrario, salimos fortalecidos. Entonces, más que una división, creo que hay legítimas diferencias de opinión y que tienen que expresarse con argumentos. Es importante ver cómo se resuelve esto más que expresar que este es el punto de potencial quiebre o no. Eso me parece absurdo.
- Pero la presidenta de la UDI es la que está liderando esta posición conservadora y presionando a La Moneda. ¿Esta posición representa a la mayoría de la UDI?
- La senadora Van Rysselberghe tiene una opinión legítima que la ha expresado y que representa a una buena parte de la UDI, pero en ningún caso a todo el partido ni menos a todo Chile Vamos. No tengo dudas de que muchos se sienten representados por el fondo de lo que dice, otros menos por la forma en que lo dice, pero no todos creemos exactamente lo mismo. Me parece que es difícil argumentar que si uno cree que la familia es la base de la sociedad, si cree que quienes tienen el derecho preferente de educar son los padres, decir al mismo tiempo que ellos no pueden decidir algo que es tan importante para la vida de esos adolescentes.
- ¿Existe una solución a esta división valórica?
- Soy partidario de que la ley incluya una solución para los mayores de 14 años que implique que sea con el consentimiento de los padres, con acompañamiento profesional y con un juez de familia que haga que siempre se vele por el interés superior de esos niños. Y yo me pregunto: ¿Qué buen argumento podríamos tener nosotros para decir que no son los padres los que deberían tener que tomar esa decisión? ¿Qué buen argumento podemos llevar en coherencia con nuestros principios que los padres no van a querer buscar el interés superior de sus propios hijos? Además, acompañados por profesionales y un juez de familia. Me parece que en estricta coherencia y también por compasión, es algo que hay que hacer.
- ¿Por qué compasión?
- Hay bastante evidencia que los menores que tienen discrepancia entre su sexo biológico y su identidad de género, donde se expresa alguna parte de los problemas de depresión, inclusive de suicidio, es en la adolescencia. Y el que ellos puedan elegir su nombre en la adolescencia disminuye esos dos problemas. Me parece que por coherencia en la argumentación sobre nuestra posición de la familia y de los padres; segundo, en defensa de la dignidad de las personas y, tercero, como también argumento de compasión, me parece que no hay argumentos para dejar fuera a los mayores de 14 años con estas condiciones.
- Llama la atención al argumento de la senadora Van Rysselberghe tomando en cuenta que en la UDI los padres siempre han sido el gran pilar de la familia. Como, por ejemplo, que tengan el derecho a elegir el colegio en el que quieren estudiar sus hijos. Es un argumento contradictorio.
- No se entiende que los padres sean aptos para escoger algo tan importante como es la educación de sus hijos, pero que no lo sean para llevar adelante un acompañamiento profesional si alguno de ellos tiene algún problema. Es más, cuando se pone como ejemplo que la voluntad de los padres no es absoluta porque, por ejemplo, si va a un restaurante no pueden pedir alcohol para sus hijos, bueno, pedir alcohol para un menor de edad está prohibido por la ley, pero en este caso no está prohibido que un padre pueda llevar a su hijo a un profesional y que éste le proponga un tratamiento. Sería absurdo prohibirlo. No me calza mucho el argumento y me parece que es más un tipo de ceguera, pero estoy convencido de que con buenos argumentos sí podemos convencer a más.
- Está en la línea de lo que señala Mario Desbordes, presidente de RN, quien avala la tesis de que el proyecto incorpore a los mayores de 14 años.
- La propuesta que se ha conversado con el gobierno es que sean mayores de 14 años. ¿Por qué? Porque la identidad sexual no termina de forjarse a los seis u ocho años. Inclusive tampoco a los 14 o 16. Por eso la propuesta es que si alguien cambia su sexo registral no se trata de algo irreversible. No estamos hablando de un cambio biológico, no estamos hablando de cirugía. Si alguien cambia su sexo registral a los 16, por ejemplo, según nuestra propuesta, sí tendrá la opción de cambiar nuevamente cuando sea adulto porque la identidad de género no termina de asentarse ni a los 16 como quizás tampoco ni a los 18 ni a los 20.
- ¿La postura de la mesa de la UDI ha tensionado al gobierno?
- Efectivamente se ha generado una tensión más bien porque no sólo veo a gente en la UDI, sino que también hay un parlamentario en RN que efectivamente tiene una posición distinta. Ellos han subido el nivel de tensión señalando que sería impropio que el gobierno tome una posición en esta materia. Yo creo que es al revés. El gobierno debe tomar una posición y si existen diferencias al interior de la coalición, que esas se puedan resolver con argumentos y votando. Algunos quieren elevarle a esto a una crisis y creo que es un error hacerlo con esta ley y en este momento.
- La senadora advirtió que de aprobarse llevará esto ante el Tribunal Constitucional...
- Los parlamentarios tienen el derecho de poder objetar algún artículo o proyecto en el tribunal. Lo que pasa es que en esto no existen los argumentos jurídicos para tratar de sustentarlos. Yo presenté una indicación en la Cámara, jamás en la línea de que fuera inconstitucional. Nunca he votado cosas inconstitucionales y estoy seguro de que esto no lo es. Y si ella insiste en la posición de ir al TC, no le va a ir bien.
"Por coherencia en la argumentación sobre nuestra posición de la familia, en defensa de la dignidad de las personas y por compasión, no hay argumentos para dejar fuera a los mayores de 14 años" "Nunca he votado cosas inconstitucionales y estoy seguro de que (este proyecto) no lo es. Y si ella (Van Rysselberghe) insiste en la posición de ir al TC, no le va a ir bien""