"Los militantes dieron una lección cívica a una elite que no ha estado a la altura de la conducción del partido"
"La DC no es un museo", advierte el diputado Gabriel Silber al rebatir a quienes, recalca, insisten en la política del "retrovisor y la eterna letanía de lo que fuimos algún día". Por eso, agrega, la masividad de la votación en la elección de la nueva directiva nacional del domingo, en la que ganó la lista 2 que encabeza el exdiputado Fuad Chahín, representa "los primeros brotes verdes que nos lleve a la reconstrucción partidaria". Un proceso donde el testimonio será clave.
- ¿La nueva directiva es continuista?
- Eso era una caricatura propia de la campaña. Más bien esta lista apostó al cambio generacional al interior de la DC al incorporar figuras de trayectoria como Carmen Frei. El ADN de esta nueva gestión es la renovación y ese va a ser el sello de la gestión que mayoritariamente los militantes respaldaron.
- O sea, de continuidad nada.
- Es que yo no veo que el establishment partidario haya participado en esta candidatura. Al contrario, lo que vi fue a los senadores de distintas corrientes, ya sea de la disidencia o Carolina Goic, que se restaron del proceso. Qué más elocuente que el llamado a votar nulo de Ignacio Walker días antes de la elección. Se equivoca quien habla de continuidad en esta directiva.
- ¿Cuál es la impronta y el plus de la nueva dirigencia?
- Creo que la sorpresa para todos, y en buena hora, fue la alta concurrencia de militantes a votar. Los militantes de base nos dieron una lección cívica a una elite partidaria que no ha estado a la altura de la conducción de la tienda. Recordemos que votaron más de 14 mil decés y por lejos somos el partido que más militantes ha llevado a la urnas. El PS llevó algo así como 12 mil, la UDI 6.800 y los nuevos partidos como RD 2.600 personas y Evópoli una cifra menor. Y mientras muchos apostaban a que el partido estaba en una etapa terminal o de crisis... la verdad es que en las urnas la militancia demostró que estaba más clara que nunca. Quienes somos autoridades o hemos ejercido cargos de responsabilidad política no hemos dado testimonio de las demandas del partido.
- ¿Fuad Chahín será capaz de sacar a la DC de la crisis?
- Justamente la DC siempre ha esperado que exista una súper woman o un superhéroe que nos saque adelante de las distintas crisis que hemos enfrentado en los últimos años. Y el antídoto a esa respuesta no está en buscar súper hombres o súper mujeres. Más que la búsqueda de un estadista o un súper hombre necesitamos personalidades de carne y hueso, porque esto lo vamos a sacar adelante entre todos, no lo vamos a resolver con alguna receta mágica o buscando el antídoto, entendiendo que estamos buscando liderazgos para la próxima elección municipal, de alcaldes y concejales y para eso tenemos dos años. Hemos tenido candidatos a presidente del partido que han ocupado a la mesa o al partido como una plataforma electoral para buscar la presidencia de Chile u otro cargo. Hoy creo que ni la DC necesita eso ni esperamos que Fuad o alguien de su directiva pretenda aquí ver una plataforma electoral. Por el contrario, en estos dos años -más que los titulares o desde la prensa- necesitamos a un presidente que se preocupe como nunca de la DC. Creo que Fuad junto a las mujeres y hombres que lo acompañan, va a estar y debe estar a la altura de ese desafío.
- Genaro Arriagada sostiene que la DC perdió la identidad al tratar de agradar al PS. ¿Fue así?
- Somos un partido de oposición y no vamos a renunciar a eso por una alianza electoral. Por el contrario, que justamente durante los próximos dos años no existan elecciones por delante nos permite tener tiempo para procesar cuál va a ser nuestra plataforma electoral y programática como DC, cuál es nuestra oferta a los chilenos en el día de hoy, porque la DC tiene que ser un partido político y no un museo. Hemos estado acostumbrados de vivir con cargo a nuestra historia o nuestros líderes partidarios que dejaron de serlo hace muchos años, y en consecuencia la renovación si no va de la mano de contenidos, de programas y sobre todo de testimonio que interpreta al Chile de hoy, será una frase vacía. Y esta segunda oportunidad que nos da nuestra base partidaria, con esta lección de participación, debe traducirse en apurar el tranco, trabajar en terreno y por la DC y no ver una plataforma electoral que ha sido abusada por muchos otros presidentes del partido con anterioridad. Nuestra vara son las próximas elecciones de alcaldes y concejales y ahí hay que concentrar nuestra energía.
- ¿Esa utilización tuvo costos?
- En la última conducción partidaria la DC se monopolizó en el tema presidencial y qué duda cabe que perdimos tiempo de visibilizar nuevos liderazgos parlamentarios, reestructurar el partido en regiones donde prácticamente tiene escasa representación y eso fue parte de la gran farra política que se dio la DC el año pasado. Este partido se está reconstruyendo desde sus bases. Y ha sido la dirigencia la que no ha estado a la altura de los desafíos.
- Chahín dijo que están las puertas abiertas para quienes quieran volver a la DC. ¿Piensa lo mismo?
- Siempre van a estar abiertas las puertas para los que se fueron, pero nuestro foco sustantivo debe estar en esa enorme cantidad de chilenos, especialmente jóvenes, que no están en política y que hay que reencantar. Nuestra prioridad es poner el foco ahí, más que en aquellos que militaron años y se fueron.
- ¿Cómo se construye identidad?
- Los chilenos esperan de los partidos testimonio. Por eso lo sustancial es la coherencia. Que los dichos sean coherentes con los hechos. Y que si tenemos un programa, nuestros parlamentarios lo defiendan en el Congreso más que caer en la fraseología o la consigna de todo partido que es la antesala del populismo. Debemos defender a las clases emergentes, a la clase media, ser oposición a Piñera no necesariamente obstructiva y no haciendo política con el retrovisor, con esa eterna letanía de lo que fuimos algún día, sino que ser una DC con opción de futuro que asuma temas ambientales, temas urbanos, defensa de recursos naturales. Eso debe entroncar con lo que realicen nuestras dirigencias sobre todo con nuestros militantes en regiones, que deben ser los nuevos protagonistas.
- Comparte el juicio de Andrés Zaldívar de que Soledad Alvear y Gutenberg Martínez están colaborando para destruir a la DC.
- Aquí hablamos de una generación política que tuvo protagonismo en los años 90, en lo que fue la Concertación, pero la DC no es un museo, es un partido político y debe apostar al futuro. En consecuencia, nuestra gratitud, pero no podemos seguir viviendo del pasado y es una ironía que quienes han abonado en parte a esta crisis renuncien, haciéndonos corresponsables de decisiones de las cuales ellos fueron protagonistas y que explican en buena parte el estado de deterioro de la DC. Claramente la alta participación no puede traducirse en soberbia ni que dejamos lo peor atrás, pero sí estamos viendo los primeros brotes verdes de lo que esperamos sea la reconstrucción partidaria.
- Chahín señala que no hay que poner la carreta delante de los bueyes y que antes de tener alianzas, hay que tener identidad. ¿Comparte esa tesis?
- Sí. En política hay tiempo para cada decisión. No debe haber ningún apuro por tener alguna política de alianzas con nuestros socios históricos. Si bien ya nos definimos como oposición, ahí no debe estar nuestra primera tarea, sino que en la reconstrucción partidaria. Al interior del partido nos jugamos gran parte de la cancha.
"La DC siempre ha esperado que exista una súper woman o un superhéroe que nos saque de las distintas crisis. Y ese no es el antídoto. Hay que salir entre todos""
"Hemos tenido candidatos a presidente del partido que han ocupado a la mesa o al partido como una plataforma electoral para buscar la presidencia de Chile u otro cargo" "Es una ironía que quienes han abonado en parte a esta crisis renuncien, haciéndonos corresponsables de decisiones de las cuales ellos fueron protagonistas y que explican en buena parte el estado de deterioro de la DC""