Cristián Rojas M.
Las movilizaciones por las demandas feministas se mantienen firmes en las universidades de la región, con paros y tomas en la totalidad de las carreras o en su gran mayoría, acciones que llevan cerca de un mes y para las cuales, en casi todos los planteles, no se vislumbra una pronta solución.
La Universidad Viña del Mar (UVM) lleva seis días en toma en los campus de Miraflores y Rodelillo, ante lo cual, desde la rectoría indicaron que el plantel "ha dado señales concretas de su disposición a dialogar y a conformar equipos de trabajo en torno a las solicitudes que se puedan generar. Reiteramos nuestro interés y apoyo por seguir impulsando el trabajo en torno a una educación no sexista, procurando además la participación más amplia de miembros de todos los sectores de la universidad".
Sin embargo, el presidente de la Federación de Estudiantes de la UVM, Fernando Alvarado, sostuvo que "rectoría insiste en que se han abierto al diálogo, pero existieron instancias para abrir la discusión en nuestra institución. La construcción del protocolo por parte de la universidad comenzó el segundo semestre del año pasado, pero no se abrió esta discusión con la comunidad".
Entre las exigencias estudiantiles para deponer la toma se encuentra el "cumplimiento de ciertos pisos mínimos, como garantías de recalendarizaciones académicas y de no represalias a los estudiantes; compromiso institucional de fijar mecanismos y plazos para avanzar en una educación no sexista; revisión del protocolo de acoso y reelaborarlo de forma triestamental en conjunto con la comunidad universitaria", detalló Alvarado.
En la Universidad Santa María las cosas no están mejor, dado que el paro lleva tres semanas y la mesa de negociación que había entre las autoridades del plantel y las representantes de la asamblea de mujeres sufrió un abrupto quiebre.
"Las autoridades de la universidad han estado súper intransigentes con respecto a dos de los tres puntos mínimos que las compañeras tienen. Uno es que el rector y los directores de los campus y sedes se integren a esa mesa, en especial Edward Johns, del campus Vitacura, que había llevado a dos compañeras de la toma a comisión universitaria. El segundo punto es que podamos ceder nuestros cupos a las voceras de cada campus movilizado y el tercero es incluir a una asesora de género" explicó el presidente de la Federación de Estudiantes de la USM, Víctor González.
Se aceptó sólo la cesión de cupos a las representantes femeninas, pero en los otros dos puntos no hay respuesta, y eso fue lo que gatilló que las estudiantes se salieran de esa mesa.
Una de las voceras de la asamblea de mujeres autoconvocada de la USM, Nahel Menares, si bien reconoció la rápida aprobación del protocolo contra acosos y abusos, indicó que el congelamiento del diálogo con rectoría se debió "a su poca flexibilidad, su poca voluntad para poder ejercer esta negociación".
Tras la abrupta salida de las representantes e la asamblea de mujeres, la USM emitió una declaración pública en la que indican que "como Universidad lamentamos profundamente su decisión, dado que siempre nos hemos mostrado abiertos al diálogo tanto con ellos como con sus representantes, en un ambiente de respeto y sana convivencia".
Asimismo, señalaron que "aun cuando las y los estudiantes han decidido congelar su participación en la mesa de trabajo, la rectoría continuará revisando el petitorio, a fin de entregar prontamente una respuesta a toda la comunidad universitaria".
La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), en tanto, cumplió un mes paralizada en todas sus carreras, y la vicepresidenta de la Federación de Estudiantes del plantel, Catalina Castillo, precisó que actualmente se encuentran en el proceso de negociación del petitorio.
El panorama esta vez podría ser más auspicioso, pues según indicó Castillo, "se han acogido bastantes de los puntos que se plantean. Sin embargo, existen ambigüedades en plazos y formas, pero existió voluntad para avanzar en los puntos, la universidad está con disposición de diálogo y de poder llegar a acuerdo".
Si bien el paro ha sido ratificado en todas las votaciones, dos apoderados de alumnos de la PUCV solicitaron una audiencia con el rector para expresarle sus reparos por la situación y hacerle presente la urgencia de retornar a clases, puesto que uno es de Punta Arenas y el otro de Illapel, por lo que deberán pagar arriendo, alimentación y traslados en enero también, dado que las clases tendrán que recuperarse en verano.
Una es Patricia Valdés, apoderada de un alumno de Educación Física, quien expuso que "estamos terriblemente preocupados porque este paro se ha prolongado más de la cuenta y muchos niños no están de acuerdo y quieren seguir estudiando. No estamos en contra de las ideas del feminismo, pero ellos quieren seguir estudiando. Acá se aprobó rápidamente el protocolo, pero ahora también ellas quieren un curso obligatorio y el rector les dio la opción de Formación General y yo estoy de acuerdo en que sea así, porque todos tenemos derecho a elegir lo que queremos aprender".
A su vez, la Universidad de Playa Ancha (UPLA) mantiene a todas sus carreras en paro indefinido. La Federación de Estudiantes ya cumplió su periodo, por lo que actualmente hay una mesa estudiantil interina liderada por Valentina Fornés, quien detalló que la Facultad de Arte y la Casa Central, que tiene cinco facultades, están en toma desde hace dos semanas, mientras que el paro ya lleva un mes.
El martes se entregó un petitorio triestamental unificado, y en la negociación también habrá funcionarios, académicos y estudiantes intentando la aprobación del protocolo contra acosos y abusos, que se ha estado trabajando desde hace dos años y medio. Además exigen agilizar los procesos de sumario en casos de esa índole, pues según hizo notar Fornés, "hay algunos que están desde el 2015 y todavía no tienen una resolución".
En la Universidad de Valparaíso, en tanto, de las 43 carreras hay 39 en paro, algunas de ellas en toma, pues cinco facultades acordaron esa medida. "Estamos en proceso de conformación de un petitorio y la próxima semana se presentaría", señaló la secretaria general de la Federación de Estudiantes de la UV, Valeria Verdejo, quien precisó que las movilizaciones en ese plantel llevan cerca de un mes.
carreras de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso están en paro, es decir, la totalidad. 54
facultades de la Universidad de Valparaíso están en toma, mientras que en la UPLA hay seis facultades. 5