Trump y May se reconcilian y acercan voluntad de acuerdo
VISITA. El Presidente de EE.UU. se retractó de sus palabras a The Sun, en las que cuestionó el manejo del brexit, y se mostró abierto a un posible acuerdo comercial. TRATADO. Incluye compromisos para abrir más vías de migración regular. RUSIAGATE. Demócratas piden a Trump que suspenda cumbre del lunes con Putin.
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró ayer que pidió disculpas a las primera ministra británica, Theresa May, por la polémica entrevista publicada ayer en el diario The Sun en la que criticó su estrategia del "brexit" y la calificó como una "mujer excelente".
Trump dijo de May que es "toda una profesional", después de que ayer le pidiera disculpas. También afirmó que dijo "muchas cosas buenas sobre ella" que no fueron incluidas en los titulares del periódico, a lo que la "premier" respondió: "No te preocupes, es solo la prensa", según consignó la agencia EFE.
May y Trump limaron asperezas después de que el segundo dijera en The Sun que su propuesta para el "brexit" acabará con la posibilidad de un acuerdo comercial con su país. Trump se retractó de esta postura y afirmó, en la conferencia de prensa posterior a la reunión que mantuvieron en Cheques, que lo que haga el Reino Unido en sus negociaciones con Bruselas "estará bien", siempre que se asegure de que puede cerrar un acuerdo comercial "justo" con EE.UU.
El Presidente de EE.UU. declaró que durante la cena de gala que May y su marido, Philip, ofrecieron en su honor en el palacio de Blenheim, en el condado de Oxfordshire, la noche del jueves, pudo conocer "mucho mejor" a May. Declaró sentirse "avergonzado" por cómo se pudieron haber sentido las otras personas con las que compartió mesa, porque se pasó toda la velada hablando con May. "Creo que es una mujer excelente; creo que está haciendo un trabajo excelente. El 'brexit' es una situación difícil, es un pacto difícil", manifestó. "Está haciendo un trabajo fantástico", agregó el Mandatario.
Cita con la reina
Después del encuentro, Trump se trasladó junto a su esposa Melania al castillo de Windsor, donde les esperaba su otra gran cita de la jornada, la reina Isabel II. El matrimonio pasó casi una hora con la monarca, en la que contemplaron un desfile militar y compartieron un tradicional té inglés.
Pero Londres tenía una cara distinta para los Trump, porque unas 100 mil personas se concentraron en la plaza Trafalgar, en una masiva contramanifestación por su presencia en la capital inglesa.
Tras cumplir con su primera visita a Inglaterra, Trump llegó al aeropuerto Prestwick, de Glasgow, Escocia, para pasar el fin de semana jugando al golf en el campo de Turnberry, el mismo en el que lo hizo Dwight D. Eisenhower en 1959.
Países de la ONU, menos EE.UU., acuerdan primer Pacto Mundial para la Migración
Los Estados miembros de la ONU, con la gran excepción de Estados Unidos, acordaron ayer el Pacto Mundial para la Migración, el primer intento de gestionar a escala global todo el fenómeno migratorio.
El acuerdo, que no es jurídicamente vinculante, incluye una amplia lista de compromisos por parte de los Gobiernos para abrir más vías de migración regular, proteger a los inmigrantes y cooperar en una mejor gestión de fronteras.
Tras seis rondas de negociaciones, las delegaciones aprobaron ayer por consenso el texto, que será adoptado formalmente en diciembre en una cumbre internacional en Marrakech (Marruecos).
El mexicano Juan José Gómez Camacho, quien lideró la negociación, destacó el carácter "histórico" del acuerdo y aseguró que presenta "una nueva visión para el mundo que queremos".
El pacto es fruto de un encargo hecho en 2016 por los jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo, que acordaron en la ONU negociar sendos acuerdos sobre migrantes y refugiados ante la crisis que se vivía entonces en el Mediterráneo.
Tras un largo proceso de consultas, los países iniciaron, en febrero pasado, las negociaciones del texto, estructurado en torno a 23 grandes objetivos, como trabajar en el ámbito del desarrollo y la prevención de conflictos para reducir las situaciones que fuerzan a la gente a dejar su país de origen o la de mejorar las opciones de migración legal.
También hay compromisos como tratar de evitar la separación de familias -un tema polémico estos días en EE.UU.-, usar la detención de migrantes únicamente como última opción y dar acceso a servicios básicos a todos.
Los Estados se comprometen también a mejorar su cooperación a la hora de salvar vidas de migrantes durante sus viajes, con misiones de búsqueda y rescate y garantizando que no se perseguirá legalmente a quien les dé apoyo de carácter "exclusivamente humanitario".
Además, los Gobiernos prometen garantizar un regreso "seguro y digno" a inmigrantes expulsados y evitar siempre el retorno forzoso para quienes se enfrentan a un "riesgo real y previsible" de muerte, tortura u otros tratos inhumanos.
En las negociaciones participaron todos los Estados miembros de la ONU, aunque algunos como Hungría lo han hecho en todo momento con una postura crítica con la iniciativa.
El único país que se mantuvo totalmente al margen es EE.UU., que anunció su salida del proceso en diciembre pasado, al considerar que el pacto es "incoherente" con las políticas migratorias del Gobierno de Trump.
Imputan a 12 agentes rusos por "hackear" campaña de Clinton
Un gran jurado federal de EE.UU. imputó ayer a 12 agentes de inteligencia rusos por hackear la campaña de la candidata demócrata y rival de Donald Trump, Hillary Clinton, en las elecciones estadounidenses de 2016, así como al Comité Nacional Demócrata (DNC) con el fin de interferir en los comicios.
El vicefiscal general, Rod Rosenstein, informó que el fiscal especial que investiga la trama rusa, Robert Mueller, solicitó al gran jurado la imputación de 12 agentes de inteligencia del Kremlin por haber accedido a datos de una red de ordenadores de la campaña de Clinton y del secretariado del Partido Demócrata.
Los cargos anunciados por Rosenstein hacen referencia a funcionarios del servicio de inteligencia militar creado por el Kremlin en 2016, conocido como GRU, del que dos de sus unidades cometieron supuestos robos de datos electrónicos para influir en las elecciones.
Según el "número dos" de Justicia de EE.UU., los militares participaron en un "esfuerzo constante" por penetrar las redes de computadoras del DNC y en la campaña presidencial de Clinton para conseguir unos datos que luego difundieron en internet.
Los responsables del Kremlin comenzaron en 2016 a inocular virus en las cuentas de correo electrónico de voluntarios y trabajadores del equipo de la política demócrata, una práctica mediante la que lograron contraseñas que les permitieron entrar en otras cuentas y documentos y controlar la actividad de decenas de empleados.
Al difundir los datos robados, los rusos se hicieron pasar por activistas estadounidenses y se sirvieron de Facebook y Twitter para diseminar el alcance de la información. Además de estos hechos, también trataron de entrar en contenido de agencias estatales y diferentes áreas del Gobierno norteamericano.
Cumbre con Putin
Ante estas imputaciones, el líder de la minoría demócrata del Senado de EE.UU., Chuck Schumer, instó a Trump a suspender su cita del lunes en Helsinki con el Mandatario ruso, Vladimir Putin.
Ajeno a esta petición, Trump, quien había sido informado anteriormente de la acción judicial, aseguró ayer que "pueden salir cosas sorprendentes" de su reunión con el líder del Kremlin, aunque agregó que no acude con "altas expectativas".
Por otro lado, ayer Moscú confirmó que Trump y Putin darán una conferencia de prensa conjunta tras la cumbre.