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ENTREVISTA. Marcelo Díaz, diputado socialista:

"Siento que en el PS se intenta infantilizar al Frente Amplio y eso es un error garrafal"

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"El PS ha declarado que su propósito es forjar un entendimiento que vaya desde la DC al Frente Amplio. Pero esto no es algo simple (...) Si no somos capaces de cumplir con ese objetivo lo más probable es que en las próximas elecciones municipales seamos arrasados"."

"Si se consolida la idea de un partido obstructor, eso va a tener costos importantes para el PS. Ahí es donde tenemos que ser capaces de equilibrar. Y eso requiere un diseño y una conducción de la que lamentablemente hemos carecido"."

La carta de apoyo a Lula

El diputado Díaz respalda la carta que firmó la ex Presidenta Michelle Bachelet, que suscribió él mismo, en apoyo a la candidatura presidencial del ex Mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado por un caso de corrupción. El parlamentario cuestionó que se dude respecto de la postura de Bachelet y no así del ex Presidente Lagos, que ha emitido declaraciones similares. "Siento que hay una suerte de obsesión con la figura de la Presidenta Bachelet porque probablemente algunos le tienen miedo", dijo Díaz.

Carolina Collins carolina.collins@mediosregionales.cl

Militante socialista y exministro del Gobierno de la ex Presidenta Michelle Bachelet, el diputado Marcelo Díaz ha sido, en estos primeros meses del Gobierno de Chile Vamos, una de las voces críticas respecto a algunas de las decisiones que ha tomado su partido desde que se convirtió en oposición.

Aunque destaca los logros que ha tenido el Partido Socialista (PS) en su rol fiscalizador, enfatiza que la colectividad presidida por el senador Álvaro Elizalde no debe quedarse sólo en esa labor, sino que debe aspirar a promover sus propias propuestas y articular al progresismo incluyendo al Frente Amplio (FA) y a la Democracia Cristiana (DC).

La decisión del PS de restarse de las comisiones especiales convocadas por el Gobierno marcó el inicio de una serie de diferencias entre ambos, incluidas las acusaciones de "sequía legislativa" y de "obstruccionismo" de un lado a otro.

-¿Cuál es su opinión respecto al rol opositor que ha asumido el PS y cómo cree que debiera proyectarse?

-El Partido Socialista tiene que cumplir con tres tareas centrales. La primera es fiscalizar al Gobierno. Y el Gobierno no puede ofenderse porque lo fiscalizamos, porque es el rol natural de la oposición. Y creo que, desde esa perspectiva, el PS ha tenido un desempeño importante, hemos tenido acciones que han tenido consecuencias significativas como, por ejemplo, haber impedido que se consagrara el protocolo que había enviado el ministro de Salud y que cercenaba derechos establecidos en la ley de aborto en tres causales. Esa es una de las dimensiones en que el Partido Socialista tiene que aportar y que no debiese ofender a nadie porque es lo que se espera y lo que le corresponde a la oposición. En segundo lugar, tiene que acompañar eso de propuestas, tiene que ser un partido capaz de levantar ideas, dialogar y donde haya acuerdo, por cierto, concretarlo. Y cuando haya diferencias, bueno, la democracia permite que cada uno se exprese y pueda votar según sus convicciones. Y la tercera dimensión es que el PS ha declarado que su propósito político es forjar un entendimiento que vaya desde la Democracia Cristiana hasta el Frente Amplio. Pero esto no es algo simple, natural, ni que ocurra simplemente porque el PS así lo quiera, sino que hay que construirlo y trabajarlo porque sabemos que hay partidos importantes que no tienen la misma disposición y ese es un trabajo laborioso, cotidiano, pero fundamental. Si no somos capaces de cumplir con ese objetivo, lo más probable es que en las próximas elecciones municipales seamos arrasados y que además no seamos capaces de construir una alternativa que dispute nuevamente el apoyo mayoritario de los chilenos.

-Respecto a lo que dice sobre las propuestas propias, el Presidente Piñera acusó al Partido Socialista de negar "la sal y el agua", ¿cómo ve hasta ahora ese ámbito, el de las propuestas?

-Yo creo que esa fue una acusación injusta y advertí hace un tiempo que el PS tenía que tener cuidado de no embriagarse solamente en la dimensión de la fiscalización a partir de los éxitos que han tenido esas acciones, porque el riesgo que corremos es de ser percibidos como un partido odioso. Y la derecha usa eso, intenta instalar la imagen de un partido que obstruye. Yo creo que el Presidente hizo una declaración que no tiene fundamento, porque si uno mira el trabajo concreto que está ocurriendo en muchas comisiones, los socialistas estamos colaborando cuando estamos de acuerdo y presentamos nuestras propuestas. Por eso es importante que el PS juegue en estos tres campos: el de la fiscalización, el de las propuestas y de la articulación. Porque, de los contrario, si se consolida la idea de un partido obstructor, un partido que hace una oposición de bloqueo, eso va a tener costos importantes para el PS. Yo creo que ahí es donde tenemos que ser capaces de equilibrar. Y eso requiere, a mi juicio, un cierto diseño y una cierta conducción de la que lamentablemente ahora hemos carecido, quizás porque todavía estamos muy golpeados por los efectos de la derrota, porque nos faltan espacios de articulación interna. Yo siento que hay, y lo digo con mucha franqueza, debilidades en la conducción colectiva de la estrategia socialista.

las alianzas del ps

La decisión de los senadores socialistas de rechazar la nominación del Gobierno de la abogada Ángela Vivanco a la Corte Suprema, con excepción de José Miguel Insulza, quien se abstuvo, abrió un nuevo episodio de diferencias con el oficialismo, pero también con aliados históricos del PS como son el PPD y la DC, que acusaron que había un acuerdo previo de votar a favor de la propuesta del Ejecutivo.

-En el plano de la articulación que usted menciona, ¿cómo se entiende el rechazo del PS a la nominación de Ángela Vivanco en el Senado en el sentido de las alianzas? Esa decisión provocó un quiebre con el PPD y la DC...

-Ahí las cosas se hicieron mal porque, en primer lugar, era insostenible e incoherente que el Partido Socialista pudiera votar por una persona con el perfil y la trayectoria de Ángela Vivanco, especialmente en su conducta respecto de los derechos de las mujeres. Ella fue contraria a la píldora del día después, al aborto en tres causales, estuvo a favor del alza de los planes de las isapres que perjudican especialmente a las mujeres y, por tanto, un partido que se acababa de declarar feminista evidentemente no podía respaldar la nominación a la Corte Suprema de una persona con esas características. Y yo me alegro que finalmente los senadores hayan votado en contra. Ahora, por qué digo que las cosas se hicieron mal, porque senadores socialistas y otros dicen que hubo un acuerdo y si hubo un acuerdo yo creo que ese fue el error, haber pensado que era posible acordar apoyar un nombre como el de Ángela Vivanco. Y eso tuvo consecuencias, molestia en el PPD y en la DC, y la acusación de que el PS no cumple su palabra y eso es grave. Yo creo que lo correcto era votar en contra y valoro que los senadores hayan votado en contra, pero les corresponde a ellos restablecer las confianzas con sus pares en el Senado, especialmente con los demócratacristianos y con el PPD.

-Algunos vieron en el gesto de votar contra Vivanco una alineación con el Frente Amplio más que con el PPD y la DC. ¿Usted lo ve así?, ¿cómo ve una posible alianza con el Frente Amplio?

-Yo no creo que esto tenga que ver con el Frente Amplio, sino con nuestras propias convicciones. Dos semanas antes, el partido se declaró feminista y, por tanto, votar a favor de Ángela Vivanco era contradecir esa declaración. Por tanto, no tiene nada que ver con el Frente Amplio. Ahora, para el objetivo que nos hemos planteado, que es intentar un entendimiento progresista que vaya desde la DC hasta el Frente Amplio, tenemos que ser capaces de dialogar con todos, pero el PS tiene que hacerlo desde su propia identidad. El PS es un partido de izquierda y hoy día la izquierda es plural, no hay una sola izquierda, hay varias. Por lo tanto, el rol esencial del PS es buscar la articulación de esas izquierdas, permitir que la DC reconstruya su identidad de centro. Yo siento que en esto tenemos que entender lo que nos ha dicho la DC, que es que ellos están en un proceso de reconstrucción, después de una elección que los golpeó mucho, de su espacio político en el centro, pero no significa que no haya coordinación, que no podamos articularnos con ellos. Pero la tarea del PS es construir puentes de entendimiento, por ejemplo, con el Frente Amplio, que están ocurriendo en la Cámara, probablemente también en el Senado con el senador (Juan Ignacio) Latorre, pero que todavía son muy puntuales, que tienen que ver con la agenda legislativa. Pero por alguna parte se tiene que comenzar. El rol del PS como partido de izquierda, en el marco de una izquierda plural, tiene que construir diálogos y articulación y eso significa buscar entendimientos con el Frente Amplio, qué duda cabe. Pero esto no debe entenderse en lo absoluto contra la DC, al contrario, es permitirle a la DC que siga adelante con su proceso de recuperación de su identidad de partido de centro, para desde ahí procurar cumplir con nuestro propósito que es generar este amplio entendimiento en el mundo progresista que va desde la DC hasta el Frente Amplio.

-El Frente Amplio es un nuevo actor en la oposición, ¿cómo juzga el rol que han jugado desde que asumió el nuevo Gobierno, tiene ese rol un impacto para el PS? Porque, en el fondo, el Frente Amplio juega en un territorio similar y podría quitarle espacio, ¿lo ve así?

-Yo tengo una buena opinión del desempeño del Frente Amplio y de muchos de sus parlamentarios. Son preparados, van a las comisiones, contribuyen, hemos logrado coordinación con muchos de ellos. Se han ido gestando espacios de colaboración que son importantes, porque yo creo que la posibilidad de avanzar en acuerdos más profundos tiene que ver con que tengamos acuerdos en los temas de proyecto país. Ahora, también el Frente Amplio ha cometido errores, ellos mismos lo han reconocido. Por ejemplo, la forma intempestiva en que anunciaron la acusación constitucional contra el ministro (Emilio) Santelices impidió el diálogo previo que requiere eso con las bancadas y, por lo tanto, no contó con los votos. Evidentemente es una fuerza nueva, pero es una fuerza relevante que llegó para quedase. El binominalismo, por lo menos en la Cámara de Diputados, se acabó porque hay tres fuerzas. Lo que hemos hecho los diputados socialistas es construir primero un círculo de entendimiento con el PPD y el PC y, desde esa coordinación, intentamos establecer diálogos con la DC y con el Frente Amplio para que la mayoría que tenemos en el Congreso sea efectiva y pueda influir en los asuntos relevantes del país que nos interesan.

-El PSOE español, que se vio impactado por el ingreso de Podemos al panorama político de ese país, ¿podría pasar algo similar entre el PS y el Frente Amplio?

-Algo hay de parecido. Efectivamente el Frente Amplio disputa un espacio que históricamente ocupaban partidos como el PS, el PPD e incluso los propios radicales, de eso no cabe duda. Y, por tanto, es clave renovar política e institucionalmente el Partido Socialista para actualizar su mirada respecto del escenario político. Ahora, yo espero que aquí no cometamos el error que cometió Podemos en España, que cuando pudo llegar a un acuerdo con el PSOE para formar Gobierno, la división permitió que gobernara la derecha y recién ahora, gracias a esa derrota, se logró un acuerdo que permite que hoy día en España haya un Gobierno progresista. Yo espero que nos saltemos, si queremos hacer un símil con el Podemos, la primera etapa, del desafío de la sustitución. Porque yo creo que hay dos tesis: en alguna gente del Frente Amplio, la tesis de la sustitución, es decir, que su desarrollo político y su expansión electoral se concreta sustituyendo a la izquierda histórica y otros que creen, más bien, en la tesis de la cooperación, es decir, que hoy la izquierda es plural y tiene que converger para poder tener una alternativa progresista capaz de recuperar el apoyo de la mayoría de los chilenos. Yo espero que prime la tesis de la colaboración en ambos lados, porque también a veces siento que en el PS se intenta infantilizar al Frente Amplio, ningunearlo, y yo creo que ese es un error garrafal, porque es una fuerza política que llegó para quedarse y que refresca la mirada de la sociedad.

-Trascendió que desde RN le pidieron al Gobierno que excluya al PS de los diálogos por nombramientos, tras lo de Vivanco ¿Qué le parece esa solicitud?

-No es el camino, yo creo que el Gobierno tiene que decidir si quiere colaborar o confrontar. El Gobierno no tiene mayoría en ninguna de las dos cámaras, tiene que construir acuerdos. Desde esa perspectiva, yo entiendo que se produjo un desavisado en el Senado, pero tendrán que ser los propios senadores los encargados de resolverlo, pero no creo que el camino sea la marginación del Partido Socialista.

-¿Y hay ánimo de dialogar en el PS, después de todos los episodios que hemos visto…?

-Por su puesto que lo hay. He sido muy crítico del que no hayamos ido a las comisiones. Particularmente porque fui ministro de un Gobierno que formó miles de comisiones y no creo que las comisiones sustituyan el rol del Congreso, eso me parece simplemente un argumento sin sustento. Es más, cuando estábamos en el Gobierno, la propia Nueva Mayoría nos pedía espacios prelegislativos, se enojaban cuando enviábamos los proyectos directo al Congreso y resulta que ahora nos parece que no tienen que haber espacios prelegislativos, creo que hay una contradicción que a mi juicio la ciudadanía no la entiende. Pero bueno, es una decisión que tomó el Partido Socialista, soy militante y la acato, pero creo que es un error. Lo que me preocupa es que se está instalando esta idea de que el PS es el partido que tranca la puerta y el PS tiene la mayor bancada de diputados de la oposición, tiene un a bancada relevante de senadores y no puede arrinconarse, no puede quedar excluido del proceso político que estamos viviendo ni puede permitir que la identidad que los ciudadanos asocian al PS es la de un partido odioso.

díaz aparece con alcalde de valparaíso, jorge sharp, uno de los principales referentes del FA.