Valeria Barahona / Agencias
Tras soportar más de 12 horas de disparos contra la iglesia donde se refugiaban desde el viernes, alrededor de 200 estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) que piden la salida del Presidente Daniel Ortega a causa de la violencia policial, fueron conducidos ayer hasta la Catedral de Managua por el nuncio apostólico y otros religiosos.
"Pedimos a Dios que nos acompañe, vamos a salvar a nuestros muchachos y de este modo a contribuir a la paz de nuestra querida Nicaragua", dijo el nuncio, Waldemar Sommertag, a Canal 15 tras abandonar con los jóvenes la Parroquia de la Divina Misericordia, ubicada en las cercanías del campus de la UNAN, para ser recibidos en la Catedral de Managua.
Más de 12 horas permanecieron los estudiantes al interior del recinto religioso dijo a Associated Press el sacerdote Raúl Zamora, quien acompañó a los jóvenes en la espera del cese al fuego por parte de los paramilitares, quienes lanzaron botellas de vidrio con bencina en los alrededores.
El ataque comenzó el viernes en la UNAN, a causa de la tercera jornada consecutiva de protesta contra el Gobierno de Ortega, caracterizado por el uso excesivo de la fuerza.
La casa de estudios lleva dos meses en toma, tras el movimiento estudiantil iniciado el 18 de abril. Desde aquel entonces, el conflicto ha dejado más de 350 muertos y unos dos mil heridos según organismos de derechos humanos. El Ejecutivo sólo reconoce 49 fallecidos.
"Querían desalojar la UNAN. Ya lo lograron ¿Ahora pretenden asesinar a todos los jóvenes que están refugiados en esta iglesia? Pedimos un poco de conciencia y respeto en el nombre de Dios", afirmó Zamora.
El operativo policial fue transmitido por los estudiantes a través de redes sociales, mientras que la policía, hasta ayer, no entregaba su versión sobre lo ocurrido.
Dos fallecidos
Entre el campus y la parroquia, un joven falleció y "al amanecer descubrimos el cuerpo de otro estudiante a la orilla de la iglesia", relató un periodista de Canal 15 que buscó asilo en sagrado junto a los universitarios.
"¡Hay que sacar a toda la gente! ¡Hay que parar esta masacre!", escribió en su cuenta de Twitter el obispo Auxiliar de Managua, Silvio Báez.
"Pareciera que estuviera conmigo el ejército más peligroso del mundo que atacan con tanta saña, Dios les perdone", añadió el sacerdote.
El asedio policial hizo que varios estudiantes enviaran videos de despedida a sus familias y amigos: "Lo hice por la Patria y no me arrepiento, perdóname mamá, te amo", dijo una joven llorando en una grabación detrás de una barricada.
A medianoche de ayer, miembros de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia acompañados por decenas de ciudadanos, realizaron una caravana de autos que llegó hasta las cercanías de la parroquia, en apoyo a los universitarios. Aunque la policía les impidió el paso, los asistentes pasaron la noche en el lugar, horas en las que se sumaron más personas a la protesta.
Los cuerpos de las víctimas fatales fueron sacados del templo durante la mañana de ayer por voluntarios de la Cruz Roja, mientras los universitarios eran traslados en dos buses de la Iglesia hasta la Catedral de Managua.
Los universitarios fueron acompañados por el propio nuncio y otros obispos hasta el centro religioso más importante de Nicaragua, donde los esperaban sus familias.
"UNAN valiente aquí está tu gente" corearon cientos de personas en los alrededores de la Catedral para recibir a los jóvenes, trasladados mediante la intermediación de los sacerdotes ante el Gobierno.
El Presidente pidió a sus opositores "deponer la violencia" durante la tarde del viernes, durante un acto en la ciudad de Masaya, donde conmemoró una gesta guerrillera sandinista rodeado por decenas de paramilitares.
"El veneno del odio desató a los demonios en esos días de abril y estalló la violencia más irracional que nos podamos imaginar", dijo Ortega. "Tenemos que recuperar la paz que teníamos (y) avanzar en el proceso de recuperar la reconciliación", afirmó el Presidente, agregando, solo minutos más tarde, que "a veces es imposible reconciliarse".
Repudio internacional
El ataque en el campus fue condenado por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien escribió en su cuenta de Twitter: "Solicitamos que se detenga el ataque a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua y se proteja la vida de los estudiantes. Es inadmisible el uso de la fuerza contra la universidad. Cualquier desalojo debe de ser negociado", señaló el ejecutivo que este viernes analizó la situación del país durante una asamblea. "Existe una clara responsabilidad del Estado por la represión", agregó.
horas de disparos resistieron los estudiantes al interior de la iglesia, acompañados por los religiosos. 12