El Informe de Acción Global sobre Nacimientos Prematuros de la OMS asegura que en el mundo nacen cerca de 15 millones de prematuros en un año, considerando en esta categoría a bebés nacidos vivos antes de las 37 semanas completas de gestación, de los cuales más de un millón mueren debido a diversas complicaciones. El mismo informe asegura que de la tasa de neonatos prematuros está aumentando.
En nuestro país, un artículo publicado por el portal del Hospital Clínico de la Universidad de Chile asegura que el número de prematuros llega a los 3.700 cada año, de los cuales el 1,1% pesan menos de 1.500 gramos. Además la OMS advierte que el nacimiento prematuro es la causa principal de muertes de recién nacidos.
Entre las dificultades que enfrentan los neonatos prematuros se cuenta su incapacidad para alimentarse por sí mismos, por lo que deben ser nutridos tanto por vía enteral -a través de sondas directamente al estómago- o parenteral -por medio de la vía endovenosa. No obstante, hay un momento en que este tipo de alimentación debe necesariamente dar paso a la vía oral y ese instante se define cuando el niño presenta de manera coordinada la capacidad de succión y expresión.
Hasta ahora la única manera de identificar ese momento es un examen que realizan sólo algunos fonoaudiólogos con vasta experiencia, introduciendo su dedo meñique en la boca de los prematuros, midiendo de manera más bien subjetiva esta capacidad de succión y expresión. Conscientes de las dificultades y de las posibles imprecisiones que podría arrojar este examen, un grupo de académicos de la Escuela de Ingeniería Civil Biomédica de la Universidad de Valparaíso se encuentra desarrollando un dispositivo médico medidor de la capacidad de succión y expresión no nutritiva de neonatos, que en la actualidad no existe.
Esta iniciativa, que se enmarca dentro del proyecto PMI UVA1402 Innovación en Salud, es desarrollada por los doctores Pablo Reyes y Alejandro Weinstein y el ingeniero biomédico Sebastián Lobos, en conjunto con la contraparte clínica del Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, la fonoaudióloga Pamela Gómez de la UCI y UTI Neonatal y Pediátrica de dicho centro hospitalario.
El succionómetro
Según explica Sebastián Lobos, el dispositivo denominado succionómetro es "una mamadera que tiene sensores de fuerza capaces de medir expresión y presión negativa para la succión. En su interior tiene componentes electrónicos para el acondicionamiento y amplificación de las señales que medimos, junto a un dispositivo de comunicación que permite enviar los datos vía bluetooth hacia una interfaz gráfica desarrollada por nosotros ".
El ingeniero asegura que "el profesional a cargo del examen podrá ver la amplitud de los fenómenos de succión y expresión, analizando si existe sincronización en función del tiempo entre ambas señales. Al identificar los máximos y mínimos, los clasificará en una tabla ya determinada por la literatura existente y el neonato queda categorizado en función de su capacidad. De esa forma se puede saber de manera objetiva si está o no capacitado para alimentarse por sí mismo".
Pablo Reyes, coordinador de la iniciativa, explica que "como Escuela de Ingeniería Civil Biomédica UV recibimos la solicitud de desarrollar un indicador que permitiera eliminar la parte subjetiva del examen, orientado también a la docencia. Aceptamos el desafío y empezamos a trabajar para desarrollar un dispositivo con un alto grado de sofisticación, ya que por estar en un contexto de neonatos prematuros no tenemos margen de error. Todo debe ser perfecto, para asegurar el correcto funcionamiento y resguardar la salud de los recién nacidos".
Reyes agrega que "nuestro objetivo es que en el mediano plazo en cada unidad de neonatología exista un succionómetro porque permitirá optimizar y objetivar este procedimiento. Luego de una debida capacitación, distintos profesionales de la salud podrán aplicar el examen y no solamente un fonoaudiólogo experto, como ocurre hasta hoy".
Validación clínica y patentamiento
En la actualidad el dispositivo fue presentado al Instituto Nacional de Propiedad Industrial, INAPI, para su patentamiento y ya tiene aprobado el protocolo de validación por el Comité de Ética del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota. Durante este segundo semestre se espera que se inicie el período de validación clínica en el Hospital Gustavo Fricke.
"Durante la validación la fonoaudióloga realizará la evaluación con su dedo y luego repetirá el examen con el dispositivo sin tener acceso a los resultados para evitar un sesgo. No podrá mirar las curvas en la interfaz gráfica al evaluar la capacidad de succión y expresión de los neonatos para no verse influenciada. Finalmente deberá emitir un diagnóstico y así podremos comparar los resultados. De esa forma esperamos evaluar un total de treinta pacientes", explica Reyes.
Pamela Gómez, fonoaudióloga del Hospital Gustavo Fricke, asegura que "el aporte del succionómetro será evaluar presiones de succión de forma objetiva, valorada gráficamente, convirtiéndose además en una valiosa herramienta para docencia. Su validación clínica es a través de una prueba rápida y no invasiva, ya que es un instrumento estéril y no hay riesgo de corriente de fuga hacia el bebé. En Chile la investigación en esta área es muy escasa, más aun la succión en recién nacidos. Este dispositivo será de gran utilidad para medir etapas de succión y con esto valorar de forma objetiva si el recién nacido puede alimentarse o no".