Los avances en prevención de riesgos y seguridad laboral
C.D. / G.A.
Reducir los accidentes laborales es uno de los grandes desafíos de la Organización Internacional del Trabajo. En esa meta, los números de Chile en el último año arrojan una tasa importante de disminución, en el contexto de mejoras en la normativa y el surgimiento de una cultura organizacional donde el tema se asume como requisito para el desarrollo sostenible.
Lo dice Guy Ryder, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT): "El trabajo cobra más víctimas que la guerra: se estima que cada año mueren 2,3 millones de trabajadores debido a accidentes o enfermedades relacionados con él". Súmese a eso que, anualmente, los costos económicos asociados -directos e indirectos- llegarían a los 2,8 billones de dólares para entender porque aquí hay un desafío importante como Objetivo de Desarrollo Sostenible a nivel mundial.
Las estadísticas, eso sí, al menos en Chile, son promisorias en cuanto a accidentes laborales. Según los informes entregados por las mutualidades a la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), en 2015 la cantidad de eventos de este tipo en el país llegó a 232.265, disminuyendo a 231.599 el año siguiente y a 224.703 en 2017, lo que marca una baja del 0.46% y del 2.98% respectivamente.
"En los últimos años la tendencia a nivel país, en general, ha sido de una mayor preocupación por parte de las empresas, fundamentalmente por normativa, que es bastante más robusta y que ha estado en aplicación en los últimos cuatro o cinco años", explica Pedro Retamal, gerente V Región de la Mutual de Seguridad V Región.
A fines de 2017, el Gobierno actualizó el concepto de trabajador de la Ley 16.744, sobre accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, terminando con las distinción entre "empleado" y "obrero", y reemplazándola por la mención a "toda persona que preste servicios por cuenta propia o como dependiente de alguna entidad empleadora". El cambio consignó también que, en el caso que los empleadores no adhieran a alguna mutualidad, se establece por derecho la afiliación del trabajador al Instituto de Seguridad Laboral (ISL).
Prevenir no es una consigna reciente de la legislación laboral chilena, que desde fines de los 60 estableció que "cuando una empresa tiene más de 100 trabajadores, tiene obligación de tener un prevencionista de riesgos bajo el modelo de la OIT", como explica José Luis Araos, presidente del Colegio de Prevencionistas de Riesgos de la Región de Valparaíso. El especialista agrega que incluso se ha intentado ir más allá "después de lo sucedido con los mineros de la Mina San José. Se trató de hacer un cambio en la ley, pero no sabemos en que está. Uno de los cambios más relevantes era el de bajar de 100 trabajadores a 50 la obligatoriedad de tener un experto en prevención de riesgos".
Con todo, hay un nuevo énfasis en el tema preventivo, especialmente tras el lanzamiento de la Política Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo, lanzada en 2016. De ahí estrategias recientes de organismos como la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), que apuesta fuerte a la prevención en temas como las Lesiones Graves o Fatales (LGF).
"Si bien en los últimos años la tasa de accidentabilidad y la tasa de siniestralidad por accidentes del trabajo han registrado una importante reducción, los accidentes LGF se han mantenido en el tiempo tanto en términos de cantidad como en gravedad", explica Sergio Moya, subgerente regional de Operaciones de la ACHS. "Junto con Dekra - una de las principales consultoras en seguridad del mundo- hemos desarrollado un modelo de inteligencia que permite detectar y diferenciar los accidentes con alto potencial de gravedad, aunque estos hayan resultado sólo en una lesión leve, creando un índice que revela el nivel de exposición que tienen las empresas de lamentar una fatalidad dentro de su organización".
Tener un sistema de gestión de seguridad y salud laboral eficiente más integral es lo que busca el sello ISO 45001 estrenado este año por la OIT. La norma, básicamente, pone los temas de seguridad y prevención como parte la estrategia general de las organizaciones , enfatiza la participación de los trabajadores en esas materias y busca enfocarlas hacia la mejora del desempeño.
María Violeta Silva, seremi del Trabajo y Previsión Social de la Región de Valparaíso, enfatiza la importancia de crear una cultura más holística en la materia, y que por lo mismo tiene implicancias de sostenibilidad: "Las empresas deben comprender que la existencia y cumplimiento de los planes de seguridad no sólo significan un beneficio económico y de disminución de costos, sino que, por sobre todo, al mejorar la calidad de vida y la seguridad de sus ambientes de trabajo, se traduce en trabajadores motivados y que, en definitiva, contribuyen al mejoramiento de la productividad de sus propios negocios".
"En la medida que las empresas robustecen su gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo se genera un círculo virtuoso que impacta a la organización como un todo. El valor fundamental es relevar la dignidad de los trabajadores y la disminución de la accidentabilidad es la expresión del cuidado que debemos tener por la vida y salud de todos los colaboradores", afirma Sergio Moya, subgerente regional de Operaciones de la ACHS. "Así, en la medida que las empresas tienen menos accidentes, se incrementa la eficiencia operacional, de costos, la productividad, además la imagen de marca se vuelve más fuerte y consistente. Lo anterior también mejora el clima laboral, ya que se incrementa el sentido de pertenencia de los colaboradores junto con propiciar que se generen relaciones fluidas con los sindicatos y con la comunidad en general".
" (Para las empresas) Mejorar la calidad de vida y la seguridad de sus ambientes de trabajo, se traduce en trabajadores motivados y que, en definitiva, contribuyen al mejoramiento de la productividad de sus propios negocios".
María Violeta Silva, Seremi del Trabajo y Previsión Social de la Región de Valparaíso"
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Las cifras y los pendientes en la
Región de Valparaíso
Siguiendo la tendencia nacional, en la Región de Valparaíso hubo entre 2016 y 2017 una notoria baja de accidentes laborales. Se disminuyó de 16.731 casos a 15.904, lo que marca una diferencia del 4.9% entre uno y otro período.
La seremi regional de Trabajo y Previsión Social, María Violeta Silva, indica que "a la luz de los hechos y las cifras, es indudable que la conciencia de los empleadores en materia de seguridad y bienestar laboral ha mejorado gracias a los esfuerzos en educación y capacitación que realizan las mutuales, el Instituto de Seguridad Laboral, los comités paritarios y departamentos de prevención de riesgos de las empresas, a lo que debemos sumar el compromiso de los trabajadores y trabajadoras por el autocuidado".
En esa última línea va una de las apuestas de GNL Quintero. El terminal trabaja con el programa BAPP (Behavioral Accident Prevention Process), pionero en Chile y que se basa en la observación de conductas de seguridad entre quienes se desempeñan en la planta, para detectar comportamientos riesgosos. Dicha información se registra en un software especial que permite gestionar la solución, fortaleciendo la cultura interna de prevención y seguridad, y en 2017 permitió llevar más de 1.300 observaciones.
Similar es la estrategia de British American Tobacco (BAT) Chile. "Hay una implementación que nosotros hemos hecho desde hace un par de años, que es una metodología de prevención de riesgo llamada Pulsar, en la cual los mismos trabajadores se van rotando y ellos son observadores, evaluadores y evaluados", explica Felipe Bustos, gerente de Comunicaciones de BAT Chile. "Cuando tú observas aprendes a seguir los comportamientos seguros y a decir los que no lo son. Es una metodología basada en la observación y la participación", agrega.
En el caso de AES Gener subrayan el aporte de sus "caminatas de seguridad, donde los líderes interactúan con las personas en terreno recogiendo inquietudes y propuestas de mejoras de seguridad y salud ocupacional", como indica Karin Niklander, gerente de Comunicaciones. A ello se suma que en la compañía "mensualmente se realizan charlas de seguridad obligatorias a las que deben asistir todos los trabajadores. En ellas se abordan temáticas generales de prevención de riesgo, salud ocupacional y análisis de lecciones aprendidas de incidentes, entre otros".
Un paso más específico en el tema de seguridad es el que se observa en ENAP Refinería Aconcagua. Además de fomentar el autocuidado con su Política Corporativa de Prevención de Adicciones, junto a sus empresas colaboradoras, federaciones de trabajadores y el Servicio Nacional de Prevención y Rehabilitación en Drogas y Alcohol (SENDA) de la Región trabaja en programas preventivos de ese tipo de consumos en espacios laborales tanto para trabajadores propios como para contratistas.
Pese a que han bajado las cifras de accidentes laborales, la Región presenta un índice que supera al indicador nacional. Mientras en promedio en Chile 3,4 de cada 100 trabajadores sufren un accidente al año, a nivel regional la cifra es de 4,4 por cada 100.
Hay un desafío pendiente, y para José Luis Araos, del Colegio de Prevencionistas de Riesgos de la zona, un motivo puede ser que "hay baja fiscalización. En la provincia de Quillota hay dos fiscalizadores, por ejemplo, para todo el agro. Falta capital humano para fiscalizar, que está en la seremi del Trabajo y seremi de Salud".
Para Arnaldo Labarra, director nacional (s) del IST, hay también "temas emergentes como la seguridad y salud en los lugares de trabajo de empresas de menor tamaño, en la modalidad de teletrabajo, de trabajadores/as independientes, de trabajadores/as inmigrantes, de la incorporación de perspectiva de género en materias de seguridad y salud en el trabajo".
"Son todos aspectos relevantes y que deben en el mediano plazo ser abordados, no sólo a nivel regional sino que responden a un lineamiento nacional, más aun contemplando la existencia de una Política Nacional de Seguridad en el Trabajo, que busca aumentar los niveles de prevención de riesgos laborales hacia aquellos de países desarrollados", agrega.
Mientras a nivel nacional la mayor tasa de accidentes de trabajo de 2017 se relacionó con sectores como el comercio y rubros como la reparación de vehículos, en la V Región la mayoría de estos incidentes ocurrieron en el sector Servicios (ver infografía). En oposición, Araos destaca los avances regionales en rubros como el agro, la pesca y la minería. "Son los sectores donde más se analizan los índices de seguridad (…) La construcción también ha crecido bastante en el área de prevención de riesgo; hay prevencionistas en casi todas las empresas constructoras. Y en el agro, por ejemplo, a partir de 2016, desde que se dieron cuenta del impacto de la radiación ultravioleta, empezó a sentirse la mano de lo que es la prevención de riesgos".
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El mercurio de valparaíso | Martes 28 de agosto de 2018 | 17