Paola Passig

Para el secretario general de la UDI, Issa Kort, no se pueden comparar los conceptos de "bingos", con el cual arremetió el exministro de Educación, Gerardo Varela, y que le costó el cargo, y la "retroexcavadora" que impuso el senador PPD Jaime Quintana. A su juicio, son constructos con sentidos distintos. La del parlamentario PPD, advierte el diputado gremialista, muestra la impronta destructiva del gobierno anterior y que contrasta, subraya, con la actitud del Presidente Piñera que decidió cambiar un ministro a 5 meses de gobierno porque "no optó defender un programa ideológico, sino que defender un programa de gobierno que refrendó la ciudadanía".

- ¿Qué le parece la arremetida de fiscalizaciones de la oposición?

- Me parece grave que la oposición, especialmente la izquierda, esté no usando, sino que abusando de instancias que la propia Constitución otorga a los poderes del Estado, especialmente el poder legislativo para ser un contrapeso. Y están abusando ya que están ocupando cualquier excusa para utilizar, de forma y de fondo, lo que los propios juristas llaman una bomba atómica constitucional. Aquí se está queriendo ocupar la ideología para tergiversar con usufructos que son un poco mañosos de parte de estos parlamentarios. Esto habla de ambición por querer dañar el Estado de Derecho, querer poner en tela de juicio a todas las autoridades porque lo que se busca acá, más que un punto político, es uno ideológico. Por eso para la UDI esta situación es preocupante; no compartimos ni la forma, ni el fondo y creemos que es un abuso de una herramienta que debe ser bien utilizada.

- La oposición vuelve a unirse en torno a la temática de los derechos humanos. ¿Lo ve así?

- Las ambiciones logran superar la responsabilidad política. ¿Y sabe por qué lo digo? Porque vemos que hay una ambivalencia de parte de muchos sectores de la centroizquierda chilena. Entonces, son capaces de alzar la voz, y con justa razón, pero también es inaceptable el silencio que guardan respecto a los casos de Venezuela, Cuba, Nicaragua o Corea. Nos preocupa que los derechos humanos se estén usando con fines ideológicos y políticos, y no con los fines de restituir la memoria y de restituir aquello que nos dividió como país. Yo, como parlamentario de una nueva generación de la derecha chilena, me siento con total compromiso, respeto y responsabilidad respecto a los derechos humanos, entendiendo que estos son para todos y sobretodo en los casos horrorosos que hemos vivido en el pasado que nos deben enseñar para entender el pasado y no para tensionar el futuro.

- ¿Estas herramientas de fiscalización se pueden desgastar?

- Claro. Es lo más irresponsable que he visto en el último tiempo. En poco más de cinco meses son dos intentos de acusaciones constitucionales, dos interpelaciones, una acusación contra un fiscal nacional. Este tipo de situaciones podrían denotar una crisis integral del Estado de Derecho y aquí yo quiero resaltar la responsabilidad que ha tenido el Presidente de la República en tanto jefe de Gobierno, para mi jefe de Estado, y plantear que se está haciendo un abuso de esta herramienta constitucional porque muchos de estos parlamentarios sienten que los jueces actúan bien cuando actúan acorde a lo que ellos creen es aplicar justicia. Por ejemplo, si alguien cree que el ministro Hugo Dolmestch ha demostrado ser una persona cercana a algún sector de la derecha se puede equivocar garrafalmente. El propio Dolmestch ha condenado a militares por violaciones a los derechos humanos y cuando los mismos ministros fallan acorde a algo en lo que no están de acuerdo, son sujetos a la mayor sanción política que otorga la Constitución como es la acusación constitucional. La destitución, a partir de una acusación constitucional, es de la máxima gravedad contra un funcionario que ha hecho una carrera, en este caso en el poder judicial y esto viola la correcta separación y función de los poderes del Estado.

- La fallida acusación constitucional contra el ministro de Salud fue impulsada por el FA. En el caso de los ministros es transversal al interior de la oposición y, por lo tanto, puede tener mayor viabilidad, ¿no?

- Tengo muchas dudas de que alguien, sólo con comprensión de lectura, tenga la capacidad de aprobar en la forma y en el fondo esta acusación constitucional. Aquí no hay que ser abogado para entender que esta es una jugarreta política que pone de manifiesto la ambición ideológica que tiene la izquierda. La ciudadanía quiere a la izquierda haciendo propuestas de país y no dándose gustitos personales que no conducen a nada más que a desestabilizar al sistema democrático, el Estado de Derecho y la separación de los poderes del Estado.

- ¿Qué le parece la decisión del PDC de exigir la renuncia del Luis Castillo, subsecretario de Redes Asistenciales, acusado de obstruir la investigación por la autopsia realizada al ex Presidente Eduardo Frei y de impedir su ingreso a las comisiones del Congreso?

- Los partidos son autónomos de tomar las decisiones que quieran. Ellos tienen que responder a sus militantes, y a su electorado. Si con esa estrategia están cumpliendo el objetivo de poder llevar a cabo lo que la gente espera, bueno. Aquellas personas que están esperando una atención o una operación, o poder influir en políticas públicas que le mejoren la calidad de vida a la gente, no sé si merecen este bloqueo. Yo respeto mucho la figura histórica, política y personal del ex Presidente Frei Montalva, y creo que la justicia debe actuar, pero querer hacer justicia a través de herramientas políticas, no sé si el propio Frei Montalva las hubiera usado. Por eso quiero hacer un llamado a la reflexión de que la justicia, como un poder del Estado, tenga todas las herramientas para poder cumplir su labor y que los políticos nos dediquemos para lo que la gente nos eligió y que no es hacer justicia. Yo lamento la situación, pero insisto, es una decisión que toma autónomamente el PDC y ellos tendrán que ver si la estrategia es la correcta o no.

- ¿En qué sentido?

- Aquí los únicos perjudicados son las personas más humildes de este país. No sé si algunos parlamentarios de la DC se atienden en algún consultorio que podría estar paralizado por esta decisión; ellos se atienden en clínicas privadas. Por eso invito a reflexionar de que se puede hacer una oposición política consecuente, enérgica, coherente pero no trabar las decisiones que toman las autoridades y que van en directa relación con políticas públicas que afectan y benefician a la gente más humilde. La salud está siempre en estado de alerta y aquellos que llevan meses o años esperando una operación son los más perjudicados.

- ¿Las fiscalizaciones son una forma de aglutinarse de parte de una oposición que está claramente dividida?

- No soy quien para catalogar cuál es la mejor estrategia que puede seguir la oposición para poder reunirse. Lo que sí me gustaría, y lo digo como político y con mucha responsabilidad -porque vengo saliendo de ser oposición y siempre que se pudo lo hice así- es hacer una oposición constructiva y propositiva, una oposición democrática donde se acepte la alternancia del poder. Y que no se les olvide que fue la ciudadanía la que por una amplia mayoría eligió a Sebastián Piñera como Presidente. Y lo eligió para que gobernara el país, no para darle gustitos políticos a algunos partidos. Por eso yo llamo a la oposición a que sea oposición, pero ordenada, constructiva y colaborativa. Es injusto culpar a todos, porque veo personas que sí son colaborativas, pero las cúpulas partidarias no están dispuestas a ceder o a transar y al final la única perjudicada es la democracia chilena.

"Es grave que la oposición, especialmente la izquierda, esté abusando de instancias que la propia Constitución otorga a los poderes del Estado" "Aquí no hay que ser abogado para entender que esta es una jugarreta política que pone de manifiesto la ambición ideológica que tiene la izquierda" "Nunca compartí el diagnóstico tan liviano de que había sequía legislativa. A quienes piensan así los invito a mirar el vaso medio lleno. El Presidente hace propuestas con responsabilidad""