"En las asignaciones a regiones podría estar comenzando un uso político de los recursos"
"No hemos logrado que el Congreso tenga más presencia y tener una oficina presupuestaria permanente", se lamenta el diputado y presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara, Pablo Lorenzini (DC), al evaluar el proyecto de Presupuesto 2019 que ingresó al Parlamento la semana pasada. "Es mucha la información que hay que analizar en tiempo récord y aunque en el papel las cifras de los distintos ministro de Hacienda parecen bonitas, a veces no se cumplen y vienen las reasignaciones y traslado de fondos hacia otras áreas", agrega, remarcando también que "en estos aumentos de un día para otro y de cómo se hacen efectivos, se puede caer en populismo".
- Con la experiencia que tiene en esta materia, ¿qué es lo que más le inquieta del Presupuesto 2019?
- A mí lo que me preocupa, más allá de las cifras de gastos, es la baja inversión. He advertido que incluso hay un poco de desempleo y lo que genera más empleo es la inversión. No sé si querrán hacer más concesiones, pero eso se demora. Entonces, no deberíamos cometer el error que se comete siempre y en todos los gobiernos, de que recién se comienza con la inversión en abril y se pierde el primer trimestre. Y lo que sucede es que en el último trimestre y por cumplir, a la carrera, se hacen licitaciones al lote. Deberíamos inyectar más inversión y hacerlo efectivo desde enero.
- ¿Hay otro ítem que le parezca destacable? ¿Hay un efecto de la reforma tributaria?
- Sí. Tiene que ver con la reforma tributaria, pero también con el presupuesto, y es que hasta agosto el rendimiento de la reforma tributaria, que tanto se ha criticado, no ha sido malo. Hay un incremento y si eso continúa, entonces esperamos tener, a través de aquello, más recursos de los que están establecidos.
- ¿Se puede cuantificar ese incremento?
- Sí. Creo que debieran entrar ahí del orden de los 400 o 500 millones de dólares más de lo que estaba presupuestado.
- ¿Cuáles son los ítems donde hay más inversión?
- Salud es donde más se invierte. El tema es que todos los gobiernos han hecho lo mismo. El tema es que es de los más bajos en cuanto a cumplimiento. Estamos en agosto y el cumplimiento es ahí nomás. No sacamos nada con inyectar recursos a Salud si no vamos a hacer más gestión, más control y más fiscalización para que la parte presupuestada se vaya a cumplir.
- El Gobierno remarcó un aumento de un 6% respecto al año pasado. ¿Le parece bien?
- Es un aumento de casi 500 mil millones de pesos en Salud y luego sigue Educación, con 300 mil millones. Pero el tema es que eso efectivamente se utilice y no esté sólo numéricamente, porque al final, por una razón u otra, ya sea gasto o inversión, no se aterriza. Y me preocupa, lo mismo que en educación.
- ¿La gratuidad está asegurada?
- Son 800 mil millones, o sea, ahí hay más de la mitad del incremento del presupuesto del próximo año en ese ítem. El tema es que es mucha plata y la experiencia dice que no necesariamente, y estoy hablando de cualquier gobierno porque no estoy atacando a nadie, no se utiliza. Y después vienen las reasignaciones y vía decreto nomás, sin pasar por la comisión mixta, ni por la Cámara ni el Senado. Se reasignan recursos y se dirigen hacia donde el ministro de turno quiera mandarlos. Al final, se utilizan como un sistema para "bypasear" al Congreso. Conceptualmente sí: Salud y Educación son ítems donde hay que inyectar recursos. Es mucha la plata, es más de la mitad del incremento, pero ¿quién me asegura que eso se va a concretar, que se va a hacer en forma adecuada y cumpliendo los objetivos? Y es en el seguimiento y fiscalización en esos dos ministerios donde tengo dudas de que no vayan a quedar platas dando vueltas para después reajustarlas.
- Se señala que el 50% del presupuesto se iría a regiones. ¿Es lo correcto?
- Es que ahí también tenemos un problema que lo estuvimos viendo en la bancada. Porque si uno mira las regiones, es La Araucanía a la que más se le da, pero hay otras a las que prácticamente no se les entrega nada. En mi Región del Maule aumentó un 1%. Hay muchas diferencias y cada parlamentario tendrá que ver el tema de sus regiones. Los aumentos son disímiles y según el ministro se trata de un sistema en que el 90% se asigna en base a cuestiones teóricas, como la población, cuánto ganan, etc. Si es así le dije al ministro que hay que cambiar la ley porque depende de las circunstancias y las cosas van cambiando. Entonces, no puede asignar el 90% de los recursos a regiones a través de una fórmula porque hay muchos otros factores y, por lo tanto, debería haber una discrecionalidad mayor de acuerdo a las circunstancias y no a través de una fórmula. Unas suben uno, dos, tres y seis por ciento. No tiene lógica, porque La Araucanía, y con mucho respeto digo, se lleva casi todo.
- Estamos a un año y medio de la elección de gobernadores regionales... ¿Incidirá este aspecto en la asignación de recursos?
- Yo no quise entrar ahí, pero ya que usted lo dice, lo ponemos. Y claro, aquí quizás puede estar comenzando un uso político de los recursos destinados a regiones de acuerdo a las expectativas que pueda tener el Gobierno en cuanto a regiones donde pueda sacar gobernadores regionales. Y con estas asignaciones se puede estar potenciando aquello. No estoy afirmándolo, pero le entra a uno la duda de que pueda ser así.
- ¿La vocación descentralizadora debiera también reflejarse en el diseño presupuestario?
- Estamos peleando que la reforma tributaria también juegue ahí. El mismo ministro ha dicho que esos recursos pueden venir a través de otras leyes, pero ya estamos a año y medio de la elección y esto ya debiera tener ciertos criterios parejos. Hemos planteado, por ejemplo, que el 1% de lo que generan las empresas que estén en regiones -en mi caso tenemos forestales, otras tienen activad minera o pesquera, etc.- quede en esas regiones al arbitrio y a las decisiones de las autoridades regionales. Que haya mayor capacidad de los gobiernos regionales de decisión y que no todo tenga que pasar por Santiago. En este presupuesto -aunque algo viene, pero tímido- se debiera potenciar el proceso descentralizador que llegará en unos años más.
- ¿Pero se avanza en el actual presupuesto?
- Hay algo por encima, pero no conceptualmente de "vamos hacia allá" o una cosa expresa.
- Se ha cuestionado mucho el uso de glosas presupuestarias. ¿Es una práctica poco sana?
- Las hemos usado todos. Nosotros también cuando hemos sido gobierno. En las glosas se dejan ciertas coberturas, pero hay que verlo bien porque las glosas pueden ser interpretadas como un pase para hacer cosas distintas. Por eso que hay que tratar de que las cosas sean claras y específicas y no que queden genéricas.
- ¿La baja inversión se puede revertir?
- Bueno, ese es el debate que estamos haciendo y no dicen que se van a hacer concesiones para que inviertan los privados, pero hemos visto lo que pasa en los hospitales o en los jardines infantiles. Fallan o dejan los trabajos a medio camino. Entonces, estos procesos no se pueden hacer de un día para otro; son procesos que se demoran.
"Hasta agosto el rendimiento de la reforma tributaria, que tanto se ha criticado, no ha sido malo. Hay un aumento y debieran entrar ahí del orden de los 400 o 500 millones de dólares" "No se puede asignar el 90% de los recursos a regiones a través de una fórmula. Los aumentos son muy disímiles y no tienen lógica, porque La Araucanía, y con mucho respeto lo digo, se lleva casi todo""
"No deberíamos cometer el error que se comete siempre de comenzar la inversión en abril y en el último trimestre y por cumplir, a la carrera, se hacen licitaciones al lote""