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González: "Las horas extras eran legales, legítimas y necesarias"

VIÑA DEL MAR. Diputado del PPD y exalcalde de la comuna, coincidió con diagnóstico de Vicente Fraile y aseguró que polémica de horas extras "se descuadró" en administración de Reginato.
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Rodrigo Navarrete N.

"Esto se descuadró completamente bajo la administración de la alcaldesa Reginato y ella es la directa y principal responsable, porque es ella la única que puede autorizar esas horas extras. En el sistema municipal son los alcaldes los que autorizan el tema de las horas extras". De esta manera, el diputado Rodrigo González (PPD), respondió a las declaraciones que dio a este Diario, el exdirector del Departamento de Personal de la Municipalidad de Viña del Mar, Vicente Fraile, sobre el origen de las polémicas horas extras.

Si bien el exfuncionario del municipio de la Ciudad Jardín reconoció que el tema de las horas extras se inició durante el período en el que el actual diputado por Viña del Mar era el alcalde de la comuna, sostuvo que esto se llevó a cabo con el objetivo de mejorar los bajos sueldos de los funcionarios de menor rango, y que poco a poco todo se transformó en un "clientelismo funcionario".

En ese contexto, el diputado del PPD afirmó que éstas "son una medida legal, legítima y necesaria, donde si son bien administradas, tal como ocurrió durante mi administración, no debieran generar ningún problema. Nosotros aplicamos el sistema de horas extras especialmente a los funcionarios, para las necesidades de la Municipalidad porque, en esa época, era un municipio que tenía un 10% (150-200) de los funcionarios a honorarios que tiene ahora".

"Después -agregó- vino el período del alcalde Kaplan y eso se mantuvo más o menos similar al período mío y no hubo anomalías importantes. Éstas anomalías se produjeron en el período de la alcaldesa Reginato, y especialmente, en este último período. Esto se transformó en un sistema de sobresueldos permanente, donde los principales beneficiarios fueron los directores municipales y no los trabajadores. Fue un sistema de cooptación, sujeción y subordinación del aparato municipal, especialmente de los directores a una obsecuencia e incondicionalidad con la alcaldesa. Es un sistema viciado que echó a perder toda la orgánica municipal".

Es por ello, que el parlamentario coincidió con el exdirector del Departamento de Persona de la Municipalidad respecto al "clientelismo funcionario", y fue más allá indicando que "es una dependencia obsecuente y que no tiene ninguna justificación en la objetividad, la regularidad y la normalidad que tiene que tener el funcionamiento del aparato público y del sistema público chileno. Los directores municipales se convirtieron en títeres de la alcaldesa y han aceptado que funcionarios honorarios los suplanten y se rompa la orgánica municipal".

Por su parte, el diputado Andrés Celis, quien entre el 2000 y el 2016 fue concejal de la ciudad, reconoció que en sus declaraciones, así como en su diagnóstico, Vicente "tiene toda la razón", y que en lo referido al 'clientelismo funcionario', esto siempre estuvo "respaldado por Contraloría regional y Contraloría interna".

"Nunca me vi enfrentado a un informe de Contraloría interna, o regional, que me dijera que esto era absolutamente ilegal y que debía, de alguna forma, denunciarse al Ministerio Público, o bien, adecuarse a la normativa vigente", dijo.

Por lo mismo, el parlamentario de RN aseguró que "si yo hago una autocrítica de cuando estuve como concejal es no haber exigido, al contralor nacional de la época, que interviniera en el tema. Siempre me quedé en el tema a nivel regional y nunca acudí al Contralor General de la República, creo que era un tema para que él hubiese intervenido".

En tanto, el concejal Víctor Andaur (PC), señaló que, en el fondo, la situación de las horas extras "es una mala práctica que deriva en un mal necesario para seguir manteniendo el poder y donde también calzan los honorarios. No olvidar que desde el 2005 estaba la figura de los sobresueldos del Casino, que favorecían a los más connotados. La consigna es mantenerse cómo sea, no importando el precio ni la forma. Entonces, al final, pagan la ciudad y sus habitantes. Es un hecho más que demuestra la crisis moral que vivimos".

Asimismo, la concejal Laura Giannici (DC) indicó que "yo comparto la mayoría de las cosas que dice Vicente, sobre todo en que aquí se dejó hacer las cosas". Pese a esto, la edil dejó claro que acá no existe responsabilidad de los funcionarios debido a que en su momento no se tomaron las medidas necesarias.

"Tal como lo dije en su momento, la culpa no es del chancho, sino que del que le da el afrecho. Acá se dejó hacer, se quiso tener contento a los funcionarios y no se tomaron las medidas. Creo que las horas extras son exageradas y soy una convencida de que se debe cambiar la Ley Orgánica Municipal, puesto que es el sistema el malo".

Finalmente, y apuntando directamente al diputado González, el concejal Jaime Varas (UDI) aseguró que los dichos del exdirector del Departamento de Personal del municipio viñamarino demuestra el "nefasto" legado que el diputado dejó en la comuna durante su período como alcalde.

"Fue nefasto no sólo en la administración de la ciudad, no sólo hacia fuera del municipio, sino que también en el sistema interno. Dejó un nefasto legado que hasta el día de hoy se está pagando. Lo que hoy día tenemos como sistema de funcionamiento administrativo interno es parte del diputado González, y por eso, cuando surge este conflicto de las horas extras, creo que lo inhabilita moralmente para hablar de este tema", expresó.

"Esto se descuadró completamente bajo la administración de la alcaldesa Reginato y ella es la directa y principal responsable"

Rodrigo González, Diputado PPD"

150 funcionarios a honorarios es el número aproximado de personas que estaban en el municipio antes de que se iniciara la primera administración de la actual alcaldesa, Virginia Reginato.

2010 fue el año en que según el exdirector del Departamento de Personal de la municipalidad de Viña del Mar, Vicente Fraile, la situación de las horas extras se empezó a "escapar de las manos".