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Comercio saca cuentan alegres tras fin de semana más largo del año

TURISMO. Un balance positivo realizaron diversos actores del turismo, en especial por el 80% de ocupación hotelera. Desde la madrugada de hoy comenzó plan para la "operación retorno". FRONTERA. Gobernación de Los Andes implementará plan de contingencia para evitar problemas en el retorno a Chile.
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Víctor Chandía G.

La masiva llegada de turistas a la Región, por el fin de semana más largo del año, habría cumplido las proyecciones estimadas. Al menos de manera preliminar. Así, en el rubro hotelero las cifras de pasajeros proyectadas por las autoridades fueron las que se esperaban para estos días. Por otra parte, el plan de contingencia diseñado por Carabineros para el ingreso de vehículos desde la Región Metropolitana hacia Valparaíso por la Ruta 68 fue efectivo ya que no se generaron mayores inconvenientes, pues las diversas medidas de mitigación vehicular que se aplicaron tuvieron resultados.

Como es recurrente en fines de semana largos como éste, Viña del Mar es el destino favorito de los turistas. Las buenas condiciones climáticas acompañaron los día de relajo y donde algunos aprovecharon de disfrutar de la gastronomía en el borde costero, además de los famosos caracoles gigantes que tiñen de colores el Muelle Vergara.

Pero la comuna no fue la única que tuvo un flujo masivo de visitantes. En Quintero, llegaron cerca de 4.000 personas por día hasta la fiesta costumbrista que se desarrolló durante todo el fin de semana en el estadio Raúl Vargas Verdejo. Hay que recordar que la celebración de las Fiestas Patrias se tuvo que suspender en septiembre a raíz de los episodios de contaminación que sufrió la zona, sumado a la alerta amarilla que se decretó por parte de las autoridades.

A eso se sumó que el viernes pasado se realizó la preparación del sandwich de pescado más grande del mundo, que midió un total de 81 metros, rompiendo un récord mundial. Esta actividad estuvo organizada por los comerciante de Quintero, junto al apoyo del municipio local, y congregó a más de 400 personas en la plaza Ignacio Carrera Pinto.

En la Región, el peak de la concentración de turistas se vivió durante los días viernes y sábado, donde la reservas de los hoteles bordeaban el 81% en Valparaíso, Viña del Mar y Concón, y más de un 82% en Olmué y el sector del cerro La Campana, cifras muy parecidas a las proyectadas por la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso (CRCP), donde esperaban que la ocupación promedio de los alojamientos turísticos fuera de un poco más de 87%. El 85% de las reservas fueron realizadas por visitantes provenientes de la Región Metropolitana y cuya estadía alcanzaba un promedio de 2 a 3 noches.

Piero Gómez, recepcionista del Hotel Boutique Thomas Somerscales de Valparaíso, indicó que el flujo de pasajeros durante el fin de semana fue muy bueno, señalando que "desde el miércoles hasta el día domingo tuvimos en promedio entre seis y ocho habitaciones ocupadas, lo que significa la totalidad de nuestra capacidad. Cuando proyectamos este fin de semana, hace más de 14 días, presumíamos que el ambiente iba a estar movido y así fue, ya que durante estos tres días vendimos todo".

Para María Teresa Solis, gerenta del Hotel Gala de Viña del Mar, el balance fue positivo. "Hubo bastante gente, nosotros creemos que un poco más del 80%. Jueves y viernes fueron de bastante afluencia, sin que ello implicara algún tipo de colapso o algo por el estilo. En general se ve que salieron un poco menos de autos desde Santiago de los que realmente se esperaban. Sin embargo, sumando y restando el saldo es positivo. Hay una serie de industrias, no sólo el alojamiento, que crecieron durante este fin de semana y que básicamente van de la mano, como la alimentación, los traslados, el retail; esto es interesante para cualquier ciudad turística. El clima jugó un papel importante, lo que nos favoreció y por lo demás, la seguridad que representa la Región en términos de atractivos, los que son muy llamativos para los turistas".

Desde Abertis, concesionaria a cargo de la ruta 68, realizaron un positivo balance del ingreso de vehículos desde Santiago a Valparaíso y donde no se registraron mayores inconvenientes. Por la ruta ingresaron en dirección a la costa, aproximadamente 75 mil vehículos. Durante el día miércoles se registró el ingreso de poco más 28 mil automóviles, el jueves entró una cantidad estimada de 38 mil y durante la mañana del viernes alrededor de 6 mil.

Respecto al retorno de los vehículos, señalaron que "estimamos que hoy (domingo) va a ser el día de mayor peak, sobre todo después de la hora de almuerzo; por eso, el llamado a la gente es a que ojalá el retorno lo pueda realizar el domingo temprano y en cierta forma se preocupen de planificar su viaje y se informen. Tenemos una cuenta de Twitter donde estamos comunicando sobre la situación on line de la ruta, además de la plataforma web, que también da cuenta de lo que está sucediendo".

La medidas de regreso hacia la capital comenzaron a partir de ayer. Para hoy se implementarán la gestión 4x1, en la que se habilitarán 4 pistas en dirección a Santiago entre el enlace Algarrobo y plaza del peaje Zapata, entre las entre las 11:00 y las 23:00 horas; el cierre de una tercera pista en el sector Panguiles, por la calzada izquierda para canalizar el flujo de retorno a contar de las 09:00 horas hasta su disminución; y la implementación de un sistema de pistas 3x1, donde se habilitarán 3 pistas en dirección a Santiago desde el peaje Lo Prado, hasta pasado Vespucio entre las 11:00 y las 23:00 horas. Además de la tarifa de 1000 pesos para los vehículos livianos, entre las 00 y las 12 horas.

Por el paso fronterizo Los Libertadores circularon en dirección a Argentina, durante los días miércoles, jueves y viernes un total de 2.700 vehículos y aproximadamente 100 buses. Si bien en el sector chileno del complejo no se registraron mayores inconvenientes, en el sector argentino sí hubo atochamientos que generaron una demora de más de 6 horas para ingresar a Mendoza.

El corredor internacional preparó un operativo de retorno para evitar colapsos en el sistema de migración. En ese aspecto, el comisario Julio Vega, jefe de la Policía Internacional Los Andes, indicó que "acá estamos preparados para recibir y atender la cantidad de gente que salió estos días. Para hoy tenemos habilitada la explanada que está bajo la nave central del complejo, la que se va a preparar para que se estacionen los automóviles acá, para evitar la fila de vehículos por la ruta y hacer más ágil el proceso de control migratorio". Se trata, agregó, "de una medida que ya se ha implementado en otras ocasiones parecidas y que ha dado excelentes resultados logrando bajar las horas de espera en el control".

Respecto del plan de contingencia para el retorno de los vehículos que traspasaron la frontera por el Paso Los Libertadores, el gobernador de la provincia de Los Andes, Sergio Salazar, recalcó que "estamos muy bien preparados; tenemos la experiencia del fin de semana del 18 de Septiembre y nuestras estadísticas nos indican que va a retornar un número similar de vehículos al que pasó por nuestra frontera en estas fiestas; en el fondo estamos hablando de cerca de 9 mil personas".

"Hemos dispuesto personal adicional en todos los servicios; incluso habilitamos un espacio contiguo al complejo, para que sirva de estacionamiento para los vehículos al momento de hacer sus regularizaciones en frontera, pero todo va a depender de la cantidad de gente que pase durante la madrugada. Si bien uno siempre está preparado para el arribo de cierta cantidad de personas, no hay cómo saber el número de vehículos que pasarán en determinadas horas", indicó.

En el lugar se espera que el peak de flujo vehicular se produzca en la tarde de hoy domingo, por lo que se dispuso el funcionamiento de la totalidad de las casetas de atención.

"Desde el miércoles hasta el día domingo tuvimos en promedió entre seis y ocho habitaciones ocupadas, lo que significa la totalidad de nuestra capacidad".

Piero Gómez, Hotel Boutique Somerscales"

"Hemos dispuesto personal adicional de todos los servicios, incluso habilitamos un espacio contiguo al complejo, para que sirva de estacionamiento para los vehículos".

Sergio Salazar, Gobernador de Los Andes"

El sol acompañó a los visitantes

Durante todo el fin de semana la Región de Valparaíso estuvo marcada por las buenas condiciones climáticas, lo que permitió que los visitantes disfrutaran aún más los atractivos de la zona. Como principal destino turístico se destacaron fundamentalmente las playas de Viña del Mar y Concón, ya que se registraron temperaturas que promediaron los 19 °, manteniéndose mayormente soleadas. En Quintero, otra comuna de la Región que recibió alta afluencia de público, la temperatura se mantuvo con un promedio que no superó los 18°. Cabe recordar que en el último fin de semana largo, el de Fiestas Patrias, cayeron alrededor 6 mm de lluvia debido a un sistema frontal corto, pero intenso.


Colapsó Paso Fronterizo Horcones de Argentina

"Nosotros creemos estar mucho más preparados para enfrentar la contingencia, que lo ocurrido 4 o 5 días atrás en Argentina". Con esta frase el gobernador de la provincia de Los Andes, Sergio Salazar, se refirió al colapso que se generó en el Paso Fronterizo Horcones del país transandino a raíz de la gran afluencia de vehículos que viajaron desde Chile y que generó una congestión de alrededor de seis horas para ingresar a Mendoza.

Fueron más de 2.500 autos los que cruzaron por el corredor internacional de Los Andes durante el jueves. El atochamiento se debería a que el paso argentino sólo operó con un tercio de las cabinas de atención. El jefe provincial de Los Andes señaló que para la operación retorno, en el complejo chileno, está todo dispuesto para brindar una atención correcta indicando que " el periodo máximo de espera debería ser de una hora o una hora un cuarto; en ningún caso las cuatro o cinco que debieron esperar en Horcones. Y es que este hecho se produjo claramente por la responsabilidad del complejo argentino".

Finalmente Salazar añadió que "es curioso que haya pasado eso porque ellos sabían el número de personas que iban a cruzar; les habíamos advertido y habíamos hecho reuniones previas. Se dice que esto tiene que ver con la predisposición de los funcionarios que no tuvieron mucha rapidez".

cruzaron por el Paso Fronterizo Los Libertadores, en dirección a Mendoza, durante el miércoles 31 de octubre y el jueves 01 de noviembre.

La novela negra que Jorge Volpi sacó de un matinal

El escritor mexicano Jorge Volpi escribió su último libro, "Una novela criminal", sin una gota de ficción. Lo hizo siguiendo la trama de un operativo policial transmitido por televisión que -según investigaciones posteriores-, fue montado por el gobierno y la prensa. Con esta historia ganó el Premio Alfaguara.
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Volpi estuvo recientemente en chile hablando de su última novela. Dijo que uno de los precursores de este tipo de historia sin ficción fue rodolfo walsh.

Para quienes se despiertan con las imágenes de los matinales debiese ser extraño notar que, un día, estén transmitiendo en vivo un operativo policial. Más extraño aún sería que en ese operativo se trate de un secuestro, y que luego del actuar de la policía los periodistas pudieran entrevistar a los secuestradores. Pasó -sin que nadie sospechara demasiado- el año 2005 en México. En la escena, la policía mexicana entra a un rancho y detiene a dos personas, Israel Vallarta y Florence Cassez, que luego son entrevistados y escrutados por los periodistas como si se tratara de una conferencia de prensa. Con el paso del tiempo las imágenes se han vuelto irreales, casi absurdas, pero en ese momento eran una imagen más. Lo que no preveían ni los medios ni la policía ni el gobierno era el efecto que tendría la escena. No solo porque la detención de Florence, ciudadana francesa, supondría un inmenso conflicto diplomático entre México y Francia, sino porque el operativo, o, más bien, el montaje, revelaría hasta qué punto la policía y la autoridad en México estaban tomadas por la corrupción. Esa historia permitió al escritor Jorge Volpi escribir "Una novela criminal", un libro que explora desde la "novela sin ficción" los recodos de la oscuridad policial mexicana. Conversamos con Jorge Volpi, reciente ganador del Premio Alfaguara de novela por este libro, sobre Una novela criminal.

-Cuenta en el libro que antes de escribirlo dio un curso sobre "novela sin ficción". ¿Cuánto le sirvió ese curso para escribir Una novela criminal?

-Desde que pensé en escribir sobe este caso, me pareció que no podía escribirlo de una manera tradicional. La cantidad de mentiras, falsedades, de montajes hechos por la policía eran tales que en una novela normal hubieran parecido inverosímiles. Entonces pensé que solo se podía contar esta historia de esta manera. Y hacía mucho que quería explorar también una forma de escribir distinta -nunca lo había hecho-, por lo que decidí hacerlo así. Di ese curso que me enseñó a entender este género, que comienza con Rodolfo Walsh en Argentina y su libro Operación Masacre y con Capote en Estados Unidos. Paradójicamente, en este libro, el escritor busca la verdad mientras que la policía y las autoridades ponen la ficción.

-¿Cómo decidió qué tanto se iba a incluir usted en la historia?

-Cuando terminé la primera versión de la historia me imaginaba escribir un libro más a la manera de Truman Capote, es decir, sin que apareciera en absoluto yo. Le di a leer esa versión a mis amigos cercanos y coincidieron en que era ilegible, que así no funcionaba. Entonces decidí escribirla un poco como Rodolfo Walsh, que es quien realmente inventa esa manera, pero que ahora asociamos con los libros de Emmanuel Carrère. Decidí, entonces, que sí iba a ser un personaje, que sí me iba a involucrar pero no a los extremos de Carrère o de Cercas, en que la mitad de sus libros hablan sobre ellos mismos. Sí me interesaba, de todos modos, ser un guía, un conductor.

-El jurado del premio Alfaguara dice que su novela rompía la convenciones del género. ¿Le interesaba hacer eso?

-No. Al contrario. Después de estudiar la novela sin ficción, simplemente quise encontrar qué tipo de novela sin ficción me interesaba para este libro. Sobre todo porque, por ejemplo, uno lee a Rodolfo Walsh, cuyo libro se publicó hace ya 60 años, y es de una actualidad impresionante. Ahí está todo lo que los demás han hecho después, incluyendo Carrère e incluyendo Cercas. Tal vez no lo sabían, pero en realidad, ya estaba en Walsh.

-¿Cuándo vio por primera vez la escena del montaje de la policía?

-Lo he intentado recordar, pero no. En esa época vivía en España y estaba en París de casualidad. Supongo que las vi mucho tiempo después, pero no estoy seguro. La historia sí me empezó a interesar desde entonces. Un tiempo después volví a vivir a México y me tocó vivir la pelea entre Calderón y Sarkozy. Fue un caso que varias veces me fue siguiendo hasta que finalmente decidí ya escribirlo.

-Incluso en un programa de televisión el jefe de la policía afirma que fue una recreación.

-Él, para salir del paso de una mentira, dice otra. Lo que dice es que lo detuvieron un poco antes en la mañana y que cuando llegan los medios le piden que lo repitan, lo que ya era suficientemente escandaloso y hubiera supuesto su renuncia, lo que no fue así puesto que lo ascendieron. Y es falso también, porque no hubo una recreación de algo que pasó antes, sino que lo que debió haber pasado es que ellos fueron detenidos un día antes. Lo terrible es que este caso no es único. Es una excepción porque generó un conflicto policiaco y diplomático, pero en realidad es la regla. Así actúa la policía mexicana por costumbre, en casi todos los casos.

-¿Hasta qué punto existía una confabulación entre la policía y los medios?

-En México hubo, durante toda la época del PRI, una enorme complicidad entre los medios y el poder. En la novela estamos en el año 2005, apenas han pasado cinco años de la transición a la democracia mexicana, y evidentemente había muchos usos y costumbres que quedaban del pasado, entre ellos la convivencia de los medios con el poder. Es claro, por un lado, que la policía quería lavar su imagen y mostrar eficiencia en una época en que se le cuestionaba mucho por los secuestros, pero, por otro lado, también es claro que lo que las televisoras querían era aumentar su rating al transmitir "en vivo" un montaje.

-¿Ha cambiado en algo eso?

-Desafortunadamente, no. Mientras escribía este libro iba pasando el caso Ayotzinapa y ahora que hay resultados sobre el caso vemos que hicieron lo mismo, que en vez de buscar la verdad ellos tenían una verdad previa. Hay torturas de los involucrados, falsos testimonios, siembran pruebas, todo con el fin de parecer eficientes.

-¿Cree que hay algo de buena fe en el actuar de la policía mexicana?

-No, no hay nada de buena fe.

-¿Y qué funciona mal en el sistema judicial mexicano?

-Casi funciona mal todo. Es un sistema que de por sí está mal diseñado, porque uno podría decir que aunque las leyes son buenas el sistema no funciona bien. Las leyes son contradictorias y pensadas, siempre, para proteger a los poderosos. En segundo lugar, está mal implementada, porque hay una enorme resistencia de políticos y jueces frente al sistema. Por otro lado, la corrupción existe desde el principio, desde el policía que llega a la escena del crimen, al Ministerio Público hasta el que investiga. Y luego, por si fuera poco, la tortura es una práctica habitual.

-Y que favorece la impunidad.

-Claro, la impunidad en México es inaudita. Para darte un ejemplo: uno de cada diez crímenes en México se resuelve.

-En algún momento relata que Florence Cassez, la protagonista, le habla a la autoridad sin miedo, a diferencia de los mexicanos. ¿Cree que es así?

-Me parece significativo que este caso, de un lado la protagonista sea francesa y esta francesa que se enfrenta gracias al poder, y del otro que lo conozcamos gracias a Yuli García que es colombiana y que no se deja amilanar a la hora de investigar el caso.

-¿Cree que es necesario que los escritores deban comprometerse con la verdad o con la contingencia del país?

-Yo no creo que sea necesario. Es, más bien, una decisión del escritor. El otro día leía a un poeta mexicano que decía que le daba mucho gusto que muchos otros escritores de su generación estén escribiendo sobre la violencia en México para que él no tuviera que hacerlo. En alguna medida es cierto, y es totalmente respetable, pues un escritor puede escribir sobre cualquier tema. En los años noventa la literatura mexicana tuvo, paradójicamente, un momento muy poco politizado. Había mucho más interés en escribir cosas intimistas o experimentales porque parecía que transitábamos hacia ser un país normal. Pero a partir del 2006, cuando empieza la guerra contra el narco, todo se vuelve tan apabullante que muchos artistas, no solo escritores, se vuelvan hacia la violencia pues, como dijo una artista mexicana, de qué otra cosa íbamos a hablar. Ahora hay una enorme cantidad de escritores que lo están haciendo, pero ha sido así porque casi han sido forzados por la realidad, más que porque ellos, naturalmente, hubiesen querido hacerlo.

-¿Y cómo sucedió con usted?

-Creo que a mi me pasó lo mismo. Luego de haber escrito muchas novelas que pasaban fuera de México y que solo elusivamente trataban sobre él, estos últimos años me obligaron a escribir este libro, que hubiese preferido no escribir.

-¿Cómo ha sido ver ese cambio del "país normal" al México actual?

-Terrible. Ha sido ver, en 12 años, la destrucción del país. Por ejemplo, en cifras oficiales, han sido 220.000 muertos en doce años, cifras que en cualquier otra parte del mundo serían de una guerra civil. Aquí no existe esta guerra civil, sino esta guerra contra el narco mal hecha y absurda, que ha logrado esta estremecedora y apabullante cifra. Es muchísimo más que el conflicto colombiano, que ha durado 50 años, o que la dictadura chilena, argentina o uruguaya.

Jorge Volpi cuenta que -como él- muchos escritores y poetas de su país están hablando de la violencia que se vive.


La aguja y el pajar

La mejor manera de empezar una historia es con otra. Para narrar el caso de Israel Vallarta y Florence Cassez, los protagonistas de esta novela documental o de esta novela sin ficción, debo dirigir la mirada hacia un personaje en apariencia secundario: su nombre es Valeria Cheja, acaba de cumplir 18 años y estudia en una preparatoria privada de la Ciudad de México. Una adolescente de clase media como tantas: vanidosa, fiestera, ávida de mundo. Observémosla la mañana del 31 de agosto de 2005: el cabello negro, la camiseta blanca y los pants azules con jaspes también blancos del uniforme. Valeria suele pasar por sus amigas en el Seat rojo que le regalaron sus padres, pero hoy debe exponer en su primera clase y prefiere marcharse sola, consciente de que cada mañana la Ciudad de México se transforma en un campo de batalla donde millones de automovilistas se rebasan y amontonan en filas interminables a una velocidad que rara vez excede los veinte kilómetros por hora.

El aire fresco golpea su rostro cuando, cerca de las 07:40, sale al patio, arroja su mochila en el asiento del copiloto, toma su lugar frente al volante y enciende el motor. Entre su casa y el Colegio Vermont median unos veinte kilómetros y Valeria sabe que, si no se da prisa, el trayecto puede tomarle el doble de tiempo. La joven toma San Francisco Culhuacán y, poco antes de doblar hacia Taxqueña, un Volvo blanco se detiene frente a ella. La joven supone que el conductor ha sufrido una avería y frena en seco; por el retrovisor se percata de que una camioneta negra bloquea el paso a sus espaldas. El susto apenas le permite distinguir a los dos enmascarados que descienden del automóvil. Uno de ellos estrella la ventanilla de su lado izquierdo, le grita que no se mueva y la amenaza con una pistola, en tanto el otro la obliga a pasarse al asiento trasero del vehículo y se acomoda al volante; un tercer sujeto aborda la van negra.

Valeria se da cuenta de que el primero es el jefe de la banda, pues los demás se limitan a seguir sus instrucciones. Cuando el Volvo arranca de nuevo, éste le ordena quedarse callada y el sujeto a su lado la obliga a sumir el rostro en el asiento. El Seat avanza unos metros, gira en una callejuela y se estaciona. Uno de sus captores le cubre la cabeza con una manta, la obliga a bajar y la trepa en la camioneta sin ventanas; finalizado el trasiego, los tres vehículos se ponen otra vez en marcha. Asfixiada por el roce de la cobija, a la joven se le ocurre balbucir que está a punto de sufrir un ataque de asma. Los secuestradores le quitan la manta del rostro y le preguntan si necesita alguna medicina.

«Me dan miedo las armas», se justifica Valeria, fingiendo que se ahoga.

«No te preocupes, las vamos a esconder», responden sus captores y guardan rifles y pistolas debajo del asiento.


Una novela criminal

Jorge Volpi

Editorial Alfaguara 446 págs.

$ 18 mil.

Por Cristóbal Carrasco

"Han sido 220 mil muertos en doce años, cifras que en cualquier otra parte del mundo serían de una guerra civil", declara Volpi.

Wilson Gajardo Blackwood

"Estos últimos años me obligaron a escribir este libro, que hubiese preferido no escribir", confiesa Jorge Volpi.

EFE/Sáshenka Gutierrez

Adelanto del libro "Una novela criminal"

Por Jorge Volpi