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Arquitectura sostenible: proyectando la construcción del futuro

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Pía Bravo

La tendencia mundial es a desarrollar sociedades más empáticas con el medioambiente, minimizando la huella de carbono y contribuyendo cada vez menos al Cambio Climático. En el sector vivienda, eso se ha traducido en un apuesta por buscar fórmulas de arquitectura sostenible.

"El concepto busca disminuir el impacto ambiental de la arquitectura, que no sólo se remite a la minimización del consumo energético, sino también a los materiales usados para construir. Porque las arquitecturas que se mantienen en el tiempo son aquellas más eficientes en términos de energía, demandan menor cantidad de recursos, se adaptan mejor al clima porque tienen tecnologías que reconocen mejor las variaciones climáticas de la zona", explica el presidente del Colegio de Arquitectos de Valparaíso, Claudio Carrasco.

El profesional agrega que hoy no existe arquitectura 100% sostenible en el país, porque ella no consiste solamente en tener paneles fotovoltaicos y manejo sustentable de residuos. Para que este modelo de construcción exista, debe haber una ecuación que incluya la presencia de estructuras que disminuyan el consumo de recursos en su interior sin que los niveles de habitabilidad pierdan el rango de confort.

Para lograr estos niveles de habitabilidad, los materiales con que se construyen las edificaciones son importantes. La madera es el principal porque impacta menos al medioambiente desde su producción a su utilización, sumado a que permite construir espacios acondicionados para aprovechar un mejor uso de los recursos, ya que puede mantener el calor en climas fríos y tener buena ventilación en climas cálidos, lo que aporta un ahorro considerable de energía.

El concepto de passivhaus ('casa pasiva' en alemán) nace de la mano del concepto de arquitectura sostenible, y constituye una evolución de las casas de bajo consumo energético, basándose en conceptos de excelente calidad térmica de los materiales de cerramiento de la edificación (paredes, ventanas, puertas). Minimiza el exceso de calor en verano disminuyendo la entrada de luz por las ventanas. Por ello, este modelo de origen germano hace prácticamente innecesaria la presencia de sistemas activos de calefacción, pues aprovecha el calor generado por el sol, por los propios ocupantes de la casa y los dispositivos domésticos, ahorrando hasta un 80% de consumo energético anual.

Avances

Pese a lo anterior, en Chile se están dando pasos para el desarrollo de una arquitectura sostenible. El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) desde agosto de 2012 viene avanzando en la materia, tras firmar el Convenio Interministerial de Construcción Sustentable, acuerdo de colaboración entre varios ministerios para incorporar el concepto de sustentabilidad en la edificación e infraestructura local. Y que desde el año 2017 incorpora también criterios de eficiencia energética.

Hoy existen proyectos de viviendas sostenibles de la mano del Minvu tanto a nivel país como regionales. Al mismo tiempo se han generado iniciativas desde el área académica en distintas universidades y desde el sector privado, como ocurre con la empresa GNL Quintero, que en su terminal cuenta con el primer edificio en la Región de Valparaíso en recibir la certificación LEED, categoría Gold, una de las certificaciones ambientales más exigentes del mundo, al utilizar en su construcción materiales reciclados y minimizando la huella de carbono. Además, para su diseño se consideraron las diversas variables de eficiencia energética.

Según explica el jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Minvu, Erwin Navarrete, generar arquitectura sostenible disminuye también el alto impacto ambiental de la industria de la construcción, que genera un tercio de los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero, produce residuos sólidos y además erosión generada por la expansión urbana.

Este tipo de edificaciones son más sanas y benefician la salud al utilizar materiales de poco impacto ambiental. Al contrario, los elementos de los edificios de construcción convencional con el tiempo producen niveles de toxicidad debido al uso de conglomerado, aislantes, asbesto y ciertos tratamientos para impermeabilizar la madera, etc.

Obras públicas

Además, actualmente en el país existe la certificación CES (Certificación Edificación Sustentable), que se aplica en proyectos urbanos generados por el Ministerio de Obras Públicas, que está incorporando también criterios de Eficiencia Energética en las obras nuevas de infraestructura pública. Lo que se busca es no utilizar sistemas de calefacción por combustión, reducir en un 20% el consumo de agua potable y en un 20% el consumo de agua para riego, entre otros requisitos, explica el director regional de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, Manuel Pedreros.

Casas y edificios hechos con materiales y un concepto amigable con el medioambiente, para asegurar eficiencia energética, ahorro de agua y aislación térmica. Viviendas con las que se busca una nueva ecuación entre confort doméstico y desarrollo sustentable, y que en la Región de Valparaíso ya tienen modelos y prototipos para convertirse en los hogares de las próximas décadas.

EFICIENCIA ENERGÉTICA

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En promedio una vivienda sostenible logra ahorrar un 80% de energía anualmente, en comparación con una convencional. Hecho que impacta directamente en la economía.

AHORRO DE AGUA

Aproximadamente un 25% menos de agua requieren las viviendas sostenibles, ya que almacenan aguas lluvias y reciclan parte de las aguas grises para diversos sistemas.

Países a la delantera

Según información de la Passive House Database, el país con más construcciones sostenibles es Alemania, con 2.289 proyectos de passivhaus que lideran el estándar mundial. Le siguen Austria con 944 viviendas, Francia con 245, Reino Unido con 131, Estados Unidos con 93, España con 84 e Italia con 79. En Latinoamérica, sólo dos países poseen arquitectura de este tipo. Chile lidera con dos modelos (sucursal Banco BCI de Vitacura y una vivienda particular en San Pedro de La Paz). Le sigue México con 1 construcción passivhaus. Llama la atención que Rusia, siendo un país tan extenso no posea ningún modelo de este tipo, y que China sólo cuente con 16 modelos, mientras Japón tiene 26.

Proyecto MADE - Pontificia Universidad Católica de Valparaíso

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MADE nace a partir de la necesidad de generar viviendas de emergencia para las familias afectadas tras la catástrofe de incendios del año 2014. Así surgió la construcción de una vivienda sostenible modular de madera, a través de una edificación con barro (no adobe) para demostrar su eficiencia constructiva y como contenedor térmico combinado con la paja, y que posee eficiencia antisísmica.

Ana Belén Oyarzun, arquitecta que trabajó en el proyecto, precisa que esta casa fue donada a la Fundación MigraValpo, la cual está siendo ocupada como ludoteca en el Cerro Merced y que refugia a niños en riesgo social del sector. Con el paso del tiempo ha demostrado que es eficiente arquitectónicamente, porque se ha mantenido en perfectas condiciones.

Según explica la profesional, poder replicar este tipo de vivienda es un trabajo más lento, por lo que desarrollarla de manera masiva es complejo. A favor tiene su factibilidad de autoconstrucción, al ser posible poder enseñar su técnica.


Torre experimental - Minvu y CIM UC-CORMA

Ubicada en la Reserva Nacional Lago Peñuelas, la torre tiene seis pisos hechos principalmente de madera, es resistente a los sismos e incluye mayor eficiencia energética que una construcción realizada con materiales tradicionales. Y hoy ostenta el título del primer edificio de mediana altura construido con este material en el país y en Latinoamérica.

A través de esta construcción, el Minvu se desafía a construir viviendas sociales en altura con este tipo de materiales y, al mismo tiempo, impulsar a que las familias confíen en que la madera también es una alternativa viable, sustentable, eficiente y tanto o más segura que la manera tradicional de construir.

La torre incorpora la construcción modular que se monta en terreno y diferentes tecnologías de eficiencia energética. Por ello, durante los próximos 18 meses monitorearán su calidad y eficiencia, visualizando variables como el confort ambiental, el nivel que alcanza en eficiencia energética y su capacidad de respuesta a sismos; así también se realizará un análisis económico de sus procesos de fabricación industrial y montaje


Casa Fénix - Universidad Técnica Federico Santa María

Este proyecto nace a partir de las consecuencias que generó el incendio de 2014, que consumió varias casas de distintos cerros de Valparaíso. Eso motivó el generar un tipo de vivienda modular de emergencia que ofreciera una respuesta rápida y de buena calidad para las familias, sentando las bases para la vivienda sostenible y permanente.

Según explica una de las arquitectas líderes del proyecto, Nina Hormazábal, para construir esta vivienda se consideró el tipo de clima en Valparaíso, por lo tanto, se utilizaron materiales que permitieran generar una eficiencia energética y un buen uso de recursos. La Casa Fénix utiliza energía obtenida a través de sistemas solares, tanto fotovoltaicos como solares térmicos, y procura la regulación del clima interior mediante la articulación de este espacio intermedio entre los módulos.

La vivienda fue construida para una familia afectada en el incendio, comprobando que es habitable y sostenible, ya que fue monitoreada durante un año para medir sus niveles de consumo energético, corroborando su efectividad.


Proyecto Are Paenga - Universidad de Valparaíso

Esta iniciativa se genera para aportar con viviendas sociales sostenibles y proponiendo una solución habitacional a las familias de Isla de Pascua. La vivienda se construyó de manera modular para trasladarla y poder armarla en la zona sin ningún problema. Además tiene la capacidad de crecer y moldearse a las necesidades de la familia.

El líder del proyecto, Felipe Trincado, explica que su construcción contempló la incorporación de paneles solares para asegurar un consumo eficiente de energía. También reutiliza el agua lluvia desde el techo y aguas grises, porque posee baños secos a base de ceniza y tierra que se utiliza como abono. Sumado a esto, para los cimientos se ocupó hormigón y vidrio reutilizado, por lo cual posee una circulación de los materiales que ayuda a la sostenibilidad de la vivienda.

Hoy existe una necesidad de generar proyectos habitacionales en la isla, porque muchas familias han quedado sin sus hogares por la venta de terrenos. Por lo mismo, el Minvu está buscando replicar este modelo en la zona.