Diagnóstico Psicodinámico: guía de acción práctica en salud mental
A SABER. Chile fue elegido país núcleo en América Latina para la difusión y el entrenamiento de especialistas en este instrumento que ha revolucionado la psicoterapia en adultos y niños.
En la década de 1990, en Alemania, un grupo de expertos en medicina psicosomática y psiquiatras desilusionados de las técnicas y los postulados psicoanalíticos postmodernos se dio a la tarea de diseñar y desarrollar un método semi-estructurado de evaluación de la personalidad en personas adultas, que pudiera responder mejor a la necesidad manifestada por los terapeutas de ese país de contar con un instrumento que les permitiera elaborar diagnósticos más certeros en salud mental y, a la vez, entregar orientaciones precisas sobre acciones y estrategias a adoptar en el ámbito de la cada vez más cuestionada psicoterapia.
Surgió así el Diagnóstico Psicodinámico Operacionalizado (conocido como OPD, por sus siglas originales), herramienta que en poco tiempo se constituyó en una auténtica guía de acción práctica para esos especialistas, ya que no sólo demostró ser de gran utilidad en la descripción y la diferenciación de los pacientes, sino que, además, les permitió establecer indicaciones más efectivas, formular tareas y metas especí?cas y plani?car mejor sus intervenciones.
Modelo internacional
El impacto del OPD fue tal que al cabo de unos pocos años fue traducido del alemán a otros idiomas y comenzó a ser aplicado en Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Portugal, Hungría y hasta en China por miles de psicoterapeutas de diferentes orientaciones teóricas, que valoraron de gran manera su capacidad para complementar la mirada descriptiva basada en las clasificaciones tradicionales, al incluir las dimensiones psicodinámicas del proceso diagnóstico, así como, también, los conflictos intrapsíquicos e interpersonales, la vivencia subjetiva de la enfermedad y el análisis de la estructura de la personalidad.
En 2007, el reconocido psiquiatra chileno Guillermo De la Parra tradujo por primera vez al castellano una edición actualizada del OPD. Esto contribuyó a que los creadores de este instrumento ratificaran a Chile como núcleo para la difusión y el entrenamiento del Diagnóstico Psicodinámico Operacionalizado a nivel latinoamericano, por lo que desde entonces profesores alemanes están capacitando en su uso a profesionales nacionales escogidos del ámbito de la salud mental.
Entre ellos se cuenta es la psiquiatra Alejandra Voigt Amión, especialista del Hospital del Salvador y profesora del Departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, quien no duda en destacar las cualidades y ventajas de este modelo.
"El OPD es, en estricto sentido, un manual que permite a los psiquiatras y psicólogos aproximarse de manera más asertiva a cualquier tipo de persona que esté pensando en el beneficio de una psicoterapia. Es un esquema teórico integral que favorece la comprensión del paciente y sus problemáticas, lo que de paso permite utilizarlo en distintas situaciones clínicas, pues funciona en los diferentes aspectos del aparato mental" afirma la docente e investigadora de la UV.
En niños y adolescentes
En años recientes, un equipo de expertos suizos y alemanes creo una versión del Diagnóstico Psicodinámico Operacionalizado para niños y adolescentes, la cual fue publicada en alemán en 2013, ampliando así sus beneficios hacia el área de las terapias infanto-juveniles.
Para la doctora Voigt, quien en la actualidad se está certificando como especialista internacional en su utilización, las ventajas de trabajar con el OPD en terapias orientadas a menores de edad son múltiples, ya que permite establecer un lenguaje común entre técnicos para hablar de lo que le realmente le pasa a este tipo de pacientes.
A su juicio, sin embargo, lo fundamental de esta herramienta es que presenta un esquema de funcionamiento de la mente que es muy útil para conocer cómo piensan los niños y los jóvenes.
"El OPD infanto-juvenil es similar al de adultos, pero tiene diferencias importantes. Permite realizar diagnóstico con mayor detalle y su enfoque varía en virtud de tres grupos de edad (de 3 a 5 años, de 6 a 12 años y de 12 a 18 años), los cuales están asentados en la teoría del desarrollo de Piaget. Esta división se encuentra presente en todos sus ejes y permite al terapeuta enfocarse en el grupo etario respectivo y en sus características, tamizadas por la etapa del desarrollo en que se encuentra el paciente", precisa la psiquiatra de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso.
Foco en Valparaíso
El OPD de niños y adolescentes revolucionó de igual manera las terapias psicoanalíticas y dada la positiva experiencia que tuvo la implantación de la versión para adultos en nuestro país sus creadores también eligieron a Chile como núcleo para la difusión y el entrenamiento de especialistas en ese nivel, a través del programa de especialidad en Psiquiatría Infanto-juvenil de la Escuela de Medicina de la UV, que actuará como entidad acreditadora oficial.
En este contexto, la labor que hoy realiza Alejandra Voigt -con el apoyo de algunos especialistas nacionales y extranjeros, entre los cuales destaca el psicoanalista uruguayo Nicolás Bagattini- se ha transformado en esencial para lograr el respaldo de los expertos alemanes, que aprecian el gran trabajo de articulación que ella ejecuta para hacer efectiva la aplicación de este modelo diagnóstico en nuestro país y, de paso, publicar la primera edición revisada del ODP para niños en castellano.
"Estamos trabajando con fuerza para cumplir con estos objetivos, ya que este instrumento puede ser una contribución real y efectiva a las iniciativas y políticas públicas que las autoridades nacionales han decidido aplicar recientemente, con el propósito de renovar y fortalecer las acciones que en Chile se realizan en materia de atención en salud mental, en especial aquellas destinadas a beneficiar a los menores de edad y a sus familias", asegura la doctora Voigt.