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PUCV interpondrá querella criminal contra quien amenazó con tiroteo

VALPARAÍSO. Acción judicial es contra quien resulte responsable del hecho que llevó al plantel a suspender las clases en la casa central por el día de ayer. Amenaza no se concretó, pero PDI investiga.
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Cristián Rojas M.

La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) anunció que interpondrá las acciones judiciales correspondientes contra quien o quienes resulten responsables de las amenazas proferidas este martes 27 de noviembre en un sitio de internet, las que rápidamente se difundieron a través de redes sociales y que llevaron al plantel a suspender sus actividades académicas de pregrado en la casa central durante la jornada de ayer.

A través de un comunicado de prensa, la universidad informó que "la querella criminal se fundamenta en amenazas que podrían afectar la vida e integridad física de los miembros de su comunidad universitaria, sin perjuicio de las acciones que procedan por los eventuales daños psicológicos, toda vez que estos hechos han generado perturbación moral y psicológica en la comunidad".

La amenaza fue denunciada por las autoridades universitarias ante Carabineros y la PDI, y a la suspensión de clases por el día de ayer se agregó como medida de precaución la restricción del acceso de estudiantes al recinto, pudiendo ingresar sólo académicos y funcionarios. Hoy las clases se reanudan en la casa central.

En tanto, la investigación del hecho quedó a cargo de la Brigada del Cibercrimen de la PDI, que no entregó detalles respecto de eventuales avances en la indagatoria.

En la amenaza, escrita en inglés en el sitio http://archive.4plebs.org, quien la profiere se identifica como estudiante de cuarto año de Derecho, carrera en la que estaría reprobando todos sus ramos, por lo que intentaría "matar a cada profesor y a cada alumno que pueda antes de suicidarme. Tengo un rifle SCAR, una pistola Beretta, un montón de municiones y algunos explosivos". La acción, advirtió, la ejecutaría al mediodía de ayer, pero finalmente nada ocurrió.

Consultado sobre la situación, el rector de la PUCV, Claudio Elórtegui, detalló que "como universidad preferimos tomar algunas medidas de precaución, considerando que la principal responsabilidad tiene que ser el cuidado de las personas y la integridad física de quienes conforman la comunidad universitaria. Entonces, como medida preventiva se adoptó la decisión de suspender las clases y restringir el acceso a estudiantes a la casa central, porque la amenaza está dirigida a profesores de la Escuela de Derecho, que funciona en la casa central".

Frente a la consulta de por qué no se decretó el cierre de la casa central, a fin de no exponer a los funcionarios y académicos que concurrieron ayer a ese lugar de trabajo, Elórtegui sostuvo que "al suspender las clases y al restringir el acceso a estudiantes, se evita lo que sería el riesgo que un estudiante que habría proferido esta amenaza ingrese a atentar contra profesores. Nos parece que con la medida tomada, profesores y funcionarios están resguardados, ya que ningún estudiante puede ingresar a la casa central".

El rector planteó que "como institución estamos expuestos a gente enferma, o a gente irresponsable que quiere hacer una broma o, eventualmente, suspender una prueba. Estamos muy expuestos a este tipo de situaciones".

Consultado sobre si hay alguna posibilidad de que quien profirió las amenazas sea efectivamente un estudiante de Derecho de la PUCV, Elórtegui sostuvo que "no es fácil identificar una cosa así, pero nosotros no descartamos ninguna hipótesis, esto puede corresponder efectivamente a una amenaza, o puede ser alguien con cierta desviación mental, por supuesto, que se quiso dar un gusto y poner una cosa así, pero que efectivamente no está pensando nada similar. O sea, hay muchas posibilidades, la universidad tiene en torno a 15 mil estudiantes, y por una cosa estadística propia, en 15 mil personas va a haber necesariamente algunos o algunas que puedan tener problemas de tipo psicológico antes de entrar a la universidad".

Con respecto a la pesada carga académica que tiene Derecho en la PUCV, que ayer pusieron de manifiesto en redes sociales alumnos y exalumnos de esa carrera, Elórtegui sostuvo que "esta universidad, efectivamente, es una universidad exigente, en que los estudiantes se ven sometidos a un nivel de exigencia alto, pero no compartimos que el origen de este tipo de situaciones tenga que ver con eso. Ahora, entendemos que muchos estudiantes sienten una cierta obligación de rendir, de tener resultados favorables en sus estudios, que responden también a sus familias, y que eso provoca una carga de estrés, pero creemos que eso es algo, lamentablemente, muy presente en la vida moderna a todo nivel, en todas las instituciones, en todos los trabajos, y es una cuestión que está más allá de lo que nosotros podamos hacer".

No obstante, planteó que "siempre la universidad está abierta" a considerar la posibilidad de modificar la malla curricular de una o más carreras, y en ese sentido, "permanentemente se están evaluando los planes de estudio para poder dimensionar este tipo de situaciones".

Consultado sobre si un cuadro de estrés y frustración por estudios pueda gatillar conductas de este tipo o esto podría deberse a alguna psicopatología previa, el jefe de carrera de Psicología de la Universidad Viña del Mar (UVM), Ariel Quezada, explicó que "hay importante literatura que afirma que la frustración es un detonante de posteriores agresiones. Sin embargo, lo anómalo de la conducta es la falta de proporcionalidad entre la situación y la reacción de parte de quien realiza la amenaza. Por lo tanto, si la amenaza es real, todo indicaría la presencia de una psicopatología".

El profesional cree que la medida de suspender las clases fue adecuada, pues "ante una amenaza de este tipo lo más razonable es situarse en el escenario más pesimista, es decir, que la amenaza podría concretarse".

Con respecto al pronóstico de casos como éste, estima que "dependiendo de la profundidad en el trabajo de salud mental que se haga, es posible que la persona vea canales más apropiados para dar curso a la superación de conflictos. De no realizar acción alguna, nada indica que esto pudiese cambiar. Incluso, si la amenaza llegara a ser falsa, no deja de llamar la atención las motivaciones que pueden llevar a alguien a realizar una acción como esta".

"Estamos expuestos a gente enferma, o a gente irresponsable que quiere hacer una broma o suspender una prueba"

Claudio Elórtegui, Rector de la PUCV"

"Ante una amenaza de este tipo lo más razonable es situarse en el escenario más pesimista, es decir, que la amenaza podría concretarse"

Ariel Quezada, Jefe de Carrera Psicología UVM"

Diferencias con la realidad de EE.UU.

En Estados Unidos se han vivido numerosos casos de tiroteos en establecimientos educacionales, resultando varios estudiantes muertos. Al respecto, el jefe de carrera de Psicología de la UVM, Ariel Quezada, considera que "hay algunas diferencias importantes respecto a nuestra realidad y la de EE.UU. A la base está un trastorno de salud mental que interfiere en la vida normal de la persona alterando sus afectos, pensamientos, vínculos sociales y, naturalmente, su conducta. Sin embargo, el acceso a armas -de momento- en nuestro país es menos difundido y más difícil de conseguir que en EE.UU.". No obstante, planteó que si se considera "que nuestra sociedad con frecuencia es maltratadora o, en el mejor de los casos, indiferente con quien es distinto, potencialmente podríamos llegar a casos tan lamentables como los de EE.UU.".