-¡Ohhh! ¡Se apagó! - No, si después prende igual. - Pero hay que grabar el momento en que explota, poh-, dice alguien, mientras se observa en el registro audiovisual un tarro con una mezcla supuestamente explosiva y en llamas sobre un cartón.
Tras la supuesta explosión (que no se ve), quien porta el teléfono corre sin dejar de grabar, mientras alguien le dice que se apure, porque "van a llamar a los pacos". Este es el diálogo del inaudito video grabado por un grupo de jóvenes en los bosques de Curauma -presumiblemente en el sector del tranque La Luz-, donde alrededor de las 17.30 horas del pasado miércoles 2 de enero se declaró un gigantesco incendio en el sector de la Av. Parque Norte, quemando una superficie mayor a una hectárea de bosque y amenazando con propagarse a las viviendas cercanas.
Difundido profusamente en redes sociales, el archivo captó la atención de Bomberos -muchos de los cuales arriesgaron sus vidas ese día para salvar el incendio que consumía Curauma- cuando alguien se los envió de forma anónima, cosa que luego le hicieron llegar a la Justicia.
Si tomamos en cuenta la concurrencia de nueve unidades del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, brigadas terrestres, helicópteros y aviones de Conaf, apoyo de camiones aljibe municipales y el soporte del Gobierno regional y de la empresa Esval, se podrá también dimensionar el tremendo gasto de recursos y energía que significó el siniestro.
Ahora, si a ello le agregáramos el potencial hecho de que se podría haber tratado de una especie de juego o broma por parte de adolescentes, lo cierto es que vivimos en el peor de los mundos posibles.
El video actualmente está siendo periciado por expertos y ha gatillado diversas denuncias -una de ellas por parte del senador Francisco Chahuán- por el delito de incendio intencional. Sin embargo, quizás lo más urgente en este minuto sea replicar el llamado que hizo el intendente de Valparaíso, Jorge Martínez, a toda la población.
"No es un juego de niños estar encendiendo llamas en un sector boscoso, no es una broma, no es chistoso, es un delito muy grave, y si se llegase a tratar de menores de edad, la responsabilidad de los padres es directa".
Cuarenta y cuatro incendios durante sólo la última semana en la Región de Valparaíso tampoco son una broma. Desde tiempos sin memoria que el fuego nos castiga como ciudad y región, desde los días del antiguo Aliamapu (tierra quemada) del mapundungún. No seamos tan estúpidos de colaborar nosotros con esa tarea.