La petición de restricción para la instalación de nuevas industrias en el área de Concón-Quintero-Puchuncaví tiene bases reales en recientes episodios y en la larga historia de contaminación que afecta al sector.
Durante la exposición del nuevo plan de descontaminación elaborado por el Gobierno para esas comunas, senadores de la región y los alcaldes de esas tres localidades expresaron reservas sobre nuevos desarrollos productivos en el área.
La principal inquietud refiere a 600 hectáreas en Quintero, destinadas a parque industrial, que podrían acoger empresas contaminantes, sumando sus emisiones a las ya existentes. Ante temores razonables se pide el congelamiento del área para evitar riesgos, pero la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, dijo no tener esas facultades. En efecto, la resolución del caso corresponde a Vivienda; sin embargo, se echa de menos una definición de la secretaria del ramo, pues en último término las resoluciones ambientales están en su ámbito.
Congelar llevaría tranquilidad al sector y frenaría la presentación de proyectos riesgosos. Sin desalentar, la inversión es posible mayor precisión sobre el uso del suelo en el sector, evitando judicializaciones y lamentables problemas en el futuro como los presentados en las señaladas comunas.
En lo puntual, el alcalde de Quintero, Mauricio Carrasco, expresó su rechazo a un muelle de la empresa Oxiquim, posición compartida por los otros alcaldes y, transversalmente, por senadores que escucharon los planteamientos ministeriales. Por su parte, el jefe comunal de Concón, Óscar Sumonte, reiteró su rechazo a la termoeléctrica que proyecta en esa localidad la petrolera estatal Enap. Además, se quejó formalmente ante la ministra por la falta de información a los alcaldes antes de avanzar en el plan de descontaminación oficial ingresado a la Contraloría en diciembre pasado.
Tiene razón, pues más allá de la calidad técnica del plan, claramente son las municipalidades las que pueden entregar amplia información sobre el problema con la experiencia del día a día de cada comuna y sus vecinos.
El Plan de Prevención y Descontaminación elaborado por Medio Ambiente, tras la crisis de los últimos meses, busca reducir las emisiones dañinas que castigan a las tres comunas declaradas en condición de saturadas y latentes desde 2015.
Es una hecho que la normativa en marcha llega tarde, pues la historia de contaminación, con alcances letales, es larga y conocida y precisamente esa tardanza exige que la anunciada normativa y medidas anexas, perfectibles a partir de experiencias en terreno, terminen para siempre, sin resquicios, con esos episodios que han afectado aguas, tierra, aire, flora, fauna y, lo peor, la vida humana.