Desastrosa goleada en el norte hunde a Everton en el fondo de la tabla
FÚTBOL. En un encuentro agraz, los oro y cielo no pudieron recuperarse de sus propias ocasiones perdidas. Al final, perdieron la calma y dejaron ir puntos valiosos ante Coquimbo.
Desastroso. No hay dos lecturas posibles para analizar el partido que Everton de Viña del Mar disputó en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso ante Coquimbo Unido, que aprovechó su localía y endosó un categórico 4-0 a un conjunto viñamarino que adelantaba como "trascendental" el encuentro ante los piratas.
La derrota dejó a Everton como uno de los colistas del campeonato, con sólo un punto de nueve posibles, mientras que su rival, que obtuvo su primer triunfo del año escaló hasta el sexto lugar.
Si bien el duelo había comenzado con un elenco auriazul concentrado, lo que comenzó a torcer el destino del partido en contra de los de la Ciudad Jardín, fue una ocasión errada de manera increíble -en la boca del arco- por Isaac Díaz, quien había recibido con ventaja un centro de Fernando Arismendi y que tenía al meta local Matías Cano prácticamente vencido.
Con el golpe de suerte, Coquimbo fue creciendo y a los 36' comenzó la debacle. El volante Gonzalo Freitas perdió el balón en el cuarto de cancha propio y, con un zurdazo de 35 metros, Rubén Farfán sorprendió adelantada a la defensa evertoniana y al arquero Campestrini, marcando el 1-0 para el local.
Desinteligencias
El segundo tiempo fue una muestra de desinteligencia en las huestes oro y cielo. De otra manera no se explica la llegada del segundo gol coquimbano a los 50'.
Luego de un tiro libre, el delantero local Pedro Muñoz remató y el rebote en la zaga salió hacia el centro del área. El balón quedó a merced de Jean Paul Pineda que no perdonó y puso el 2-0. Recién a los 60', el evertoniano Freitas intentó algo con una suave chilena tras un tiro libre, la que no puso nerviosa al portero Cano.
Y ante esa tibieza, Coquimbo respondió con brutalidad y dominio del balón. A los 63' un tiro libre fue rechazado a medias por Franco Ragusa. El balón encontró a Mauricio Yedro a la entrada del área, que con un furibundo zapatazo volvió a vencer a Campestrini. Un 3-0 que hizo justicia a lo que se veía en el derruido pasto del Francisco Sánchez Rumoroso.
Y desde la tercera estocada de los piratas, poco varió el pleito. Everton sólo sumó dos innecesarias tarjetas amarillas producto de la desesperación, mientras los aurinegros sumaban su cuarto gol en los descuentos, a través del paraguayo Julio Doldán.
El triste desempeño despertó la protesta airada de los hinchas visitantes, que increparon a los jugadores apenas terminó el encuentro. Un difícil escenario de cara al duelo ante Deportes Iquique, que se disputará el domingo al mediodía, en Sausalito.
punto de nueve posibles ostenta Everton, que acumula dos derrotas y sólo un empate con otro colista, la Universidad de Concepción. 1