La baja en los permisos de construcción en la zona muestra una realidad que se refleja en la caída del crecimiento y en el desempleo local. En números, los permisos han disminuido en un 90,5% en Valparaíso, 64,6% en Viña del Mar, 10,9% en Concón y 78,1% en Villa Alemana. Las cifras muestran a Quilpué con aumento del 219,2%.
Para Patricio Donoso Tagle, presidente nacional de la Cámara Chilena de la Construcción las cifras regionales también tienen expresión nacional, pues contribuyen al déficit de unidades habitacionales que llega, según el organismo, a 739.603 casas o departamentos; para la Quinta Región, 72.500. El número contrasta con el oficial, que reconoce 400.000 unidades faltantes. Como sea, cifras inaceptables, que se reflejan en campamentos y hacinamiento en viviendas indignas.
Para Donoso el problema radica en "la falta -o el atraso- de planificación de las ciudades que se traduce finalmente en la irrupción de problemas que parecen insolubles". Agrega que en países como Australia, Canadá, Singapur o Inglaterra se planifica pensando en los próximos 30, 40 o 50 años, en tanto que en Chile "estamos planificando con una visión de hace 20 años" y considerando el tiempo que demora la formulación de un plan regulador "tenemos un déficit de 50 años en la mirada".
El dirigente presenta además problemas concretos que afectan a la construcción, como el alto precio del suelo, las normas tributarias de 2014 y la intervención de la Contraloría en la anulación de permisos de construcción otorgados, que incluso corresponden a obras ya finalizadas. Esto, afirma, produce incertidumbre en la inversión e incluso paralización en ciertas direcciones de obras municipales.
La realidad en este punto está en que muchas veces las normas son imprecisas o discrecionales, lo que abre espacios a interpretaciones del organismo contralor que pueden llevar a decisiones paralizantes.
Este riesgo de casos "interpretables" lógicamente frena la inversión y ni siquiera se presentan proyectos, aun cuando existe la necesidad concreta de desarrollos habitacionales y están los capitales.
En situación de cuestionamiento, de acuerdo a la Cámara, hay decenas de proyectos que totalizan 37 mil viviendas, unas 25 mil que ya tienen comprador.
Conocido el problema general llega la hora de acometerlo con soluciones integrales partiendo de la normativa para la formulación de planos reguladores transparentes, con miradas de largo plazo, que eviten la posibilidad de interpretaciones y también de aquellos abusos a la disposición que han llevado a conocidas aberraciones urbanas. A la vez, la misma norma debe ser amigable, que llame a emprendimientos armónicos que, como resultado final, resulten un buen negocio para el inversionista, la ciudad y sus habitantes.