Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Vida Social
  • Espectáculos

Exesposa alega inocencia y pide ser absuelta en caso Nibaldo

JUDICIAL. En la primera jornada del juicio oral, Johanna Hernández culpó a Francisco Silva de ser el único autor material del homicidio y descuartizamiento del profesor de V. Alemana.
E-mail Compartir

Cristián Rodríguez F.

"Les pido perdón. Sé que no me lo van a dar, pero en verdad entiendo mucho su dolor como familia". Coincidentemente o no, con esa última frase terminaron los 58 minutos que duró la declaración que Johanna Hernández prestó como imputada durante el primer día de juicio oral por el homicidio y posterior descuartizamiento del profesor Nibaldo Villegas, de Villa Alemana, cuyo torso apareció flotando en agosto pasado en las cercanías del muelle Prat, en Valparaíso.

Después de aceptar la solicitud de su nuevo abogado, Leandro Díaz, y haber aplazado el proceso para este lunes, el Tribunal Oral en lo Penal de Viña del Mar dio por iniciado ayer el juicio en contra de Johanna y su entonces pareja, Francisco Silva, también imputado por el mismo crimen y quien arriesga una pena de presidio perpetuo simple.

La audiencia comenzó con los alegatos de apertura del fiscal José Miguel Subiabre y los querellantes en el caso (Intendencia y familia de Nibaldo), donde se insistió en la responsabilidad que tuvieron ambos imputados al haber planificado con anticipación el homicidio, y en la nula colaboración que prestaron en la indagatoria.

Fue justamente ese tenor el que marcó el devenir de la audiencia, luego que se confirmaran las sospechas que desde hacía un tiempo tenía la Fiscalía: que Johanna no iba a hacer uso de su derecho a guardar silencio con el fin de que la declaración le permitiera ser absuelta del caso, o bien que se le considerara como una colaboración sustancial, lo que sumado a su irreprochable conducta anterior le serviría para rebajar de uno a tres grados una eventual condena por parricidio.

Con detalles precisos y de manera bastante rápida (el tribunal le pidió tomar pausas cada cierto tiempo), Johanna fue relatando de qué manera conoció a Nibaldo y luego a Francisco, contando también en qué circunstancias falleció su exesposo y cuáles fueron las reales motivaciones que existieron para que fuese asesinado.

En esa línea, en su declaración la imputada responsabilizó en todo momento a Francisco de haber sido él quien planificó el homicidio, defendiéndose de no haberlo denunciado por las amenazas y violencia que recibía de su parte. Incluso, la mujer relató que la tenía en un completo estado de sumisión (ver recuadro).

"Él me empieza a decir que era una 'mariconada' lo que Nibaldo había hecho, que 'este hueón no debería existir' y que en cualquier momento lo hacía desaparecer", señaló la mujer, al recordar que en febrero de 2018 el profesor había puesto una denuncia en su contra por abandonar el hogar donde vivía con la hija que tenían en común, lo que desató la molestia de su pareja.

Según relató Johanna, esa fue una de las primeras señales que dio Francisco y que, según ella, no le tomó importancia.

"Él empezó con esto de hacer desaparecer a Nibaldo y que no debería existir. Si bien yo sabía lo violento que él era, pensaba que este tipo de personas, que nos pegan a nosotros y son muy machitos con las mujeres, no eran capaces de pararse de igual a igual con otro hombre. Pensaba que era una manera suya de desahogarse", sostuvo la imputada.

Sin embargo, después de ese episodio no fue hasta el 1 de agosto del año pasado -nueve días antes del homicidio- que el imputado, según relató Johanna, empezó a hacer efectivas sus amenazas. De acuerdo a lo que comentó, fue él quien le entregó un frasco con clonazepam molido y le dijo: "Este es tu camino a la felicidad".

"Francisco me preguntó si me acordaba cuando intenté suicidarme. Cuando le dije que sí, me respondió 'exactamente eso mismo le va a pasar a Nibaldo'. A esa altura no le discutía nada, porque más allá de hacerlo dormir, nunca imaginé que lo quería matar. Entonces me pide que me junte con Nibaldo y que tenía una hora para suministrarle el clonazepam y mandarle una foto cuando él estuviera durmiendo", indicó.

Siguiendo con su declaración, Johanna aseguró que la noche del viernes 10 de agosto se juntó con el profesor y disolvió el medicamento en un vaso de malta con huevo que había preparado. A los cinco minutos explicó que Nibaldo "ya no coordinaba sus movimientos" y que en eso le envío las fotografías a Francisco, quien "a los minutos llegó a la casa".

En una de las partes más impactantes de su declaración, la imputada aseguró que su pareja ingresó al domicilio, tomó un cuchillo carnicero y se dirigió al segundo piso donde la víctima estaba durmiendo.

"Le pregunté que qué iba a hacer y me dice 'tú quédate tranquila aquí abajo, no preguntí hueás'. En eso subió y a los minutos se escuchan golpes en la pared, como una caída, y alcancé a oír a Nibaldo que dijo 'qué hací hueón enfermo'. Francisco bajó todo ensangrentado y me dijo 'este conchetumadre despertó, así que le corté el cogote'", relató Johanna, agregando que "a los veinte minutos recién me deja subir y ahí veo un bulto con los pies descalzos y la cama que estaba llena de sangre".

Tras ocultar el cuerpo en una bolsa y subirlo a un vehículo, la mujer confirmó que Francisco se bajó en un cajero automático y giró $ 35 mil haciéndose pasar por la víctima, hasta que llegaron a la playa Las Docas, en Laguna Verde.

"Paramos justo donde él le había dicho a mi mamá que si ahí tiraban a alguien no lo encontrarían más. Hizo que lo ayudara a bajar el cuerpo y con cuerdas se amarró y bajó por una quebrada. Después bajamos a la playa y quemó un montón de bolsas que tenía en el maletero", declaró Johanna.

Cuatro días después, agregó la imputada, Francisco la llamó y le dijo que tenían que hacer desaparecer el cuerpo.

"Fuimos a su casa donde él salió con bolsas de basura y un serrucho. Llegamos al mismo lugar, instaló las cuerdas y cuando estaba abajo lo escuchaba quejarse y hacer fuerza. Luego subió con tres bolsas y las echó al maletero. Tomó el camino costero y tiró las bolsas más largas frente a la plaza Rubén Darío (Playa Ancha). La otra la lanzó donde está una hélice, frente a la caleta El Membrillo", expuso la mujer.

Tras los interrogatorios de los intervinientes (ver recuadro), la audiencia fue suspendida para hoy en la mañana, donde será el turno de Francisco Silva para entregar su versión de los hechos.

"Le pregunté que qué iba a hacer y me dice 'tú quédate tranquila aquí abajo'. En eso, Francisco bajó todo ensangrentado y me dijo 'este conchetumadre despertó, así que le corté el cogote'"

"Francisco empezó con esto de hacer desaparecer a Nibaldo. Si bien yo sabía lo violento que era, pensaba que este tipo de personas no eran capaces de pararse de igual a igual con otro hombre"

"Fuimos a su casa y Francisco salió con un serrucho. Llegamos al lugar, instaló las cuerdas y cuando estaba abajo lo escuchaba hacer fuerza. Subió con tres bolsas y las echó al maletero"

Johanna Hernández, Imputada por parricidio

Absolución, contradicciones y sumisión

Luego que el abogado de Johanna solicitara que fuese absuelta del caso y ella subiera al estrado para entregar su declaración, el fiscal acusó a la mujer de haber mentido en sus declaraciones anteriores puesto que no coincidían con la que entregó ayer. Además, el tribunal le pidió a la imputada especificar a qué se refería con un "contrato de sumisión" al cual ella hizo referencia en su testimonio. En la instancia, Hernández aseguró que Francisco "me llamaba todas las mañanas y me decía con qué ropa vestirme, qué comer y con quién hablar", agregando que "manejaba todas mis claves personales y antes de despedirnos desinstalaba mi WhatsApp".