"En China el Presidente mostró la hilacha y que de verdad no cree en la defensa de los DD.HH."
Doble estándar. De eso acusa el diputado y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores, Pablo Vidal (RD), al Presidente Sebastián Piñera luego que declarara en China que "cada uno tiene el sistema político que quiera", lo que para muchos fue una defensa al régimen comunista de ese país acusado de violar los derechos humanos.
- ¿Qué le ha perecido esta gira?
- El viaje ha estado lleno de polémicas, pero que a diferencia de otras ocasiones no estamos hablando de polémicas superficiales. Primero, la advertencia, por no decir amenaza, que Mike Pompeo vino a hacer en territorio nacional respecto de la forma en que Chile podía o no podía relacionarse con países como China o Rusia. Eso ya condicionó el estado de ánimo respecto a este viaje bastante preocupante. Yo espero que el Presidente cumpla en China la agenda que siempre quiso cumplir y que no haya sido pauteado por Pompeo. Las diferencias que podamos tener entre el Presidente Piñera y la oposición las resolvemos nosotros en Chile de manera democrática. No necesitamos que vengan otros a decir lo que tenemos que hacer.
- ¿Por qué vino Pompeo?
- Esto tiene que ver con un debate geopolítico mucho más grande: cómo China y EE.UU. van a empezar a disputar su rol de país hegemónico en Latinoamérica. Y ahí Chile cobra un rol fundamental como puerto de entrada a mercados sudamericanos. Chile tiene un rol preponderante y creo que frente a eso no le hemos tomado el peso que de verdad tiene.
- El tema de los derechos humanos está marcando la gira en China.
- Me parece preocupante que Chile Vamos y el Presidente tengan una especie de diplomacia a la carta o un estándar de derechos humanos a la medida, según la conveniencia respecto del tamaño del país. El discurso que le escuchamos durante enero y febrero al Gobierno y a Chile Vamos respecto de la importancia de la defensa irrestricta a los derechos humanos y la democracia en Venezuela se cae a pedazos cuando el Presidente relativiza todo cuando dice que cada país decide la forma de gobierno que quiere tener. Bajo esa lógica, Venezuela democráticamente ha decidido elegir a los gobiernos que ha tenido. Volvemos al huevo o la gallina cuando pensábamos que ese debate estaba superado, ya que los derechos humanos se deben defender de manera irrestricta, no importa el lugar, no importa el momento, no importa el tipo de gobierno, no importa la billetera. Ese es el estándar que hemos fijado en RD. Pero el Presidente Piñera mostró la hilacha y mostró que de verdad no cree en la defensa de los derechos humanos cuando en China hace la vista gorda, cuando en Israel hace la vista gorda y cuando en EE.UU. hace la vista gorda, pero cuando se trata de Venezuela rasga vestiduras. Eso no es ético, eso es mentirle al país y a Latinoamérica. Y como si fueran pocas estas polémicas, nos encontramos con que, además, viajó con los hijos, no llevó el presidente ejecutivo de Codelco y tenemos al expresidente Frei vendiendo vinos. De verdad, es preocupante.
- El excanciller Ignacio Walker sostuvo que este ha sido el peor año de la política exterior chilena.
- Comparto la crítica. Me llama la atención que sea Walker porque saca la voz por primera vez. Hemos habido otros que durante el año entero hemos estado levantando la alerta respecto de que hay una ruptura de una tradición republicana de que las políticas de Estado en Relaciones Exteriores no dependen del color político del gobierno de turno. Pero el excanciller Walker ha apoyado otras iniciativas de este Gobierno, que nosotros ya veníamos denunciando, como cuando el Gobierno reconoció a Juan Guaidó como Presidente encargado, y con eso no se está colaborando con una solución pacífica para Venezuela. Y lo dice alguien, yo, que cree que Maduro es un dictador que viola los DD.HH. Venezuela necesita una salida pacífica a su crisis, pero el Presidente Piñera decide alinear a Chile con EE.UU., con Brasil, con Colombia, para forzar una salida que quería el quiebre militar. Si cuando van a Cúcuta lo que querían era quebrar al Ejército para forzar la caída de Maduro. No les resultó y lo que está resultando es la diplomacia, que es lo que está empujando México, Uruguay, la UE... Y lo que pasó es que Walker se dio cuenta de que en verdad tenemos un problema, porque Piñera no está siguiendo los lineamientos que tradicionalmente se habían seguido en esta materia.
- ¿Por qué?
- Lo que pasa es que este gobierno de Piñera es errático y se basa en las encuestas. Esto lo hace muy frágil. El primer semestre fue bueno para el Gobierno, lograron empujar su agenda, sacaron adelante iniciativas, pero tenían sequía legislativa. Lograron conseguir los votos que les faltaban y comenzaron a pasar la aplanadora, pero con el asesinato de Catrillanca se les desordenó la agenda y desde ahí no han logrado retomar el rumbo. No firmar el pacto migratorio contradijo el trabajo técnico que Chile había desarrollado desde hacía más de un año. Chile fue parte de la redacción de ese pacto y Piñera ante la ONU reconoció que la política migratoria del país estaba en concordancia con ese pacto. Luego vino el exitoso resultado de nuestra Cancillería en La Haya con la demanda que había presentado Bolivia. Veníamos bien en materia internacional, pero cuando se vio obligado a modificar la agenda interna desde Interior, no desde Cancillería, deciden bajarnos del pacto. De ahí en adelante cada paso que Chile ha dado en materia internacional han sido un pasos en falso. Ahora se suma la nota dirigida a la CIDH.
- ¿Hay alguna razón para este cambio?
- Una razón puede ser que el Presidente piensa o busca constituirse como el líder latinoamericano. Puede tener la legítima aspiración, pero lo está haciendo de mala manera. La otra razón son los mensajes tremendamente populistas, como la migración ordenada con estos planes de retorno para los haitianos, que no son más que deportaciones encubiertas. Creo que Piñera piensa que con ese tipo de medidas puede tener adhesión ciudadana; sin embargo, pienso que eso es pan para hoy y hambre para mañana porque lo que se está haciendo es dilapidar el prestigio que tenía Chile en materia internacional. Quisiera saber si el Presidente Piñera estuviera en Cuba -que hoy tiene una democracia más cerca de la chilena que de la China- diría lo que dijo en China. ¿Cuál es la diferencia que le hace hacer la vista gorda en China y no así en Venezuela más que una razón económica? Me parece poco ético hacer la vista gorda porque hay dinero entremedio. Y me parece que el espíritu democrático que dice tener es de la boca para afuera. Ese es el Presidente, es la derecha chilena. Rasgan vestiduras con los derechos humanos, pero no son consecuentes.
- En general, el tema de los DD.HH en China siempre ha sido un tema en las giras presidenciales.
- No creo que en China haya una democracia; hay violaciones sistemáticas a los derechos humanos. ¿Eso significa que no puede haber ningún tipo de relación con China? Creo que sí debe haberla, se pueden separar los planos, pero primero hay que separar y ser categóricos en lo que uno cree. Para Chile quiero un respeto de derechos. Y si otro país, bajo otra cultura, quiere algo diferente, hay que respetarlo. Lo que me pasa con Piñera y su gobierno es que son ellos los que han tenido un actuar de intromisión respecto a las políticas internas de otros países y que ahora tiene una postura que es parecida a la que hemos defendido todo este tiempo.
"Creo que el Presidente está preocupado de subir en las encuestas, pero con cada paso que ha dado lo que ha hecho es bajar en las encuestas" "Apreciaría un Presidente valiente, que arriesgara capital político y que le dijera al país que necesitamos agregar valor a la industria del cobre y el litio con beneficios en 20 años más"
"Los derechos humanos se deben defender de manera irrestricta, no importa el lugar, no importa el momento, no importa el tipo de gobierno, no importa la billetera"