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ENTREVISTA. Gonzalo Blumel, ministro de la Segpres, adelanta la estrategia de La Moneda para la agenda legislativa:

"En el Gobierno estamos abiertos a hablar con todos por más que algunos sólo digan que no"

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Mauricio Mondaca L.

"Hay algunos que han optado derechamente por descartar cualquier diálogo con el Gobierno, como sectores de la izquierda, en particular del Frente Amplio y del PC".

Ejes de la descentralización

El ministro Blumel apuntó a cuatro ejes de acción en esta materia. "El primero es la elección de gobernadores, que la vamos a tener el próximo año. El segundo es la transferencia de competencias, proceso que ya está en marcha y hemos definido las primeras 15 competencias. Luego está la Ley de Rentas Regionales y Responsabilidad Fiscal, proyecto que vamos a enviar este año al Congreso. Y quizás el tema pendiente y que tenemos que poner en marcha, para lo que ya estamos trabajando con el Ministerio de Ciencia, Innovación y Tecnología, es la descentralización del capital humano". De acuerdo al secretario de Estado, tener mayor y mejor capital humano en las regiones "pasa por fortalecer a las universidades y a los centros de investigación y laboratorios naturales" de todo el país.

mauricio.mondaca@mediosregionales.cl

En la antesala a la discusión parlamentaria de los proyectos de ley que están en el corazón del programa de Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, el encargado de llevar la relación con el Congreso, el ministro Gonzalo Blumel, plantea en esta entrevista de qué forma va abordar esta labor.

Sin mayoría parlamentaria y con una dispersión creciente en la oposición, el jefe de la Segpres asegura que espera seguir contando con la colaboración de parlamentarios de parte de la oposición, como la DC, el PR y el PPD, con el objeto de poder aprobar estas propuestas. Y llama al Frente Amplio y al Partido Comunista a insertarse en este escenario y no rechazar los proyectos "antes de leerlos".

En el "área chica", afirma que con la reforma a las isapres "nuestra expectativa es que con este plan único y el fin de las preexistencias confiamos que terminen las alzas unilaterales". En materia de pensiones, resalta que "estamos enfrentando un problema de menor rentabilidad de pensiones, pero eso es algo de lo que Chile tiene poco manejo, porque depende de los mercados internacionales y de la evolución del mercado de capitales".

-Respecto de la agenda legislativa que llevará adelante el Gobierno durante este año, ¿cuál va a ser la estrategia para conversar con la oposición en torno a la agenda legislativa de este año? ¿Acercamientos con la DC? ¿"pirquineo" de votos?

- Es verdad que la agenda está bastante contundente para este año. Con proyectos como la modernización del sistema de salud completamos 90 proyectos propios del Gobierno, además de completar las reformas fundamentales del programa de gobierno cuyo corazón y norte es fortalecer a la clase media. Hoy estamos discutiendo la modernización tributaria, en la que se aprobó la idea de legislar; la reforma previsional, que se va a votar de vuelta de la semana distrital en mayo; la reforma a las policías; la modernización laboral y ahora la reforma a la salud. Tenemos el grueso del programa en plena marcha. Y la estrategia del Gobierno va a ser una y permanente: desplegarse sistemáticamente en búsqueda de diálogo y acuerdos. En principio no excluimos a nadie, pero uno no puede obligar a sentarse a la mesa a todos los actores. Hay algunos que han optado derechamente por descartar cualquier diálogo con el Gobierno, como sectores de la izquierda, en particular del Frente Amplio y del Partido Comunista, que solo saben rechazar proyectos aún antes de leerlos. Y hay sectores más moderados y abiertos, como la Democracia Cristiana y en algún momento el Partido Radical o el PPD que han estado más disponibles. Nosotros esperamos que esos sean los sectores que predominen en la oposición o en las oposiciones, porque tenemos un conjunto diverso de oposiciones, con grupos que solo saben decir que no y otros que entienden que la alternancia en el poder tiene legitimidad democrática y el Gobierno tiene derecho a implementar su programa.

- ¿Pero esa dispersión en la oposición puede afectar el desarrollo de esta agenda?

- Sin duda es una complejidad, porque este Gobierno no tiene mayoría ni en la Cámara ni en el Senado, además de no contar con prácticamente ninguna presidencia de comisiones parlamentarias. Posiblemente somos el Gobierno que tiene el mayor desafío legislativo tanto por la profundidad de sus reformas como por la oposición que muchas veces es dominada por el obstruccionismo. Pero también es justo reconocer y decir que en algunos momentos predominan los sectores más abiertos que nos han permitido avanzar en proyectos importantes, como la reforma al Sename, Ley de Migraciones o en la Agenda Pro Inversión. Por lo tanto, es un desafío fundamental de este año y esperamos que quienes lideren la oposición sean precisamente esos sectores.

- ¿Qué interlocutores pueden darle tiraje a esta agenda?

- En las discusiones que hemos tenido en las últimas semanas, al menos en la Cámara de Diputados, en general las bancadas de la DC y el PR muestran una cierta apertura a discutir los temas. En el Senado es distinto, porque por su configuración actúan más en bloque. Pero en el Senado también hemos alcanzado acuerdos importantes, como la Ley Aula Segura. Como Gobierno estamos abiertos a conversar con todos los sectores, por más que algunos sectores solo digan que no. Vamos a ser persistentes en eso, pero el foco va a estar en quienes tengan disposición de diálogo.

- ¿Qué le parece que algunos sectores empresariales digan que no vale la pena una reforma tributaria que no apunte a reintegrar el sistema?

- Nosotros hemos dicho en reiteradas oportunidades que uno de los pilares de la reforma tributaria apunta a reintegrar el sistema, porque es más justo, promueve la inversión y el crecimiento, facilita la creación de empleo, pero por sobre todo, le quita un peaje al emprendimiento como el sistema semi integrado, que le puso a las pymes una carga tributaria extraordinariamente gravosa que desincentiva la acción de los emprendedores. Nosotros creemos que los cuatro pilares fundamentales de la modernización tributaria son elementos estructurales que tenemos que preservar. Estamos abiertos a fortalecerlos, pero sobre esa base buscamos acuerdos: integrar el sistema para fomentar la inversión y el emprendimiento, darle un alivio tributario a las pymes, nuevos elementos de financiamiento para las regiones y el apoyo a los adultos mayores y a la clase media. Los acuerdos son sobre la base de estos pilares que son fundamentales , indispensables y complementarios.

- ¿Y qué le parece esto cuando surgen campañas como las del Frente Amplio respecto de que, para el Gobierno, los "súper ricos" están primero?

-Da la impresión de que algunos sectores del Frente Amplio siguen haciendo política desde los eslóganes que tenían en las pancartas y no se dan cuenta de que en el Congreso la discusión es más profunda, seria y rigurosa. Y se hace desde la evidencia. Junto con ello, nosotros hemos planteado en este debate que vamos a compensar la menor recaudación con fuentes progresivas. Por más argumentos que uno presenta, los eslóganes que muestran desde algunos sectores del Frente Amplio se mantienen inalterables. Creo que eso quiere decir que no están abiertos a discutir argumentos, sino que construyen sus posiciones desde los eslóganes, que a veces incluso son fake news.

- El ministro de Hacienda ha puesto en la mesa que esta reforma tributaria es muy necesaria para el crecimiento. ¿Qué tan necesaria es esta reforma para el crecimiento en cifras?

- Es una reforma importante en términos de crecimiento.

- ¿Pero no es todo?

- Por supuesto que no. Pero nosotros sufrimos como país una caída muy fuerte en el crecimiento potencial de la economía. A fines del primer Gobierno del Presidente Piñera estaba en 4,8%. Y ahora está en torno al 3%. Eso tenemos que levantarlo y ojalá llevarlo al 4%. Esta reforma tiene estimaciones que aumentaría la tasa de crecimiento de nuestra economía entre 0,6% y 0,8%. También favorecería la creación de hasta 60 mil a 80 mil puestos de trabajo. Pero esto se complementa con otros proyectos de ley, como la reforma laboral, la reforma al sistema de capacitación, el estatuto de trabajo joven, la sala cuna universal. Y además con lo que estamos haciendo en simplificación regulatoria. Otro tema es la agenda de infraestructura pública con obras y proyectos que van a beneficiar a todas las regiones. Este es un elemento muy importante que se complementa con todo el resto de la agenda.

Reforma a la salud

- ¿Las isapres van a seguir siendo las únicas entidades que van a poder subir los precios de los planes de salud de manera unilateral?

- Lo primero es que el proyecto de reforma al sistema de salud que ingresó el Presidente Piñera esta semana es la reforma más importante en esta materia desde la creación del Plan Auge, el 2005. Estamos atacando el corazón de los problemas que tenemos en salud, tanto en Fonasa, que atiende a 14 millones de chilenos, como en isapres, que hasta ahora sigue mostrando una serie de problemas que son gravísimos. Y que, de hecho, con las declaraciones del presidente de la Asociación de Isapres, dan cuenta que no entienden qué buscamos construir como país. La salud no es un lujo, sino un derecho que tenemos la obligación de entregar con acceso oportuno y de calidad. Respecto de las isapres, el objetivo fundamental del proyecto es crear un plan de salud único con un mecanismo de compensación solidario para terminar con las preexistencias y la cautividad ya sea porque no pueden cambiarse de isapre o bien que están fuera y no pueden entrar. Y también con el aumento indiscriminado del precio de los planes. Nuestra expectativa es que con este plan único y el fin de las preexistencias confiamos que terminen las alzas unilaterales, porque si una isapre se dispara en los precios, las personas van a tener la absoluta y total libertad de buscar otra isapre que entregue el mismo plan único. Las personas van a tener el poder de decidir dónde estar y no las isapres como hoy en día.

- ¿Debiera hacerse también un llamado a las personas a que sean responsables y se muevan en función de lo que les convenga más?

- Lo que pasa es que la creación de planes únicos y el mecanismo de compensación de riesgos, que introduce elementos de solidaridad al sistema, va a permitir que las personas tengan libertad para poder irse a aquella isapre que más les convenga. Con el plan único de salud todos van a saber las prestaciones que se entregan. Y no va a pasar como hoy, cuando existen más de 7 mil planes, donde nadie entiende nada y es imposible comparar y elegir.

-¿Cómo queda como interlocutor válido el presidente de la Asociación de Isapres después de su frase de que ese gremio "no puede darse el lujo" de recibir enfermos?

-Creo que es un error establecer un veto. La frase efectivamente es muy desafortunada, porque revela la poca comprensión del sistema de salud privado que queremos que evolucione hacia un verdadero seguro social de salud provisto por privados, pero que tenga una componente de seguro social. En el debate democrático no es bueno generar vetos a priori porque tenemos que escuchar todas las posiciones, por más equivocadas que puedan ser.

reforma de pensiones

- ¿En el caso de las pensiones, por qué el corazón de la reforma apunta a dinamizar el pilar contributivo y no el de la rentabilidad de los fondos, que es uno de los principales factores por los que se pagan hoy bajas pensiones?

- Lo primero es que el corazón del Gobierno y de su programa es la clase media. Eso se refleja en la reforma a la salud, en la modernización tributaria y en la reforma a las pensiones. En esta reforma estamos haciendo tres cosas en simultáneo. Por un lado, estamos aumentando fuertemente los recursos para el pilar solidario para incrementar las pensiones básicas que subirán de $ 100 mil a $ 150 mil en forma progresiva y gradual. Estamos creando un nuevo pilar solidario para la clase media y las mujeres, porque el apoyo que entrega el Estado a las pensiones es solo para las personas más vulnerables, por lo que creemos justo extenderlo para la clase media y las mujeres que se han visto castigadas en el sistema previsional. Y junto con ello estamos aumentando la tasa de cotización de 10% a 14% con cargo al empleador. Evidentemente en materia de pensiones estamos enfrentando un problema de menor rentabilidad de pensiones, pero eso es algo de lo que Chile tiene poco manejo, porque depende de los mercados internacionales y de la evolución del mercado de capitales. Por lo tanto, si vemos que esto es un fenómeno global, lo que tenemos que hacer es dar facilidades para invertir en aquellos fondos más rentables a las AFP. Pero lo que tenemos que hacer es también introducir más competencia y fiscalización, para que bajen los costos de la administración de los fondos. En definitiva, mientras tengamos menores costos y mayores rentabilidades tendremos mejores pensiones. Pero lo central es dotar al sistema de mayor solidaridad para que aumenten las pensiones que reciben los cerca de 3 millones de pensionados que hay en el país. Y debemos terminar con las lagunas previsionales, que son el gran problema de las pensiones en Chile.

Gustavo Alvarado