Cristián Rodríguez F.
Las cartas ya están echadas. Al mediodía de hoy, el Tribunal Oral en lo Penal de Viña del Mar dará lectura al veredicto condenatorio en contra de Johanna Hernández y Francisco Silva, imputados por el homicidio y posterior descuartizamiento del profesor Nibaldo Villegas, cuyo torso apareció flotando el 15 de agosto del año pasado en las cercanías del muelle Prat.
Fueron dos semanas y media de juicio donde el Ministerio Público y los querellantes intentaron, a través de la declaración de distintos peritos y testigos, acreditar que el homicidio fue planificado por ambos acusados con al menos dos días de anticipación, presentando una serie de pruebas como un documento del Conservador de Bienes Raíces de Villa Alemana respecto a una propiedad de la víctima, o una nota que supuestamente Johanna le iba a enviar a Nibaldo con la finalidad de aparentar el crimen como un suicidio.
Elementos probatorios que este lunes, en los alegatos de clausura, fueron puestos en tela de juicio por el abogado de la mujer, Leandro Díaz, y que durante la jornada de ayer el resto de los intervinientes tuvieron la opción de responder.
Rebaten alegatos
De manera bastante acotada, en su derecho a réplica el fiscal José Miguel Subiabre defendió tajantemente la investigación liderada por él y la Policía de Investigaciones (PDI), asegurando que las declaraciones que prestaron ambos imputados al comienzo del juicio -y que rebatieron la tesis de la Fiscalía- no pueden ser consideradas como una prueba, como lo plantearon las defensas.
"Malamente podemos entender que había prueba escasa o viciada que no permitía establecer la participación de su representada, sin indicar, además, en qué circunstancias habría ocurrido", sostuvo el persecutor, junto con agregar en reiteradas oportunidades que "la prueba ha hablado por sí sola" y que bastaría para "establecer la conclusión a la que hemos arribado desde el inicio de esta investigación".
Subiabre también defendió la tesis de que el homicidio fue cometido con premeditación y alevosía, a objeto de que el tribunal considere dichas agravantes en el veredicto que se dará a conocer al mediodía.
"Adquieren clonazepam, idean la forma de traer a la víctima hasta su casa, hacen que (Nibaldo) le mienta a su familia sobre el encuentro, la conciertan en un lugar, le suministran el medicamento, lo adormecen, lo asesinan y posteriormente ocurre el desmembramiento. Todo aquello es lo que doctrinalmente se concibe como alevosía", explicó el fiscal, quien justificó la planificación a través del "actuar reflexivo y permanente en el tiempo" que tuvieron los imputados.
Insisten en inocencia
Tal como se esperaba, la réplica de los abogados privados coincidió con sus alegatos de clausura del lunes. El defensor de Johanna, en un principio, insistió en que la "escasez de prueba y falta de algunas pericias que debían realizarse y que no se hicieron no llegan a acreditar el estándar necesario para dar por probada una participación" de la imputada.
En esa línea, Díaz también descartó que el homicidio haya estado planificado dado "los errores que describió el Ministerio Público". "La línea de tiempo que el delincuente o el hechor realizan para un determinado acto planificado debería haber tenido más elementos que los ya señalados (...) y no habrían cometido esos errores", dijo el abogado, quien pese a ello no acompañó ninguna prueba durante el juicio para reafirmar dicha tesis.
En tanto, el defensor de Silva, Carlos Oliva, insistió en que la expareja de Johanna debiese ser condenado sólo por encubrimiento y no homicidio calificado. "La Fiscalía, la Intendencia y la parte querellante tienen todos como talón de Aquiles no haber podido acreditar o señalar fehacientemente qué acción desplegó Francisco entre las 22.30 y la 1.15 horas", indicó el abogado.
"no hubo planificación"
Casi al término de la audiencia, ambos imputados también hicieron uso de su palabra, volviendo a manifestar su inocencia en el homicidio del profesor. "Quiero pedir perdón. Sé que no soy nadie para pedírselo a la familia... sé que no me lo merezco tampoco", dijo Johanna, agregando que "sé que mi hija quedó en muy buenas manos con la familia Villegas".
Francisco, por su parte, reiteró que no tuvo responsabilidad en el crimen y que sólo participó en el encubrimiento.
"Cuando declaré manifesté que venía a decir la verdad. Y eso hice, dije tal cual como habían sido las cosas. Siento, personalmente, que la suposición que hace el Ministerio Público de una planificación es sólo eso, una suposición, porque no la hubo", cerró el imputado.
Querellante confía en doble parricidio
El abogado querellante de la familia, Patricio Olivares, aseguró estar confiado en que el tribunal pueda condenar a Francisco como autor de parricidio bajo el principio de la comunicabilidad. "Dada mi visión del ejercicio de la profesión, creo haber dado los argumentos de forma lata, pertinente y contundente para que el tribunal pueda aplicar la comunicabilidad. Estamos en la época de los principios y nunca se puso en lugar que dos personas cometieran estas atrocidades".
"Dije tal cual como habían sido las cosas. Siento que la suposición que hace el Ministerio Público de una planificación es sólo eso, una suposición, porque no la hubo"
Francisco Silva, Imputada por homicidio