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Exseminaristas critican suspensión de Arias y convenio con la Fiscalía

VALPARAÍSO. Denunciantes de abuso sexual en la Iglesia regional exponen sus aprensiones sobre la investigación.
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Katherine Escalona M.

La suspensión del fiscal regional de O'Higgins, Emiliano Arias, corroborada el lunes por el fiscal nacional, Jorge Abbott, en el marco de la investigación en su contra por la denuncia del persecutor Sergio Moya por el supuesto delito de tráfico de influencias y revelación de secreto de causas, ha generado diversas reacciones a nivel nacional y también en la región.

Los seis denunciantes de abuso sexual reiterado, encubrimiento y manipulación de consciencia en más de 30 casos contra doce sacerdotes de la Iglesia local -investigación que se anexaba a la carpeta por abusos sexuales en la Iglesia Católica que tenía Arias- calificaron la situación de compleja ante una eventual formalización anunciada por el fiscal regional de O'Higgins de los eventuales involucrados y también por el convenio que no prosperó entre el Ministerio Público y la Conferencia Episcopal.

Retroceso

Para los exseminaristas que han declarado en la Fiscalía de Rancagua, la determinación de Abbott, que en definitiva acogió la solicitud del fiscal regional de Antofagasta, Alberto Ayala, que investiga la denuncia de Moya en contra de Arias, es un retroceso a la investigación en contra de los abusos dentro de la Iglesia.

"Quedamos en indefensión, porque somos muchas las víctimas que hemos ido a declarar, a entregar antecedentes, pruebas, y esto nos hace dudar del proceso porque puede ser que quede en tierra de nadie. Nos causa inseguridad e inquietud", aseveró Mauricio Pulgar.

Sobre el proceso legal, recalcó que "yo creo que las confianzas están quebradas y no sabemos qué pasa y esto porque Gonzalo Duarte (exobispo de Valparaíso), Santiago Silva, etc., no están formalizados".

Gustavo Donoso, quien fue uno de los últimos en declarar en el proceso que se sigue en Rancagua, dijo que "desde el momento en que el fiscal Abbott firma con la Iglesia Católica se pierden las garantías. Acá uno no sabe en quién creer, yo no sé si la persona que va a seguir con la investigación tiene las competencias en el caso o si las personas que lo van a acompañar sería el mismo equipo que estaba conformado. Que el fiscal nacional salga al lado del obispo ya no me da confianza".

En tanto, Marcelo Rodríguez, otro de los denunciantes, precisó que "la decisión del fiscal nacional de desvincular al fiscal Arias me parece una muestra más que clara de que los que fuimos víctimas de abuso de la iglesia tenemos todo que perder, esto va a quedar en nada, no va a prosperar. Acá existe un poder fáctico que de una u otra forma quiere mantener esto oculto. Se pierden un poco las confianzas".

El único que falta por declarar en el proceso es Marcelo Soto, quien destacó que "me parece tremendamente grave, el fiscal nacional tiene una obsesión contra el fiscal Arias, esta es la tercera vez que lo sanciona desde que asumió y creo que hay algo de fondo, esto debería responderlo el fiscal Abbott, pero no es coincidente que justo con este convenio con la Conferencia Episcopal, de acuerdo de colaboración mutua, se genere esto. La Iglesia Católica lo único que ha hecho es ocultar información, me parece raro".

Ahora quien lleva la causa es el fiscal jefe de Rancagua, Javier von Bischoffshausen.

Carta de apoyo a las víctimas

A través de una carta de respuesta a Mauricio Pulgar, la Conferencia Episcopal, el 26 de abril de este año, confirmó que ha existido contacto con las víctimas de abusos sexuales. En el escrito se especifica que "venimos haciendo un camino de escucha a las víctimas y de colaboración con la justicia (...). Además, estamos trabajando, con la ayuda del Departamento de Prevención de Abusos, (...) para una adecuada recepción y seguimiento de denuncias".