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Senadores de la región discrepan en proyecto que busca prohibir las máquinas de juego

CONGRESO. Iniciativa fue aprobada en su primer trámite legislativo y propone que locales y máquinas ajenas a los casinos tradicionales sean proscritas y posteriormente destruidas, al tiempo que plantea multas y reclusión a jugadores.
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Cristián Rojas M.

Por 30 votos a favor, 1 en contra y 1 abstención, el Senado aprobó en general el proyecto de ley sobre máquinas de juego fuera del ámbito de la ley de casinos, iniciativa que responde a mociones refundidas y a la indicación sustitutiva enviada por el Gobierno, y que busca prohibir el funcionamiento de estas máquinas y su destrucción si el proyecto llega a aprobarse definitivamente, pues recién sorteó su primera valla legislativa.

Uno de los coautores del proyecto es el senador Francisco Chahuán (RN), quien sostuvo que "creemos, sin lugar a dudas, que acá hay que generar todas y cada una de las acciones para terminar con este negocio ilícito y que además ha generado ludopatía y pérdida de oportunidades y recursos económicos a las personas más vulnerables. Es por eso que estoy muy satisfecho con que la Sala del Senado haya aprobado nuestro proyecto de ley y creemos, sin lugar a dudas, que hay que persistir en este mismo proyecto y no nos vamos a dejar amedrentar, y vamos a seguir adelante para terminar con estos casinos clandestinos".

Durante su intervención en la Sala para argumentar su postura favorable a la prohibición, Chahuán sostuvo que los "locales o recintos donde funcionan máquinas denominadas de azar, comúnmente conocidas como tragamonedas, operan al margen de la ley y además conllevan situaciones de ludopatía, delincuencia y alcoholismo en sectores vulnerables de la población en torno a estos negocios, en los que también participan menores de edad".

Gremio se defiende

Este punto fue rebatido por el vicepresidente y vocero de la Asociación Gremial de Operadores, Fabricantes e Importadores de Juegos Electrónicos Recreativos de Premio Programado (Fiden), Ramón Sepúlveda, quien subrayó que "tenemos un estudio de la Universidad Católica que demuestra que nuestra actividad no presenta más externalidades que otras actividades. No porque roben en algún negocio, no porque alguien cometa un ilícito tenemos que cerrar la actividad, porque todos los días asaltan malls, asaltan bancos, y los bancos no se cierran, por lo tanto, lo que se ha buscado es criminalizar esta actividad enlodando con un montón de otras cosas".

En esa línea enfatizó que "queda de manifiesto que son malas intenciones, que lo que se ha buscado es sustentar un argumento moralista para eliminar la industria. Sin embargo, no se tiene la misma moralidad ni la misma medición para la gente pudiente, que sí se puede entretener, y estos grupos que se preocupan de que la señora del barrio no se gaste la plata del pan, no se preocupan que en el casino Monticello no hace mucho un ludópata mató a una persona, y ellos no levantaron la voz".

El único voto en contra fue del senador Ricardo Lagos Weber (PPD), quien en su intervención en la Sala argumentó que "este proyecto es discriminatorio" y preguntó "por qué ciertas industrias se van a penalizar y otras no? ¿Lo correcto es prohibir o regular? Esta norma tiene paternalismo, porque estamos preocupados de la gente pobre. Yo quisiera un 10% de esa compasión que sienten algunos, verla cuando obligan a los trabajadores a cotizar el 10% de su sueldo en una AFP. Ahí los quiero".

Por otra parte, Lagos también planteó que el proyecto señala que "no se considerarán máquinas de azar aquellas cuyo premio entregado fuese una tarjeta, un vale, un ticket o un bien", frente a lo cual advirtió que en Japón hay locales con máquinas de azar que entregan bolas de acero canjeables por peluches "y 'casualmente' al lado de esos locales hay otros que compran peluches".

En ese contexto, emplazó a que "no nos engañemos, regulemos", pues a su juicio el tema de fondo es que "porque algo no funciona, lo prohibimos. Yo no puedo aceptar eso. El alcohol mata ciudadanos en Chile, todos aquellos que consumen o consumimos alcohol nos estamos haciendo un daño. El tabaco también mata. ¿Y qué es lo que hemos hecho en este Parlamento? ¿Hemos prohibido el alcohol? No ¿Prohibimos el tabaco? No".

En esa línea, añadió que "regulamos la publicidad al respecto, el etiquetado, regulamos en qué lugar se puede vender el alcohol y el tabaco, no cerca de los colegios, etcétera, pero no lo prohibimos, lo regulamos. Las democracias se echan a perder cuando empezamos a prohibir las cosas en vez de generar confianza en los ciudadanos, de regular como corresponde y no discriminar entre unos y otros".

En tal sentido, hizo notar que quienes buscan prohibir las máquinas hablan "como si la ludopatía fuera más fuerte en los sectores de menores ingresos. Otra cosa es que en Chile haya más gente de menores ingresos, en consecuencia, probabilísticamente va a haber más ludópatas en términos nominales".

En tanto, la única abstención fue la del senador Juan Ignacio Latorre (RD), quien planteó que "el proyecto me genera muchas dudas, porque la indicación que le hizo el Gobierno se inclina más hacia lo prohibitivo. Yo soy partidario de regular las tragamonedas, creo que es una industria microeconómica que existe, que no nos podemos hacer los lesos con eso, que genera externalidades negativas, como por ejemplo, temas de salud mental, ludopatía, pérdida de dinero, o sea, tiene muchas complicaciones pero es algo que existe, la gente lo usa, y yo prefiero regular más que prohibir".

Reclusión a jugadores

En ese sentido, agregó que "la indicación del Gobierno va muy por la línea de lo punitivo, incluso con penas de privación de libertad o altas multas a las personas que juegan, es decir, en el fondo está criminalizando a personas que pueden tener problemas de salud mental, que pueden estar desarrollando enfermedades por el tema del juego, y creo que esa no es la vía".

Si bien el proyecto pasó su primera valla en el Senado tras la aprobación de la idea de legislar, Latorre vislumbra que en las etapas siguientes "va a ser bien debatido, pero si ya regulamos y permitimos los casinos, que también tienen varias externalidades negativas pero también hay un impuesto y los municipios reciben ingresos también por vía de casinos, bueno, acá existen a nivel micro en distintos sectores de la ciudad y es una realidad que hay que regular, no creo que haya que prohibir".

El vicepresidente de Fiden, Ramón Sepúlveda, señaló que ésta es una "guerra comercial" disfrazada de preocupación social por las personas de menos ingresos. "Esto está claro para nosotros; una campaña desenfrenada de los grandes casinos para ellos quedarse con el monopolio del juego en Chile, borrar a los medianos y pequeños empresarios para ellos instalarse luego en los mismos lugares y quedarse con todo. Nos extraña que nadie se meta en lo endeudados que están los Chilenos de clase media con tarjetas de crédito que les regalan, pero si se ponen a prohibir en qué pueden o no entretenerse. Acá hay grandes poderes detrás, que solo buscan ensuciar la imagen de gente trabajadora y honesta".

"Operan al margen de la ley y además conllevan situaciones de ludopatía, delincuencia y alcoholismo en sectores vulnerables de la población en torno a estos negocios"

Francisco Chahuán, Senador RN, autor proyecto

"Tenemos patentes en el 95% de los municipios de Chile; pagamos nuestros impuestos, damos trabajo a más de 110.000 personas, 80% de ellas fuerza femenina y jefas de hogar"

Ramón Sepúlveda, Vicepresidente de Fiden

Locatarios acusan lobby de casinos