Figura de Prat
La figura de Prat, reconocida a través de la historia de nuestro país, contiene los valores y principios de quien se esmera por cumplir el compromiso y cometido suscrito con la patria, sin haberlo hecho por la exigencia de otros ni mediante lo consignado en documento alguno, sino que por decisión propia.
Chile podría ser aún más grande, pero no por sus logros materiales, sino por aquellos que tienen que ver con el coraje y determinación para hacer frente a la contingencia y adversidad, como también por el valor ético y moral de las personas que ocupan puestos de liderazgos en nuestro país.
Jaime Barrientos Proboste
Arturo Prat
En el 140 aniversario del Combate Naval de Iquique, mi homenaje a quien fuese la figura trascendental de nuestra historia, al profesor, abogado, padre y oficial de marina, a un chileno ejemplar: Arturo Prat Chacón.
Que su figura siga iluminando a las nuevas generaciones.
Federico Urra
Plaza Victoria
Celebro la iniciativa de recuperar la plaza de la Victoria de Valparaíso. Mientras se concuerda en el proyecto de remodelación y se gestionan los recursos, asuntos que en la región son tradicionalmente lentos, sugiero partir por un efectivo control del comercio ambulante y un lavado y fregado del piso; eso no requiere proyecto alguno, salvo la voluntad de hacerlo. Si queda algo de jabón, la plaza Sotomayor lo agradecería.
Miguel Á. Vergara Villalobos
Responsabilidad de obispos
Agradezco tanto a don Miguel Ángel Vergara Villalobos como a don Carlos Lorca García de la Pastora sus cartas comentando mi reciente columna "La Iglesia chilena ¿de cara al fracaso?". En ella expongo que, junto con marcar la importancia de los casos de abuso sexual y de conciencia que a todos nos han estremecido, es asimismo importante advertir cuánto ha retrocedido la influencia de la Iglesia en Chile por las situaciones de inhumanidad que entre nosotros han adquirido carta de legalidad. La principal de ellas es, sin duda, la matanza de niños inocentes que ha provocado la ley que autoriza ultimarlos antes de que nazcan (aborto). O la sensación de que da lo mismo acostarse con un hombre que con una mujer. Total, ¡son iguales! O el riesgo de que volvamos a situaciones de miseria y marginalidad como las que marcaron nuestro pasado y, por ejemplo, marcan ahora el presente de un país como Venezuela. Entre otras.
Don Miguel Ángel y don Carlos me reconocen razón en el fondo de lo que afirmo, pero el primero me pide que acentúe la responsabilidad de los fieles en este descalabro y el segundo, la responsabilidad de la jerarquía.
A la hora de asignar responsabilidades es cierto que cada uno carga con su individual cuota, pero no podemos olvidar que la nuestra es una Iglesia jerárquica y que, en ella con el Papa a la cabeza, son los obispos los que dirigen sus respectivas diócesis, sobre todo para enseñar a los fieles la doctrina cuya práctica es necesaria para asegurar nuestra salvación y, por esa vía, para asegurar en la sociedad civil un orden de justicia y de paz.
Esa ha sido la labor de la Iglesia a lo largo de siglos y, porque con sus autoridades en primer lugar -Papa y obispos-, ella la ha cumplido con una encomiable fidelidad, es por lo que la humanidad ha conocido una civilización como esta de la que formamos parte.
Por eso mismo, cuando llegamos a una situación de quebranto como la que ella ahora exhibe entre nosotros, es inevitable que, sin perjuicio de hacer un personal examen de conciencia, nuestras miradas se dirijan a aquellos que hacen o han hecho de cabeza de nuestra Iglesia local.
En este momento de renovación episcopal en nuestra patria, pedimos a Dios nos dé obispos a la altura de esta delicada e importantísima misión.
Gonzalo Ibáñez S.M.
Merluza en crisis
A pesar de que la sobreexplotación de la merluza con riesgo de colapso se mantiene desde 2015, la autoridad pesquera adscrita al Ministerio de Economía anuncia un 30% de aumento de la captura permisible en el presente año que podría alcanzar 30.272 toneladas.
Por otra parte, la evaluación biológica que han realizado varios años los cruceros del IFOP detectó una disminución de biomasa desovante y predominio de ejemplares juveniles. En favor del incremento de cuota se aduce el beneficio socioeconómico que conlleva la actividad pesquera y la comercialización de la merluza, incluyendo su exportación.
Cabe tener en cuenta el enfoque precautorio que postula la Ley de Pesca en la explotación de los recursos todavía disponibles.
Eduardo Reyes Frías