Autoridades académicas sugieren al Gobierno modificar eliminación de Historia de la malla
POLÉMICA. Decano de la UPLA y vicerrector de la PUCV advierten sobre efectos por decisión del CNE.
"Hay que replantear esto desde lo que son las consecuencias"
-¿Qué le parece la decisión del Consejo Nacional de Educación?
-No es la primera vez que se toman decisiones que afectan a las humanidades. Primero fue Filosofía - que ahora se repone- y geografía, y en su momento los idiomas, como fue el caso del francés. Por eso para mí esta es una estrategia político-económica que va a repercutir en, por ejemplo, lo que es la estructura laboral. Al bajar las horas en los liceos y colegios traerá una serie de consecuencias desde el punto de vista de las tendencias de los ingresos a las universidades. Externamente ataca la memoria ya que un país sin pasado, no tiene futuro. Son muchos los matices para una decisión como ésta. Ahora, esto estaba planteado desde 2017 y en un momento hubo una encuesta que fue rechazada por casi todos los estamentos. Pero no sabíamos que tan pronto se iba a adoptar una decisión de esta naturaleza.
-¿Por qué es un error?
-El detalle importante es que en el último año de colegio el alumno está más maduro y está más consciente de lo que puede ser. Pienso que por ahí está la problemática; querer, a través de esta modificación, impactar un área que es mucho más sensible que el área de las ciencias, afecta el presente y el futuro. Porque lo que se ve es que se quiere beneficiar todo lo que tenga que ver con productos. Esta no es una tendencia solamente nuestra, es una tendencia mundial y el modelo es propicio para este tipo de nomenclaturas.
-Siempre se habla de que Chile debiera aspirar al modelo finlandés o sistema de ese tipo.
-Ellos tienen un modelo desarrollado donde viven con otra perspectiva, donde normalmente los productos que generan a través de la educación apuntan a satisfacer las necesidades del mercado. Entonces la tendencia es regularizar a través de esto beneficiando sobre todo las áreas que tienen que ver con lo que genera ese tipo de productos: recursos. Como se ha dicho ¿es la educación un producto, es un bien o no? Se dice que no pero en la práctica sí. La privatización de las universidades y de los colegios conllevó a eso. Tenemos un modelo neoliberal y la educación tiene que coincidir y estar relacionada con eso. Para aquello se potencia todo lo que tenga un beneficio ignorando lo que tiene que ver con la cultura, la memoria o mantener las tradiciones.
- O sea, también es un sistema que apunta al mercado.
-Lo que pasa es que los modelos de ese tipo de economía desarrollada ya tienen prevalecido, dentro de sus sistemas básicos, todo lo que son los elementos culturales históricos, ellos tienen otras prioridades. Nosotros vamos reafirmándolo a medida que vamos avanzando, pero si miramos los modelos europeos, desde el punto de vista del conocimiento, cuando egresan los alumnos llegan al sistema universitario con un plus alto y ahí se especializan. Esa es la vereda que a nosotros nos falta y que serían los últimos cuatro años. Y eso es lo que no estamos teniendo cada vez que lo vamos cercenando y cambiando. Este sistema va modificando cada cuatro años los modelos educacionales y ahí ya hay una falla.
- ¿Recomienda echar para atrás esta medida?
-Creo que se tiene que replantear la fórmula, pero hay columnas vertebrales que no se pueden eliminar. Si somos parte de un sistema occidental de cultura las humanidades no se pueden eliminar y cuando se cercena una de esas aristas se hace daño al conjunto y crea un problema de sostenibilidad a futuro. Si se pretende que todo lo que se enseñe sea a través de la tecnología, deja claro que hay un modelo detrás que está diciendo que esto es lo que va a regir, pero se evita el pensamiento, la reflexión. Hay que replantear esto desde lo que son las consecuencias. Muchos de los problemas que tenemos se relacionan con la falta de memoria. En Alemania aún están rediscutiendo sobre el holocausto y todavía no se ponen de acuerdo y nosotros hemos tratado de una plumada de evitar problemas como esos y saltar hacia otras cosas. Es una forma estratégica de mirar hacia adelante y olvidar hacia atrás.
-¿Pero la malla debe actualizarse?
-La actualización va por las metodologías, la forma de enseñar en el aula. Lo otro, el cambio de contenidos, hay que pensarlo en beneficio de qué. Se pueden hacer las dos cosas sin eliminar una. El tema es que quienes están trabajando esto no son historiadores, son sociólogos; o sea otras disciplinas están viendo problemas que son de las humanidades.
"Hay que replantear la fórmula, pero hay columnas vertebrales que no se pueden eliminar. Las humanidades no se pueden eliminar"
Alessandro Monteverde, Decano de Facultad de, Humanidades UPLA
"La pregunta es: ¿tiene sentido tener un Consejo como éste?"
-¿Qué le parece la decisión del Consejo Nacional de Educación?
-La decisión que tomó el Consejo Nacional de Educación es un error. No considera varios aspectos. Lo primero, la señal que le da a la sociedad chilena en relación a que dos materias, como son Historia y Educación Física, estén fuera de la parrilla de asignaturas obligatorias para estudiantes de entre 16 y 18 años. Es un error porque le da una señal equívoca de que se trata de materias que pueden ser prescindibles. En segundo lugar, no entran al valor formativo que tiene la historia para la formación de las personas en una edad en la que se está considerando la conciencia y la reflexión de los estudiantes. Esta nueva parrilla impartiría historia entre los 14 y 15 años cuando aún no se ha cerrado el proceso de desarrollo intelectual y de maduración de las personas. La historia tiene un valor formativo muy importante para el desarrollo del sentido de pertenencia y no consideró que la formación de historia a esta edad fortalece el desarrollo de categorías de análisis, entre ellas la temporalidad, que es fundamental para tomar decisiones. A estos jóvenes les va a faltar capacidad de análisis para entender su tiempo presente. Todo esto es un grave error de la política pública.
-¿Hay que modificar este cambio de malla?
-De verdad creo que el Gobierno debe analizar el tema, revisar la medida y plantear una nueva estrategia. En ningún sistema escolar se puede dejar fuera estas capacidades intelectuales tan fundamentales para los jóvenes. De lo contrario vamos a tener jóvenes en el futuro que no entiendan el tiempo que les ha tocado vivir. Un mundo más exigente y una globalización que ha ido afectando a los jóvenes y a sus familias. De ahí el error de esta solución propuesta. Otra cosa son los contenidos que se enseñan en esas asignaturas. Comparto que se requiere una revisión de los contenidos para que sean más pertinentes con la historia contemporánea, tanto de Chile como del mundo. Hoy no se entiende una comprensión del mundo sin la historia contemporánea. Un joven debe saber qué ocurre en su mundo, pero su mundo no es lo que sucede en lo local, regional o nacional, sino que es lo que ocurre en el mundo. Esas categorías de análisis son las que proporciona la historia y si no están entre los 16 y 18 años, será complejo que puedan entender los tiempos actuales.
-¿Son efectos que se verán en el mediano y largo plazo?
-No. Son efectos que se van a ver pronto porque cuando entre en funcionamiento la nueva malla en la enseñanza media, empezará a afectar de inmediato a las personas. Y cuando nos demos cuenta de esa ausencia, será mucho más. Un curso de formación ciudadana tendrá otro propósito, importante, pero no reemplaza en ningún caso la importancia formativa que tiene la historia.
-¿Qué le parece que se haya repuesto filosofía?
-Me parece positivo que se haya mantenido filosofía dentro de las asignaturas obligatorias. Pero es muy importante eso sí que los profesores de filosofía comprendan la oportunidad que les están dando precisamente para que, cuando les toque formar a los jóvenes, se haga con un alto nivel de calidad, desarrollando todas las capacidades y el pensamiento que debiera tener una persona formada en filosofía. Entonces, me parece una buena medida, pero ahora toca que los profesores de filosofía aprovechen bien el espacio curricular para sacarle partido a las capacidades de los jóvenes.
-¿Cómo explica que un órgano como el CNE tome una medida como ésta?
-Se toman consideraciones técnicas sin considerar necesariamente lo que está ocurriendo en la sociedad. Son personas que se nombran por definiciones políticas. Son personajes importantes, que han tenido un rol importante o un cargo público, que luego no se hacen responsables de las decisiones que toman. Toman decisiones en que tiene antecedentes técnicos, pero no evalúan el impacto que estas cosas tienen en las personas o en las instituciones. No son responsables.
-¿Habría que cambiar el mecanismo de selección de sus integrantes?
-Habría que hacerse la pregunta de cuál es el valor de que haya un Consejo Nacional de Educación y luego abordemos la composición y cómo se eligen sus miembros. ¿Tiene sentido un Consejo Nacional de Educación que después de 10 años de analizar el tema plantea una solución de este tipo? Y ahí viene la siguiente pregunta de si ¿tiene sentido seguir teniendo un Consejo Nacional de Educación?
"De verdad creo que el Gobierno debe analizar el tema, revisar la medida y plantear una nueva estrategia"
Nelson Vásquez, Vicerrector de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso