Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Servicios
  • Vida Social
  • Espectáculos
ENTREVISTA. waldo quiroz, doctor en Química y vicedecano de Ciencias de la PUCV:

"Desde que se decidió poner un eje industrial ahí, no se debió permitir asentamiento humano"

E-mail Compartir

Cristián Rojas M.

Tras el fallo de la Corte Suprema que acogió siete de los recursos de protección interpuestos a favor de la población de Quintero y Puchuncaví, exigiendo una serie de medidas que las autoridades deberán aplicar, varios actores de la comunidad y parlamentarios lo celebraron. Desde el mundo científico, en tanto, el químico industrial Waldo Quiroz, vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), analiza los alcances que podría tener.

Del fallo destacó que "obliga a proponer un sistema de monitoreo que sea más amplio, para otros contaminantes; que se tiene que fiscalizar el cumplimiento de las normas, sobre todo las normas de tratados internacionales, porque se entiende que hay algunas normas que no existen en ley, pero por los tratados internacionales se debían adoptar. Y también reemplazar la improvisación por un plan ante una emergencia de intoxicación, el que debiera incluir a las instituciones de salud que reciben a potenciales intoxicados, lo que también es positivo".

- ¿Qué le pareció la exigencia a la Seremi de Vivienda para priorizar el Plan Regulador de la zona?

- Me parece el punto más positivo, pues a mi juicio, la única solución a largo plazo es reestudiar dónde están los asentamientos humanos y dónde las industrias. En este momento, creo que el principal problema es el Plan Regulador.

- Una modificación del Plan Regulador puede impedir más industrias en la zona, o no permitir más uso de suelo habitacional cerca de las industrias. Sin embargo, los asentamientos humanos allí ya existen...

- Claro, en estos momentos es imposible proyectar una solución perfecta, porque el problema es de tal grado de complejidad que es inevitable que en cualquier plan que se aplique no exista un perjuicio a la comunidad, como por ejemplo, un perjuicio económico a las fuentes de trabajo. Personalmente, considero que si el valor número uno es la salud de las personas, la única solución viable, aunque técnicamente sea bien difícil llevarla a cabo, es que la gente salga de ahí. Y la razón es que se puede poner un montón de sistemas de monitoreo y planes de emergencia, pero esos responden a lo que se llama la contaminación de efecto más inmediato, que es la contaminación atmosférica. El problema está en que la zona tiene una contaminación que no se puede monitorear día día, cuyo efecto no es inmediato, pero que va a estar siempre presente, y esa es la contaminación del suelo por metales y metaloides, y eso ningún sistema de monitoreo va a poder sacarlo de encima, porque los niveles de cobre y arsénico que tiene ese suelo, contaminantes que perduran por décadas, hacen que aunque el monitoreo sea perfecto y que el cumplimiento de las normas sea 100%, incluso si se aplicaran las normas de la Organización Mundial de la Salud, que es lo que todos aspiran, y aunque el plan de emergencia sea a todo trapo, esa población está viviendo en un suelo que tiene niveles de arsénico que están 10, 20 o 30 veces por sobre las normas internacionales. Y en ese tipo de contaminación los efectos no se ven de un día para otro, a lo mejor en 20, 30 años más va a haber una prevalencia más alta de tumores, cuando ya es demasiado tarde. Así que para mí, la única solución que preservaría la salud de la gente es que se pudieran ir de ahí.

- ¿Y hay algún método de limpieza o aspirado del arsénico, o ya está impregnado y es imposible sanear ese suelo?

- Sería un tratamiento gigantesco y de muy largo plazo. Dentro de los tratamientos de suelos contaminados, normalmente las estrategias se podrían clasificar en tres. La primera es excavar el suelo contaminado, que normalmente son poco más de 20 centímetros desde la capa superficial, sacar esas miles o millones de toneladas de ahí y llevarlas no sé para dónde. Imagínate que se tendría que hacer en un radio de 20 kilómetros respecto al entorno industrial y sacar los primeros 20 centímetros de suelo de ahí. Es una locura. La segunda opción que se toma normalmente es que se le agrega tierra encima para tapar el suelo y, nuevamente, habría que agregar una cantidad gigantesca de alguna especie de capa protectora para que la gente no tenga contacto. Y la tercera opción son protocolos de limpieza de suelo, lo que pasa, literalmente, por tomar esa misma cantidad de suelo, los más de 20 centímetros iniciales, tratarlos con reactivos químicos o incluso con sistemas de fitorremediación, es decir, que se ponen vegetales que cuando crecen absorben estos metales, pero tendrían que hacer un ciclo repetitivo de plantar los vegetales, que crezcan, que saquen el arsénico, luego sacar esos vegetales, volver a plantar nuevos, y eso repetirlo una y otra vez en un radio de 20 kilómetros a la redonda.

- ¿Se ha hecho en otros países?

- Sí, es una solución de cientos de millones de dólares y que implica mucho tiempo. Por ejemplo, hay casos en Estados Unidos donde se han hecho lavados, inertización de suelo que tiene residuos nucleares, pero es una cuestión en la que llevan 30 años trabajando y todavía no logran llegar a niveles tolerables.

- El fallo también señala que la Seremi de Salud tardó años, desde el evento en La Greda, en recabar los elementos necesarios para identificar los gases. ¿Es comprensible tal demora?

- Desde el punto de vista técnico, sí, porque para poder decir qué gases se emiten y quién los emite, son estudios de años. El monitorear gases no es una cosa simple, no existe un sistema que detecte todos los gases, entonces se ponen sistemas de monitoreo de los gases más abundantes, los más probables que estén, por ejemplo, gases ácidos, como dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, y eso existe hoy en día. Pero por ejemplo, una industria que trabaja con hidrocarburos, la que puede arrojar 40 tipos de sustancias gaseosas, tendría que tener 40 sistemas de monitoreo o instrumentos más universales que puedan tomar los gases más probables. Entonces, hay una barrera tecnológica y además hay una barrera de capacitación, porque suponiendo que compran los mejores detectores, después tienen que capacitar a la gente para instalarlos, para calibrarlos, para tratar la información, o sea, no es llegar y decir "vamos a monitorear todo".

- ¿Está de acuerdo con el llamado de atención que el fallo hace a la Onemi, señalando que ha estado "limitándose a reaccionar"?

- Esa crítica la considero bastante justa, porque esta es una cuestión que los que trabajamos en química ambiental la venimos diciendo desde que existe ese eje, que se creó antes que yo naciera, y sabiendo que hay un sector con industrias gigantescas, sabiendo que las normas son permisivas, la historia política de nuestro país ha hecho vista gorda a los asentamientos humanos que han ido creciendo. Esta cuestión se debió haber cortado desde el momento en que se decidió poner un eje industrial ahí, y no se debió haber permitido asentamiento humano, esto debió haberse declarado inmediatamente como un sector con un suelo de uso industrial y no residencial. Ahora, simplemente se están tomando medidas para quedar a ojos de la comunidad como que se están haciendo cosas, si bien algunas tienen ciertos efectos positivos, como un plan de emergencias, pero el problema final, que es la salud de la gente, no se va a resolver mientras la gente siga viviendo ahí. La otra solución es mover las industrias de ahí, pero aunque las industrias se vayan, ese suelo va a quedar contaminado por décadas.

- El fallo, además, establece que ante cada episodio crítico se deberá evacuar a la población más vulnerable, como niños y adultos mayores. ¿Lo ve factible?

- El radio donde la contaminación se vuelve tolerable o incluso indetectable es de más de 20 kilómetros a la redonda. Sacar a la gente de ahí cuando haya un episodio crítico, desde el punto de vista técnico es bueno, pero no sé a cuántos kilómetros los quieren mover, porque si los mueven a dos kilómetros de ahí, no van a conseguir mucho, que es lo que hicieron con la escuela de La Greda, por ejemplo, que la movieron como un kilómetro y medio de donde estaba, pero eso es nada, de modo que si se mueve a una distancia adecuada, es decir, a más de 20 kilómetros, estaría bien. Ahora, qué tan factible es eso, técnicamente no podría pronunciarme sobre cómo se hace eso, me imagino que en ambulancias, con respiradores. El tema es que cuántas ambulancias y buses se requieren para aplicar eso, es una cantidad gigante. Pero el hecho que haya un plan, obviamente es mejor que improvisar.

"Ahora simplemente se están tomando medidas para quedar a ojos de la comunidad como que se están haciendo cosas, si bien algunas tienen ciertos efectos positivos, como un plan de emergencias" "Sabiendo que hay un sector con industrias gigantes y que las normas son permisivas, en la historia política de nuestro país se ha hecho vista gorda a los asentamientos humanos que han ido creciendo"