Uno de los atributos urbanos que nuestra administración comunal ha procurado fortalecer en los últimos años es la sustentabilidad ambiental. Porque para Viña del Mar ser hoy Ciudad Jardín, es decir, un territorio atractivo, que brinda una buena calidad de vida a sus habitantes y la mejor experiencia a sus visitantes, trasciende lo paisajístico o el contar con un equipamiento urbano de gran estándar.
Por ello, desde que comencé mi gestión me he preocupado de impulsar y apoyar iniciativas que promuevan el cuidado de nuestro entorno gracias a un trabajo comprometido desde el propio municipio a través de nuestro Departamento de Servicios del Ambiente, y también en coordinación y alianza con instituciones públicas, privadas y comunitarias, logrando excelentes resultados.
En relación al trabajo en alianza con otras instituciones, menciono el exitoso convenio suscrito con National Geographic. El acuerdo, establecido en el marco de la última licitación del Festival Internacional de la Canción, es inédito en Latinoamérica y su objetivo es contribuir a la disminución del uso de plásticos desechables para evitar que lleguen al mar y afecten el ecosistema de los océanos. La primera acción de esta alianza fue la implementación de una red de 17 puntos limpios de reciclaje que se instaló entre Reñaca y Caleta Abarca.
Junto a esta innovadora iniciativa, también deseo referirme a la permanente labor que realiza el Departamento de Servicios del Ambiente para cuidar nuestro entorno, por medio de diversos programas anuales, entre ellos de saneamiento de espacios públicos, educación ambiental en establecimientos escolares y en juntas de vecinos, talleres de lombricultura y cultivo orgánico, reciclaje, recolección segregada de residuos mediante contenedores y recolección selectiva en origen, sólo por nombrar algunos.
Con especial orgullo destaco el excepcional trabajo desarrollado en el programa de compostaje, gracias al cual Viña del Mar es líder nacional al contar con la planta municipal de compostaje más grande de Chile. Esta iniciativa aprovecha las cerca de mil toneladas de material vegetal resultante de la poda anual de árboles, el cual es chipeado y mezclado con las 630 toneladas de residuos vegetales provenientes al año de las ferias libres del estero Marga-Marga y Caupolicán. De este proceso se obtienen 160 toneladas al año de compost, o tierra orgánica, que usamos de sustrato en las plantas cultivadas en el vivero municipal y, también, para mejorar suelos de las distintas plazas de la ciudad.
Es decir, gracias a esta planta, ubicada en el parque Sausalito, Viña del Mar se autoabastece de tierra orgánica, evitando la compra de este importante insumo para mantener las áreas verdes de toda la comuna. Además, evitamos la disposición de estos elementos en vertederos y rellenos sanitarios, contribuyendo a disminuir la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera.
Claramente, se trata de un ejemplo de gestión ambiental sustentable que es fruto de un profundo compromiso institucional y comunitario que continuaremos fortaleciendo con nuevas acciones de modo de consolidar a Viña del Mar como una ciudad ambientalmente sustentable.