Asesinato patrimonial
Valparaíso patrimonial. Muere asesinado cuando paseaba junto a su familia por las calles porteñas. Autoridad comunal dice que es un hecho puntual; las otras no se explican qué paso. Lo que se vive a diario en nuestras calles, colegios, hospitales, retenes es una realidad ajena que nuestras autoridades todas no conocen y tampoco les interesa.
La elite política indiferente a este acontecer organiza el carnaval, las futuras elecciones y quienes administraran el 4% adicional que plantea el Ejecutivo, mientras la delincuencia toma las riendas de la vida cotidiana. Esa es la realidad estimadas autoridades.
Octavio Quiroz
Valparaíso
Cómo Valparaíso se ha vuelto abrumador (Viña del Mar está alcanzando la misma condición). Desde hace ya algún tiempo repito que la ciudad no tiene remedio, aunque una vez que lo mencioné fui rápida y felizmente corregido por Gonzalo Ilabaca: "Tiene remedio -me dijo-, lo que no tiene es solución".
Aunque de muchísima mayor gravedad, el reciente homicidio de un ciudadano canadiense a plena luz del día y en un barrio turístico de Valparaíso me hizo recordar cuando hace algunos años nos visitó un grupo de expertos que envió la Unesco para comprobar cómo mal cumplíamos con nuestra condición de patrimonio de la humanidad y fueron asaltados en el barrio de La Matriz para robarle la cámara a uno de sus integrantes que resultó herido en una mano. Menos grave este otro episodio, sin duda, pero tiene un gran simbolismo.
¿Cuáles serán los remedios contra la flagrante y ya crónica inseguridad de las calles de Valparaíso? Ojalá el alcalde logre acordarlos con el gobierno central y, sobre todo, financiarlos. La responsabilidad por nuestra condición de patrimonio cultural de la humanidad es del Estado de Chile y no sólo de la región o de la ciudad de Valparaíso.
Pero no se trata sólo de cuidar esa condición. Se trata ante todo de cuidar a las personas. A las personas que viven en Valparaíso y a quienes nos visitan. Si quienes nos visitan y van con una cámara fotográfica arriesgan ser apuñalados, Valparaíso dejará de ser una ciudad turística, como dejó ya de ser tantas otras cosas.
Agustín Squella
Chile digital
La tecnología está cambiando la frontera de posibilidades a un ritmo que nuestras instituciones sociales (gobiernos, congresos, universidades, etcétera), menos actualizadas, se quedan atrás de manera sistemática. Es evidente que nos enfrentamos a posibilidades disruptivas para las que no tenemos respuesta desde nuestros valores tradicionales, pero debemos ser conscientes y estar abiertos a los cambios.
En promedio, una persona que realiza ocho trámites al año gasta cerca de 18 horas de su vida en esto. De estas, el 70% se invirtió en conseguir algún papel para concretar el proceso. Es por esto que es indispensable que los trámites actuales se simplifiquen, tal como recientemente lo ha comenzado hacer el Gobierno a través de proyectos como Comisaría Digital, Hospital Digital, Cero Papeles o Chile Atiende.
Los ejemplos internacionales lo avalan: Australia, Estonia y Reino unido lograron realizarlo sin mayores dificultades. ¿Por qué no podríamos nosotros?
Santiago Amenábar
TPP11
¿Sabemos los chilenos que es el TPP? Desde que comenzó la tramitación del TPP han circulado argumentos falsos y anacrónicos sobre las repercusiones que tendrá el acuerdo no sólo en nuestra economía, sino en nuestra calidad de vida.
Una economía pequeña y abierta como la nuestra no puede aspirar a mantener elevados niveles de crecimiento sin profundizar su estrategia exportadora. Según un informe de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales, más de 3.000 productos silvoagropecuarios que Chile envía a esos mercados mejorarán sus preferencias arancelarias.
En ese contexto, la suscripción de estos acuerdos, además de abrir valiosos mercados para nuestros productos y potenciar la capacidad productiva local, eleva nuestros estándares y desafía al país para ir alcanzando progresivamente un perfil de economía robustecida y desarrollada.
Francisco Muñoz Rosales
Tráfico colapsado
Desde hace más de siete años vengo observando que transitar del norte de Viña del Mar en la mañana, para ir a Viña o Valparaíso es cada vez más desastroso por el aumento continuo de vehículos, causado esencialmente por el alza de población en Reñaca y Concón. El cuello de botella más importante está a la altura de la entrada a la población de los marinos, por el colegio Capellán Pascal. Después en 15 Norte.
Me sorprende realmente no ver ninguna preocupación de la Municipalidad de Viña del Mar por solucionar estos dos puntos con pasos niveles o agrandando a tres pistas antes de la entrada a los marinos, o con un túnel para los que siguen hacia Valparaíso, cuyo costo es igual o menor que la misma distancia de metro.
Rodrigo Testart