"No existe ningún bombero en Chile que desee ser profesional"
El Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, compuesto por 950 voluntarios, es el más antiguo del país y mañana cumple 168 años de existencia, por lo que se encuentran inmersos en los preparativos para conmemorar el aniversario, que se da en el marco de un proceso de modernización que ha implicado obtener para un equipo de ellos la certificación USAR, que los acredita para trabajar en situaciones de catástrofe como terremotos, buscando gente atrapada bajo escombros.
Asimismo, está en curso una certificación de trabajo con materiales peligrosos, mientras que en los últimos tres años han traído a bomberos profesionales de Canadá, Estados Unidos y México para capacitar a sus pares porteños en técnicas modernas relacionadas con su importante labor.
Al respecto, el superintendente del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, Erasmo Olivares, comentó que "desde hace dos años estamos desarrollando como institución un proceso de reorganización, de modernización, que es vital para proyectar nuestra institución. Así como ya tenemos una historia de casi 168 años, proyectarla por la misma cantidad de años, mínimo, hacia el futuro, y para ello tenemos que aplicar cambios tendientes a que esta institución sea sustentable. Y si bien es cierto es voluntaria desde el número uno hasta el último bombero, en este siglo 21 somos profesionales de la emergencia".
- ¿En qué consisten esos cambios?
- En primer lugar, cambios estructurales en cuanto a reglamentos, a estatutos. Y en cuanto a la gestión financiera, ya nació una empresa en este Cuerpo de Bomberos, que se llama Valparaíso 1851, que es una sociedad por acciones que nos permite manejar todo el aspecto financiero contable del Cuerpo a través de esta empresa, porque los procesos a futuro dicen relación con proyectos que tenemos que hacer tanto al Estado como a la industria privada, inspecciones que se avecinan, la nueva ley de ascensores, las inspecciones de los edificios en altura y otros en los que nosotros tendremos que responder a ese nuevo desafío con un marco institucional y una gestión financiera ad hoc a los nuevos tiempos.
- ¿Ese proceso de modernización incluye también la renovación del material antiguo?
- En cuanto a la modernización de material mayor, sí. Esa es la otra parte de la gestión. Si no tenemos una base que se sustente en un buen financiamiento para enfrentar procesos de inversión, difícilmente lo podríamos llevar a cabo, por eso que nace esta sociedad y por eso que nacen, entonces, algunos proyectos que estamos manejando. Ejemplo de ello es el acuerdo que tuvimos con nuestro alcalde, Jorge Sharp, en el que el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso asumió la administración de 672 cupos de estacionamientos en la ciudad. Eso también fue un desafío para nosotros, porque teníamos que tener una experticia; y como adolecíamos de ella, hicimos una alianza con una empresa relacionada para manejar como corresponde esta oportunidad. Por otra parte, estamos trabajando en un proceso de inversiones, de compra de carros que son no los que comúnmente se ven en otras ciudades que son de una topografía mucho más horizontal que la nuestra, que en un gran porcentaje es casi vertical, y por tanto, los carros tienen que ser los adecuados para aquello, y para eso hay que invertir.
- ¿Cuánto cuesta un carro?
- Para conocimiento de la ciudadanía, el valor de un carro fluctúa entre los 200 y 500 millones de pesos, por lo tanto, es necesario hacer un proyecto debidamente planificado y obtener también la ayudas, no solamente del Estado, que nos aporta con el 50% de nuestro plan de gastos anuales, sino que también conseguir el apoyo de los privados. Y justamente en base a esto último apareció un convenio con Esval, que se comenzó a trabajar el año 2017. Encontramos buena acogida en el gerente general de Esval, don José Luis Murillo, y también nos ayudó en su oportunidad la exsenadora Lily Pérez, para comenzar a desarrollar este convenio que se lanzó en noviembre del año pasado. Esto es algo inédito en Valparaíso, y así como hace 44 años estamos haciendo rifas, lo que al comienzo fue difícil, lo mismo ocurre con este convenio, que para el Cuerpo de Bomberos no tiene ningún costo de administración y nos permite que, a través de la cuenta del agua, anotando el número de cliente, llegamos a la casa del vecino porteño y le pedimos si puede ser socio colaborador del Cuerpo de Bomberos con la cifra que ellos quieran donar. Esval tiene cerca de 85 mil clientes y nosotros quedaríamos relativamente tranquilos si logramos un 50% de eso, pero en este momento ni siquiera llevamos el 10%.
- ¿Y el tema de los parquímetros cómo ha resultado?
- Bueno, esto comenzó recién este año, pero tiene como valor fundamental planificar a contar del año 2020 proyectos como la compra de carros, compra de material menor, equipamiento de los voluntarios, porque para nosotros es vital que un voluntario esté debidamente resguardado con equipos como corresponde para preservar su integridad física, y eso tiene valores: en un equipo normado, con cotona, casco, botas de seguridad con punta de acero, pantalones, uno puede gastar dos millones de pesos, y si a eso le agregamos el equipo de respiración autónoma, casi duplicamos esa cifra.
- ¿Cuáles son los problemas más frecuentes que deben enfrentar?
- Lo fundamental es la falta de tiempo del voluntario para ocupar cargos de responsabilidad, tanto en las compañías como en el Cuerpo. En julio haremos una reunión con el directorio general para buscar las debilidades y las fortalezas de nuestra institución y lograr hacer los cambios en esta parte.
- Teniendo en cuenta ese problema, ¿se han planteado alguna vez el pasar de ser voluntarios a profesionales?
- No, yo creo que es parte de nuestro ADN el ser bombero voluntario y no existe ningún bombero, de los 50 mil que hay en Chile, que desee ser profesional. Sí somos profesionales, pero en la emergencia, en la capacitación, en la educación y un ordenamiento que es disciplinado, jerarquizado, siguiendo el ejemplo que nos legaron nuestros fundadores hace 168 años aquí justamente, en Valparaíso. Es nuestra obligación moral seguir adelante con nuestro sistema.
"Nuestra juventud puede encontrar en el Cuerpo de Bomberos una posibilidad de servir al prójimo y ser solidarios. Aquí se da la verdadera vocación de servicio público"