"No tenemos que olvidarnos que en esta región sigue habiendo situaciones de pobreza multidimensional"
Sebastián Sichel
Ministro de Desarrollo Social y Familia
"Incluso a personas extranjeras les ha llamado la atención que aquí rayar cuesta cero y eso no puede ser"
Rosario Pérez
Seremi de Bienes Nacionales, al presentar campaña "Cero Rayados"
"La automatización puede significar la destrucción de empleos, pero también la creación de otros". Afirmación de Violeta Silva, secretaria regional ministerial del Trabajo, ante las inquietudes surgidas en sectores laborales debido a la introducción de sistemas tecnológicos que desplazan a la mano de obra humana.
La tecnología reemplazando al trabajo manual no es novedad. Ejemplo claro es la difusión mundial en el siglo XIX de la máquina de coser, que facilitando la confección de ropas dejó sin trabajo a miles de mujeres que pacientemente y con gran prolijidad hacían esa labor.
La tendencia fue avanzando, pero hoy alcanza un alto ritmo, pues los procedimientos tecnológicos cubren los más variados campos. Así, por ejemplo, hay en concreto una inquietud en el retail, que ha introducido procesos tecnológicos en el cobro al público, reemplazando a los tradicionales cajeros. Lo mismo aparece en los peajes.
Y la tendencia avanzará, pues se agilizan operaciones y, a la vez, disminuyen costos para las empresas; pero cuando la moderna máquina reemplaza al trabajador, aparecen inquietudes laborales. Afirma la seremi del Trabajo que, sin embargo, se crean nuevos empleos. Cierto, pero la mutación no es automática. Esos nuevos empleos, necesariamente, están ligados a la tecnología y ello supone capacitación.
Reconociendo la situación, Alejandro Villarroel, director regional del Sence, sostiene que no se puede desconocer que "los tiempos están cambiando", ante lo cual, afirma, "tenemos que hacernos cargo de ello y preparar a las personas para que tengan otras especialidades".
Desafío ineludible que tiene varios tiempos. El primero es hacerse cargo de quienes, aquí y ahora, están perdiendo sus trabajos. Y eso precisamente cuando las cifras de empleo no son satisfactorias. El segundo tiempo refiere a la educación que en todas sus ramas debe asumir la presencia de la tecnología en reemplazo de muchos cupos laborales. Y es la educación la que debe generar capacidades para asumir esos nuevos empleos asociados a la tecnología que precisamente está reemplazando al trabajo humano. Y todo lo anterior debe situarse en un marco legislativo acorde con la nueva realidad.
Una acción realista en la materia es la que anuncia el Sence con la oferta de 1.700 cupos en cursos ligados al uso de herramientas digitales y el programa "Experiencia Mayor", focalizado en personas mayores de 60 años que deben nivelarse, al menos básicamente, con las actuales generaciones que dominan las nuevas tecnologías.
El desafío de la automatización exige atención permanente, tanto del sector público como del privado, buscando que le ventajas de los nuevos sistemas signifiquen no solamente cifras en la economía, sino que aportes efectivos en la vida de las personas.
Según la matrícula para la contribución de patente, hay en esta capital, 137 abogados en ejercicio. De ellos, 34 pagan patente de primera clase o 100 pesos, y 103 bogados que pagan patente de segunda, o sea, de 50 pesos. Del total, 2 son Ministros de Estado, 2 son senadores, 23 diputados y 8 son empleados administrativos.
Matrimonios entre soldados del ejército de Estados Unidos y mujeres alemanas están prohibidos por reglamento. Los realizados hasta hoy son nulos. Técnicamente, ambos países están en guerra. Sin embargo, esto cambiará cuando se ratifique el Tratado de Paz. Al cuartel general de ejército siguen llegando pedidos de los jóvenes.
Su alejamiento definitivo de la Cartera del Interior anunció Edmundo Pérez Zujovic al Presidente de la República, para hacerse cargo de la firma constructora de que es socio principal y que estaba a cargo del señor Madlen Razmilic, fallecido recientemente. El Ministro debió insistir en su decisión, a pesar de que se le pidió cambiarla.
En Occidente, las mejores universidades han asumido que el mundo del trabajo está experimentando grandes transformaciones. La automatización y la robótica dejarán en desuso varias profesiones. A medida que avanza la globalización y la sociedad del conocimiento, con un desarrollo tecnológico que cubre todos los niveles del quehacer humano, las instituciones de educación superior tendrán que implementar cambios en los procesos formativos de pre y postgrado.
Las universidades de calidad advirtieron que deben asumir varias responsabilidades con sus alumnos de cara al futuro, como es el reforzamiento de los valores, el respeto a la diversidad, la superación de la actitud provinciana y la valoración de la cultura, como expresión máxima de la creación humana.
Una de las primeras medidas para abordar estos retos es la actualización de los modelos educativos. Lo hacen con una visión amplia, interrogando a la sociedad, haciéndose cargo del desarrollo de los países y de los aportes experimentados por las comunidades científicas internacionales. En el centro están las personas y cómo ellas aprenden en niveles progresivos de complejidad.
En el debate internacional ya existe consenso de cuáles son las principales habilidades para el siglo XXI: pensamiento crítico, creatividad, trabajo en equipo, comunicación oral y escrita y capacidad de aprender a aprender. Estas habilidades deben considerarse cuando se diseñan o se reformulan los planes de estudio, que ya no son de exclusividad de los académicos. Corresponde consultar a los egresados, a los empleadores y a las comunidades científicas internacionales.
De este modo, se puede ir abordando en profundidad lo que los campos laborales están exigiendo a los titulados, cumpliendo así con las expectativas que las familias y el Estado depositan en las universidades.
La segunda medida que realizan estas universidades de calidad es fortalecer las capacidades de los académicos para que brinden una formación pertinente. La enseñanza debe ser desafiante para los alumnos, con preguntas y problemas relevantes que surgen del quehacer de la profesión, con metodologías que potencian la autonomía profesional y con mayor uso de tecnologías.
En consecuencia, en los próximos años, las universidades chilenas para seguir contribuyendo al desarrollo del país y favoreciendo las oportunidades de las personas, tendrán que hacer un nuevo y mayor aporte, optimizando al máximo la calidad de los procesos formativos que ocurren en las aulas universitarias. Asimismo, de esta encrucijada histórica surge la necesidad de responsabilizar a los estudiantes universitarios para que estén a la altura de los tiempos, para que aprovechen el tiempo disponible en el estudio, sean curiosos intelectualmente y agradecidos del esfuerzo de los padres. El camino al desarrollo pasa necesariamente por las personas, en especial de aquellas que han tenido el privilegio de recibir una educación universitaria de calidad.