Con una inversión de casi $7.000 millones el Teatro Municipal de Viña del Mar estaría en condiciones de funcionamiento en los primeros meses del próximo año. Inaugurado en 1930, sufrió graves daños estructurales con el terremoto de 2010, por lo cual debió cesar en sus funciones y ser sometido a un largo proceso de restauración.
Ahora pareciera que el avance de las obras entra en tierra derecha y se están ultimando aspectos que no deben prolongarse en el tiempo.
Entre esos aspectos se encuentra la tecnología de audio, iluminación y tramoya. También están pendiente las butacas y otras instalaciones para el público. En total la sala, con sus aposentadurías de plateas alta y baja, balcón y galería, debe acoger a 2.499 personas.
Estas instalaciones se asocian a los accesos y, especialmente, a sistemas de seguridad facilitando la evacuación en casos de emergencia. Avances importantes se han logrado en la restauración de la notable ornamentación de la sala con hermosas lámparas y gran cantidad de piezas metálicas, obra de artesanos italianos radicados en Viña del Mar y Valparaíso a principios del siglo pasado, todo ello en el estilo greco romano del edificio.
La entrega de las obras terminadas supone una gran responsabilidad, tanto por la alta inversión realizada como por la condición patrimonial del teatro.
Así, es fundamental un plan de gestión enfocado en el uso del teatro como centro cultural de la ciudad, la Región e incluso del país, como también en la mantención del edificio y la actualización de su renovada tecnología.
Durante años el Municipal de Viña del Mar, junto con acoger música, danza y teatro, fue una sala de cine más operada por un circuito que administraba otras de la zona. Es posible que esa modalidad financiara el recinto, pero a la vez su uso intensivo determinó el deterioro en sus instalaciones.
Además, como lo señala el diputado Osvaldo Urrutia, "durante ciertas épocas, en otras administraciones municipales, se le dio muy mal trato al teatro, se prestaba para graduaciones de colegios y se prestaba gratis, no había plan de gestión". Es cierto que el teatro debe estar abierto al uso de la comunidad, pero con límites y con responsabilidades que signifiquen asumir costos de uso.
Pero lo fundamental es calendarizar actividades culturales a partir de aquellas tradicionales de la ciudad como el Festival de Ejecución Musical. También es importante considerar el uso de diversos espacios del recinto, como su magnífico hall, subsuelo y pasillos del segundo piso.
De este modo la gestión del restaurado Teatro Municipal debe contemplar una ocupación racional, considerando ingresos por el uso, pero básicamente buscando rentabilidad cultural en beneficio de residentes y visitantes de la zona.