Acuerdos en lucha contra el desempleo
Cuando Valparaíso aparece con la mayor cesantía del país, el llamado es a una tarea conjunta olvidando dogmas y desconfianzas que ahuyentan la inversión. Como advierte Maximiliano Duarte, investigador de la Fundación Piensa, "necesitamos alcanzar acuerdos políticos regionales y dejar de lado la polarización política".
Las cifras muestran nítidamente una paradoja que afecta a personas, a muchos habitantes de Valparaíso. Mientras en el plano nacional el desempleo anota una baja llegando al 7,1% de la fuerza de trabajo, en la Ciudad Puerto el mismo indicador alcanza al 10,7%, el más alto del país.
Esto en circunstancias que el desempleo en la vecina Viña del Mar está en un satisfactorio 5,3%. En el plano regional, el indicador marca un 8%, lo que significa un 0,7% más que la cifra registrada el trimestre abril-mayo-junio de 2018.
Traduciendo estas cifras a personas, el sector regional más castigado fue la industria, que perdió 12.859 puestos de trabajo en el curso de un año. El segundo rubro afectado fue el comercio, con una caída del 2,6% en plazas de ocupación.
Para el presidente de la Asociación de Empresas de la V Región (Asiva), y a la luz de las cifras entregadas por el INE correspondientes a la última medición trimestral, el problema está en las trabas que encuentra la inversión en la zona, afectando a proyectos por US$3.180 millones que habrían generado 3 mil empleos. Aludiendo al caso concreto de Valparaíso, para el presidente de la Cámara Regional de Comercio, Pier-Paolo Zaccarelli, la causa estaría en el "desincentivo" a la inversión, frenando proyectos inmobiliarios con "disposiciones locales que terminaron por desalentar a los empresarios". Desde su púlpito, el alcalde porteño, Jorge Sharp, culpa de la situación al "modelo económico que no está generando condiciones de empleabilidad", insistiendo en que debe ser revisado, vieja consigna que nada resuelve. Entretanto, el intendente, Jorge Martínez, alude a los migrantes como un factor más en el desempleo, al aumentar la demanda de plazas de trabajo.
Los factores pueden ser muchos, pero la cuestión de fondo reside en la necesidad regional y local de captar inversión y para eso, al menos, se requiere un ánimo acogedor que exprese en los hechos un verdadero interés en la llegada de capitales, dejando de lado la satanización de las empresas, pero también advirtiendo, claramente, que deben cumplir con las normas vigentes en cada uno de sus rubros.
A la vez, como aconseja Maximiliano Duarte, de la Fundación Piensa, "necesitamos alcanzar acuerdos políticos regionales y dejar de lado la polarización política". Receta urgente y sensata, pues cuando hay que intervenir al enfermo es absurdo debatir sobre el color de la capa de los cirujanos.
Y oportuna también cuando los esfuerzos, más que en el desempleo, el crecimiento y la inversión, parecen estar centrados únicamente en cálculos, malabarismos y zancadillas ante elecciones en lontananza.