Consultada la Cámara de la Construcción Valparaíso sobre la tragedia que vive Valparaíso, el presidente de la instancia, Gian Piero Chiappini, dijo que lo clave es estabilizar el terreno y atender a las familias afectadas. "Lamentamos profundamente esta tragedia y solidarizamos con las familias afectadas, con los porteños y con sus autoridades", explicó el dirigente gremial. Agregó que "es muy pronto para sacar conclusiones técnicas y aparentemente lo prioritario es estabilizar el terreno y atender a las víctimas". En tanto, el Colegio de Expertos en Prevención de Riesgos pidió al municipio porteño actualizar el catastro sobre viviendas que tienen riesgo en toda la ciudad.

Cristián Rojas M.

"Cuando nosotros llegamos al municipio había un listado de 700 inmuebles que presentaban daños estructurales", dijo a El Mercurio, en marzo de este año, el director de Emergencias de la Municipalidad de Valparaíso, Ezio Passadore, mientras que el académico Uriel Padilla, director de la Escuela de Construcción Civil de la UV, daba cuenta de alrededor de 2.500 inmuebles con daños.

A su vez, el académico Álvaro Peña, director de la Escuela de Ingeniería en Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, recordó que "nosotros el 2007 hicimos un estudio muy acabado y extenso para la Municipalidad de Valparaíso, justo después de la explosión e incendio que ocurrió en la calle Serrano. Estudiamos unas 800 viviendas en el plan de la ciudad, desde la Aduana hasta la plaza Victoria, para ver cuáles eran sus vulnerabilidades. Es bueno hablar de riesgo, el riesgo es la vulnerabilidad por la amenaza, y la amenaza puede ser una explosión, un incendio, un terremoto o lo que sea. Claramente Valparaíso tiene construcciones antiguas que no cumplen la normativa actual".

No obstante, hizo notar que "hay que separar aquellas que estén en riesgo de colapso, y esas se van presentando de forma aislada. Nosotros vivimos constantemente sismos, y también hay lluvias, marejadas, incendios, vientos, y si realmente tuviéramos una condición tan precaria, tendríamos viviendas en el suelo a cada rato".

Peña subrayó que las construcciones en riesgo de colapso "deben ser analizadas, y por eso creo que este tipo de estudios, que en su momento nosotros hicimos, yo creo que deberían repetirse en el tiempo, hacer un seguimiento de esto, principalmente las estructuras antiguas, así que yo bajaría un poco esa voz de alarma de que 'actualmente existen 3 mil viviendas...'. Sí, pueden ser 50 mil viviendas que presentan problemas, pero otra cosa es que se vayan a caer".

Causas del derrumbe

Según el diagnóstico de Peña, en el caso del cerro Bellavista "fue un problema de empujes del suelo, no de la fundación de la casa. La casa está fundada sobre roca y la contención era originaria de roca, como todas estas laderas de cerros en Valparaíso. Lo que se aprecia es que los empujes de los elementos de contención fueron creciendo, principalmente por incorporaciones de agua que vienen desde arriba, materiales, sobrecargas que se van poniendo en la zona superior, y por otro lado, la misma estructura resistente, como muro de contención era deficiente y, además, con un nulo mantenimiento, de modo que aumentaron los empujes, disminuyeron las resistencias y esto se vino abajo".

El experto de la PUCV advirtió que "esto avisó antes, debió tener un aviso, por lo menos, semanas anteriores, con deformaciones grandes, unas panzas que se le debieron haber generado a esta estructura de contención, grietas. Un colapso de esto no es repentino, la misma estructura avisa".

Su impresión se condice con el testimonio entregado en la edición de ayer de este Diario por Diego Romero, quien rescató a uno de los niños heridos y tras ello comentó que "mi polola vivió en la casa de arriba unos diez años y nosotros habíamos pasado por ahí como tres días antes y vimos la guata (deformación) del muro y me dijo: 'En cualquier momento se va a caer esta casa'".

Signos de alerta

Por su parte, el director de la carrera de Construcción Civil de la Universidad de Las Américas (UDLA) sede Viña del Mar, Fernando Mandiola, planteó que "si bien muchas viviendas de Valparaíso están construidas en zonas de riesgos, se hacen más propensas a derrumbes y colapsos aquellas que suman una serie de condiciones negativas, tales como construcciones fuera de norma, sin permiso, en terrenos no aptos para edificar, en quebradas, cuando hay materiales en mal estado o la presencia de agentes como humedad, la corrosión en su estructura, la inadecuada mantención de la casa, entre otros, los que unidos aumentan el riesgo de que se presenten incidentes de este tipo".

Destacó que lo importante es realizar mantenciones y revisiones periódicas a las viviendas en su estructura e instalaciones, en las áreas eléctricas, de gas y agua. También, apenas se observen daños o ruidos extraños (crujidos), asesorarse por profesionales del área y entes especializados, por ejemplo, recurriendo a la Dirección de Obras del municipio para informar la situación y recibir orientación. Signos que pueden ser de alerta son el desgaste de materiales, la evidente falta de mantención, daños en elementos estructurales, grietas en muros y paredes, pisos desnivelados, puertas y ventanas descuadradas, socavamiento de terrenos, debilitamiento en el talud, entre otros.

Con un minuto de silencio el Senado lamentó la tragedia que enluta a Valparaíso y que dejó, al menos, a seis personas fallecidas, luego de que este martes 13 de agosto se derrumbara una vivienda y un muro de contención en el sector de la escalera Pasteur, en pleno centro de Valparaíso. La senadora Isabel Allende realizó la petición, "a nombre de todos los senadores y senadoras, no solo los que representamos a esta Región", advirtió. Asimismo, indicó que los parlamentarios de la zona ya se reunieron con las autoridades para que se realice un catastro sobre las viviendas que deben repararse o demolerse, "para que no tengamos que lamentar hechos como estos".