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ENTREVISTA. rodrigo romo, comandante del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso:

"Los que somos nacidos en Valparaíso sabemos que hay muchas casas que pueden estar en riesgo"

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Cristián Rojas M.

Una labor extenuante, exhaustiva e incesante es la que han llevado a cabo los voluntarios de Bomberos en la tragedia que conmocionó a Valparaíso y al país este martes, cuando se derrumbó una antigua vivienda sobre la escalera Pasteur, a los pies del cerro Bellavista. Al mando de ellos ha estado el comandante del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, Rodrigo Romo, y en el trabajo han tenido un rol fundamental los 42 voluntarios del grupo USAR (Urban Search and Rescue) de la institución porteña, así como sus pares viñamarinos, que tienen un número similar en dicho equipo especializado en búsqueda y rescate de personas en situaciones como éstas.

"Es un trabajo en conjunto, entre los dos grupos se hizo finalmente un solo equipo, así que también ha sido una enseñanza para los equipos USAR de Chile y para Bomberos de Chile, anoche (jueves) yo hablaba con el presidente de Bomberos de Chile y decía: 'Nos han dado una señal y nos van a hacer cambiar la estructura de trabajo'. Claro, porque cuando hablamos de que se activa un grupo USAR y se moviliza para cualquier parte de Chile, no es lo mismo que tener que actuar rápido de local, bajo un escenario como éste".

El equipo viñamarino fue uno de los primeros en obtener la acreditación en Chile, mientras que el porteño la obtuvo hace dos meses, "después de cuatro años de trabajo, porque los procesos de acreditación son muy largos, de entre cinco y siete años, pero nosotros nos demoramos cuatro porque fue bien riguroso el trabajo que se hizo en Valparaíso, incluso hoy día se está cambiando el modelo de acreditación por lo mismo, por el sistema de trabajo que realizó el grupo USAR y el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, que tuvo su debut acá".

- Un caso bien complejo para su debut...

- Sí, la verdad es que eso hablábamos con el líder del grupo USAR Valparaíso y también con el de Viña, quienes tienen una amplia experiencia, han estado en distintas misiones, tanto en Chile como en el extranjero, y decían que ésta es una de las más complicadas por la condición que tenía el cerro, que ha sido muy cambiante cada minuto. Cuando ellos han estado en terremotos, como el de Haití, cae todo al suelo y se empieza a trabajar bajo un escenario casi estático, no es como aquí, que ha ido cambiando minuto a minuto, hemos tenido que cambiar la planificación dos o tres veces en el día.

- ¿Ha habido momentos en que estuvo en riesgo la vida de voluntarios?

- Al principio hubo un riesgo innecesario de los voluntarios, pero es entendible desde el punto de vista de tratar de salvar vidas y ayudar, pero después de un par de horas de trabajo incesante, pero luego, sobre todo cuando tuvimos el rescate de la menor, paramos un poco, sacamos a nuestra gente y empezamos ya con una planificación mucho más profesional, y por eso hasta el minuto hemos tenido cero accidentados, ni siquiera un accidente leve hemos tenido en nuestro personal, porque todos los movimientos que hemos hecho han sido muy planificados, muy calculados.

- ¿Han sido asesorados por profesionales externos?

- El Sernageomin llegó en la madrugada cuando partió la emergencia; también lo habíamos solicitado ya, y nos dieron un preinforme, pero ayer (jueves), ya teniendo la claridad de que habíamos podido recuperar los seis cuerpos que estaban debajo de los escombros, y había que comprobar las presuntas desgracias, pedimos que vinieran profesionales e hicieran la evaluación del cerro bien, de todas las estructuras que quedan volando, y ahí recién volver a trabajar, porque si no, no es necesario exponer a la gente. Así fue como llegó el profesor Álvaro Peña, director de la Escuela de Ingeniería en Construcción de la Pontificia U. Católica de Valparaíso.

- ¿Cuáles son las principales complicaciones que han encontrado?

- Lo más complicado es el cerro, que es adverso en el sentido del desprendimiento de grandes masas de roca y piedras, más allá de la estructura, que si bien era complicada, el cerro tiene una zona rocosa y otra zona que es de relleno, y eso es lo que nos ha complicado, pues hay mucho desprendimiento que no deja acceder a los grupos de rescate. Nosotros el segundo día en la madrugada, casi en la mañana, ya teníamos detectadas a las víctimas, pero era imposible llegar a ellas, había que mover muchas estructuras, pero al moverlas se nos podía venir gran parte del cerro encima de los bomberos, entonces por eso fue tan lento el proceso de poder recuperar a las víctimas.

- ¿Estas labores casi sin descanso tienen un costo personal y familiar para los voluntarios?

- Sí, pero la verdad es que es parte de ser bombero el costo que esto tiene, las familias son las que sufren un poco más desde el punto de vista que uno se aleja de la casa un par de días. Para muchos, desde el punto de vista profesional, laboral, también es complicado, y es más difícil todavía cuando estamos respondiendo de forma local que cuando se sale de Valparaíso o de Chile, porque en esos casos las familias se quedan con la tranquilidad de que andamos en otra ciudad o en el extranjero, pero acá es constante, te pueden venir a ver, se te acercan, quieren saber de ti, entonces es algo que también vamos a tener que evaluar bien, cómo vamos a verlo aquí adentro. No es lo mismo salir a una misión en otra parte de Chile que estar en tu propia ciudad respondiendo.

- ¿Y ustedes, como bomberos porteños, cómo evalúan el estado de las casas en la ciudad? ¿Han visto algunas que presenten riesgos similares?

- Riesgos similares hay, yo creo que todos los que somos nacidos y criados en Valparaíso sabemos que hay muchas casas que pueden estar en riesgo, sabemos que puede pasarnos esto no solamente ahora. En Valparaíso, normalmente, en el año tenemos un par de emergencias similares, pero no de esta condición tan grande. Hace dos o tres meses se cayó una casa también en un cerro, y ahí llegamos, trabajamos, hubo sólo una persona lesionada, pero claro, nunca habíamos tenido un derrumbe de la magnitud de éste, en que hay ocho o nueve personas directamente relacionadas con la emergencia, entre las que se rescataron, las presuntas desgracias y las que ya pudimos recuperar.

- ¿Concuerda con el alcalde en que se deben actualizar los catastros existentes, unificarlos y precisar cuáles son las casas en riesgo inminente de colapsar?

- Yo creo que hay que hacer un estudio más acabado, y creo que hay que sentarse en una mesa técnica. Esto tiene que ser una lección aprendida y hacer una evaluación a futuro, si es que llegamos a tener una emergencia de estas características o mayor, saber cómo enfrentarla, yo creo que esa tiene que ser la enseñanza. Ahora, el problema es que muchas veces en Valparaíso no aprendemos; es cosa de ver cómo en los últimos 15 o 20 años, pese a los grandes incendios forestales que hemos tenido, la gente construyó donde mismo. No creo que el habitante de Valparaíso cambie su forma de vivir y dónde construye, nuestra ciudad es así y vamos a tener que saber convivir con los riesgos, pero sí hay que estar mejor preparados para enfrentar emergencias como ésta, que ojalá nunca más ocurran.

- En ese sentido, ¿debiera ser una lección para los habitantes también? Esto, tomando en cuenta que algunos habían visto que el muro estaba agrietado y deformado, pero sólo lo comentaron entre ellos...

- Claro, hay muchos expertos que dicen que cada uno es su propio prevencionista y, en ese sentido, creo que el autocuidado y la responsabilidad del habitante de Valparaíso ahora tiene que ser más acucioso, o sea, si hoy día ya sabemos que tuvimos esta emergencia, todas las personas que viven en Valparaíso y que saben que pueden tener una situación de riesgo, lo mejor es acercarse a expertos, acercarse a la municipalidad, Bomberos está siempre atento y llano a dar algún tipo de asesoría con nuestros profesionales. El autocuidado es importante y si las familias entienden y saben que tienen un riesgo mayor, tienen que tomar las medidas y no enfrentarse a esto. Es una mala forma de aprender, pero es parte de cómo tiene que aprender Valparaíso, finalmente, a vivir, o sea, es lo que nos toca vivir como ciudad.

- Al parecer quienes se percataron del mal estado del muro no dieron aviso en las instancias correspondientes. ¿El llamado es a hacer la denuncia apenas se vea una situación similar?

- Claro, porque de acuerdo a lo que me han señalado, esto no estaba informado, así que hay que denunciar, pero me imagino que como este caso ha sido tan mediático, van a llegar muchas solicitudes ahora a la Municipalidad, a Bomberos, por eso vamos a tener que sentarnos a conversar y ver cómo enferentamos el día de mañana una emergencia mayor, o sea, si llegáramos a tener el día de mañana un terremoto grande en Valparaíso no vamos a tener solamente una, podemos tener 10, 15 o más y hay que saber cómo lo vamos a enfrentar. Trabajar acá, desde el punto de vista de la administración de la emergencia, no ha sido tan complicado porque tenemos a todos los recursos y equipos concentrados en el mismo lugar, pero si tuviéramos diez de estas emergencias, cambia considerablemente el escenario y las capacidades para enfrentarla. Eso es lo que hay que aprender de esta trágica experiencia, aprender a lo que nos podemos enfrentar mañana.

"Al principio hubo un riesgo innecesario de los voluntarios, pero es entendible desde el punto de vista de tratar de salvar vidas y ayudar"

"El problema es que muchas veces en Valparaíso no aprendemos; es cosa de ver cómo en los últimos 15 o 20 años, pese a los grandes incendios forestales que hemos tenido, la gente construyó donde mismo. No creo que el habitante cambie su forma de vivir"

"No es lo mismo salir a una misión en otra parte de Chile que estar en tu propia ciudad respondiendo"