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"El Caso Poblete es la guinda de la torta para un problema estructural en la orden jesuita"

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Patricio Tapia

Chile es uno de los países donde el catolicismo ha perdido más fieles en las últimas dos décadas y algunos especialistas se preguntan si parte de esta desafección de la población frente a la Iglesia y la pérdida de su prestigio se relaciona con los casos de abusos sexuales mismos y con cómo se ha manejado en torno al tema.

El director de la colección "Historia de la Iglesia en Chile" (editorial Universitaria, 5 tomos, 2009-2017), el historiador Marcial Sánchez Gaete, doctor en Historia y miembro del Consejo Superior de la Universidad de O'Higgins, ha dedicado su carrera al estudio de la Iglesia chilena. Sobre la situación actual de la Iglesia y sobre el futuro de la misma, así como los casos más recientes en Chile, se explaya en esta conversación.

"La Iglesia está muriendo y estamos siendo partícipes de una muerte lenta y dolorosa, donde la jerarquía sigue luchando por su propio bienestar"

El crecimiento de la secularización, por un lado, y de otras iglesias, por otro, parecieran dos de los fenómenos que inciden en la pérdida de influencia de la Iglesia Católica en el mundo. Eso desde fuera de ella, pero desde adentro, uno de los golpes más duros ha sido el conocimiento público de cientos de casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes, especialmente los que se han destapado en Chile.

-¿Considera que desde hace unos años los mayores desafíos están menos afuera que al interior de la Iglesia?

-Los grandes problemas de la Iglesia desde Vaticano II están desde el interior, debido a que no ha sido capaz de colocarse en el signo del tiempo y ha buscado respuestas a interrogantes contemporáneas en documentos absolutamente fuera de tiempo, es decir, la evolución de la racionalidad eclesiológica católica por parte del Vaticano no se relaciona directamente con la evolución del mundo occidental actual, lo que en algunas ocasiones provoca incoherencias e inconsistencias.

-Los abusos sexuales cometidos por sacerdotes, ¿cuánto la ha dañado a la iglesia?

-La legitimidad de la Iglesia Católica está fuertemente dañada en gran parte por los abusos cometidos por sacerdotes y religiosas a muchos menores de edad, mujeres y hombres vulnerables que creyeron en la honestidad de sus miembros, daño que seguirá ahondándose en la medida que sigamos conociendo la realidad de las víctimas. Eso nos lleva a plantear que el daño es irreparable en la medida que no se conozca y asuma toda la verdad.

-Si bien ha sido un problema global, lo ocurrido en Chile ha sido sintomático con el caso Karadima como abusador y la defensa inicial del Papa del obispo Barros. ¿Es ese el caso clave respecto de Chile?

-El primer abuso en Chile constatado por la prensa es en 1904. Desde ahí en adelante encontramos varios más, entre ellos Karadima, y así como se están dando los acontecimientos van a seguir apareciendo, por lo que el punto clave no es necesariamente ese caso en sí, sino más bien el desafío que hizo el Papa Francisco a la prensa en permitir indagar sobre miembros del clero y los posibles abusos que hubieren cometido, exigiendo "pruebas", permitiendo con esto investigar sobre la vida privada de miembros de la Iglesia y sus acciones que estuvieran fuera de los preceptos de la religión y de la legalidad.

-Algunas de las víctimas de Karadima fueron recibidas en el Vaticano por el Papa y hubo una intervención profunda, empezando por la investigación de monseñor Scicluna. ¿Se actuó adecuadamente?

-Sí, considero que actuó adecuadamente, ya que permitió una consecuencia de sucesos que han derivado en la salida de 7 obispos y otros tantos imputados, otorgando con estos primeros actos un signo de preocupación del Papa por el bienestar de la feligresía. Esto ha llevado a descubrir una realidad de mugre que estaba oculta, tanto así, que monseñor Scicluna llegó a tildar que la Iglesia chilena es "una caja de pandora".

-El escándalo más reciente en Chile es la investigación de los abusos del sacerdote Renato Poblete. ¿Hasta qué punto debería llegar esta investigación?

-Renato Poblete fue una bestia, un depredador sexual, un hombre que engañó a todo Chile, por lo que la investigación debe llegar hasta las últimas consecuencias buscando a los encubridores que permitieron que por 50 años cometiera estos delitos.

-¿Es posible que el sacerdote Poblete pudiera actuar de la manera que lo hizo, considerando su figuración incluso social, sin que nadie supiera nada? Recién señaló que hubo alguna forma de encubrimiento.

-Al leer el informe presentado por la Compañía de Jesús, queda muy claro que el encubrimiento existió, ya que a lo menos 12 sacerdotes supieron directa o indirectamente quién era realmente Poblete y no hicieron nada, porque si hubiesen actuado en consecuencia con sus votos religiosos, no cabe duda que Poblete habría sido sancionado por la propia congregación y hoy usted no me estaría haciendo esta pregunta.

-Se ha insinuado que se podría llegar a investigar al Padre Alberto Hurtado, el primer santo chileno, porque fue importante en la formación de Poblete. ¿Es razonable una investigación así?

-A esta altura de los acontecimientos, cuando se está demostrando que grandes prohombres de la Iglesia fueron realmente unos abusadores de poder, conciencia y sexuales, cae en forma lógica la posibilidad de preguntarse, no solo por el Padre Hurtado, sino por muchos otros. A la fecha en las investigaciones que me han tocado liderar dentro de la historia de la Iglesia no hemos encontrado antecedentes que nos lleven a la participación indebida del Padre Hurtado en algún acto de estas características, lo que no quita que soy el primero en colocarme a la fila para investigar si es que efectivamente se encuentren algunos antecedentes.

-Para la canonización del Padre Hurtado seguramente se hizo una indagación meticulosa. ¿Es exagerado que se mencione que testimoniaron sobre él Karadima y Hugo Montes para cuestionarlo?

-No es exagerado, ya que sí lo hicieron, entre muchas otras personas, por lo que la investigación no se invalida, sino más aún se valida, ya que pudieron hablar de él santos y demonios.

-Hablando de Hugo Montes, también acusado de abusos sexuales, es diácono. ¿Qué significa exactamente esa condición y qué responsabilidad puede tener la Iglesia respecto de su actuar?

-El diaconado es un estado intermedio entre el sacerdocio y un laicado activo, es un laico que cumple con parte de la ritualidad dentro de la Iglesia Católica, pudiendo reemplazar en algunos actos y sacramentos a los sacerdotes, por lo que su papel dentro de la Iglesia es activo y de importancia. La responsabilidad de la Iglesia es absolutamente relevante, ya que como diácono fue formado a su alero y fue esta institución que al investirlo como tal lo colocó a una altura dentro del mundo católico, que no cabe duda lo ayudó a lograr muchos de sus objetivos, como fundar colegios y ser partícipe del resguardo y protección de los altos personeros de la Iglesia.

-La orden jesuita, tan respetada por su labor social y educativa, parecía no haber sido tocada por el tema de abusos. ¿Cuánto desprestigio significa lo revelado respecto de Poblete?

-Actualmente, según la fiscalía, hay 10 casos que están siendo investigados dentro del mundo jesuita. Sabemos además que dentro de ellos hay ex provinciales y ahora el caso Renato Poblete, siendo este último el más relevante, todo lo que ha colaborado a un gran desprestigio ante la opinión pública, como también dentro de la propia Iglesia. El caso Renato Poblete es la guinda de la torta para un problema estructural que ya venía viviéndose dentro de la Compañía.

-¿Hay casos de santos, o personas en vías de canonización que hayan sido acusados de abusos sexuales? Si los hubiera, ¿qué pasa o pasaría con tales personas?

-La Iglesia debe ser capaz de dar respuesta al tiempo que se vive, como también debe orientar en la medida que lo considere en los valores que ella propugna, por lo que en un mundo secularizado donde las relaciones de comunicación son directas e instantáneas, estamos en un tiempo donde considero que, al conocerse que un santo o santa haya sido un abusador se deberían tomar las medidas necesarias llegando incluso a sacarlo del altar de los santos, ya que no se puede tener a un abusador como ejemplo de vida para una comunidad.

-Respecto de Montes, se ha pedido la revocación de su condición de Premio Nacional de Educación. ¿Le parece una medida adecuada?

-El daño causado por Hugo Montes es irreparable, dejando varias víctimas en su camino, las que hoy claman por justicia, por lo que lo mínimo es quitarle el Premio Nacional. Como segunda medida, se deberían revisar sus escritos y propuestas en el ámbito pedagógico, los que podrían tener visos o estar cargados de medios para permitir algún tipo de abusos, ya que fueron redactados por un hombre que buscaba su beneficio y satisfacción personal por sobre el bien común de la formación de los niños de nuestro país. De un hombre con esas características, es difícil que se pusiera en el lugar de los niños en una proyección educativa integral.

-¿De qué manera considera que la Iglesia debería enfrentar casos en que las personas acusadas ya están muertas?

-Es algo que claramente no se había planteado con tanta necesidad como ahora y sabemos que no está considerado dentro del Derecho Canónico. Sin embargo, creo que sería necesario establecer un mecanismo que quitara el estado sacerdotal post mortem, dejando un amplio expediente que justificara dicha medida.

-La iglesia sufre una grave crisis. ¿Cómo ve su futuro?

-La Iglesia Católica vive una profunda crisis sistémica que la ha llevado a estar en uno de sus peores momentos en la historia. Son varias las voces que hoy dicen que esta institución ha pasado por momentos peores. Yo considero que no: esta es la peor de las crisis, porque el cáncer está desde dentro y el mal ha sido justificado por cardenales y sacerdotes, llegando a un encubrimiento que ha escalado hasta el Vaticano. Cuando el problema es el sistema hay que replantearse no solo un aspecto, sino el funcionamiento, por lo que el futuro de la Iglesia Católica no necesariamente pasa por la verdad, que es un elemento lógico, o porque algunos se laven las manos como Pilatos, que es un elemento humano, sino por revisar desde el fundamento base, que es el pensamiento de Cristo y su relación con la historia de la humanidad. La Iglesia está muriendo y estamos siendo partícipes de una muerte lenta y dolorosa, donde la jerarquía sigue luchando por su propio bienestar. La única forma de poder parar este camino al desastre es dignificando el honor de la fundación eclesial en pequeñas comunidades, donde el sacerdote, siendo uno más, sea partícipe de la común unión de un Cristo vivo y buscador de la verdad y la libertad. Las grandes catedrales y las pequeñas iglesias se han estado vaciando, pero lo importante para el mundo católico, más que su impronta en la historia, es su fundamento de ser, y pareciera que la gran oportunidad que presenta esta crisis es replantearse un partir de nuevo con miras a un mundo más humano y honestamente verdadero.

Marcial Sánchez, doctor en Historia y experto en historia de la Iglesia Católica

el historiador marcial sánchez plantea que los casos de abusos cometidos por diáconos también son resorte de la iglesia.

manuel herrera

(Sigue en la página 16)

sánchez dice que la iglesia debe ser capaz de dar respuesta.