Escalera se convierte en foco de delitos y ahuyenta a turistas
VALPARAÍSO. Asaltos a mano armada, consumo de alcohol y venta de drogas, más el intenso carrete nocturno, tienen en jaque al comercio del sector.
Preocupación existe entre los comerciantes y vecinos de la escalera Concepción, que conecta el cerro del mismo nombre con el plan de Valparaíso, producto de una seguidilla de delitos violentos registrados en el lugar, sumado a una serie de excesos, como el consumo y venta de droga a toda hora, ingesta de alcohol y un incesante carrete nocturno que amenaza con ahuyentar a turistas y generar pérdidas irreversibles para el comercio establecido.
Algunos locatarios ya piensan en cerrar sus puertas si es que esta problemática no es controlada por autoridades y las policías.
Durante las últimas semanas se han reiterado los asaltos a mano armada en el lugar, transformándose en uno de los puntos más peligrosos de la ciudad, pese a estar emplazado en uno de los sectores más transitados de Valparaíso.
Incluso las cámaras de seguridad de este Diario registraron, a mediados de mes, cuando tres sujetos premunidos de un arma de fuego corta intimidaron a dos jóvenes que permanecían en el primer descanso de la escalera, a metros del quiosco emplazado en la calle Esmeralda, a quienes les sustrajeron todas las especies de valor, entre las que se contaban celulares, dinero en efectivo y mochilas.
Los afectados poco y nada pudieron hacer ante la acción de los delincuentes, quienes se escabulleron rápidamente amparados en la oscuridad del lugar. El caso está en manos de la Fiscalía y es investigado por personal especializado de Carabineros.
Desde el año pasado, la junta de vecinos del sector viene gestionando la instalación de una reja en ambos accesos para restringir el uso de este espacio público durante las noches. Hasta ahora, las tratativas no han prosperado en el municipio porteño.
"noches infernales"
El administrador del Hotel Terranostra dio a conocer detalles de las "noches infernales" que deben soportar en el lugar, situación que está ahuyentando a los turistas y pone en riesgo a sus propios huéspedes, que en algunos casos han cancelado reservas al percatarse de la peligrosidad del sector.
A mediados de semana, desconocidos treparon hasta el cuarto piso del histórico edificio de calle Esmeralda. Luego de romper un vidrio de grandes dimensiones accedieron a una de las habitaciones y se llevaron un televisor.
"Por suerte, no había pasajeros en ese momento o podríamos haber lamentado una desgracia mayor. Llamamos en más de 40 ocasiones al personal del cuadrante de Carabineros y nunca llegaron. Desde las habitaciones se puede apreciar el lamentable espectáculo que ocurre en las noches. Cientos de jóvenes llegan al lugar y pasa de todo. Los turistas no se atreven a pasar por el lugar o se van despavoridos. Nadie hace nada", lamentó el trabajador.