Con una mirada juvenil en Valparaíso se está gestando un aporte decisivo a la COP 25, la conferencia sobre el cambio climático que se realizará entre el 2 y el 13 de diciembre en nuestro país. Esta visión parte de la COY 15 (Conference for Youth), encuentro no gubernamental, reconocido por la organización de la COP 25, que se realizará en Valparaíso del 28 al 30 de noviembre y en el que se espera la participación de unos 2 mil jóvenes procedentes de todas partes del mundo, incluyendo por cierto, a jóvenes de la Región.
Sede de este encuentro internacional será la Universidad Técnica Federico Santa María, que con su visión oceánica mostrará a los asistentes el casi infinito horizonte del Pacífico que, pese a su dimensión, también está bajo las amenazas del cambio climático.
Bárbara Neira, alumna de esa casa de estudios, es la coordinadora local de COY 15 y da cuenta del significado del encuentro señalando que la idea es "generar un diálogo incluyente, participativo y transparente".
El resultado final de la reunión será un documento oficial que es una declaración de principios de los jóvenes que se expondrá en el ámbito de las negociaciones de la COP. De este modo, esos jóvenes, debidamente empoderados con la jornada y sus conclusiones, pueden entregar una visión renovada y representativa ante los representantes de diversas naciones que asisten al importante encuentro de diciembre. Con realismo, Bárbara Neira advierte que "muchas veces los jóvenes escuchan grandes discursos, pero no ven nada de acción".
Pero contrariando esa tendencia, Bárbara Neira compromete la intención juvenil de no quedarse "sólo en el discurso, también hay medidas específicas… vamos a reclutar más jóvenes y demostrarle a la ciudadanía que podemos hacer más de lo que siempre han creído".
Esta posición de la dirigente es lógica, ya que los jóvenes de hoy son los que tomarán la decisiones mañana y su pensamiento actual debe proyectarse en tiempo con acciones en los múltiples frentes que tiene la lucha contra el cambio climático, que ya nos golpea duramente.
La presencia de este grupo internacional que se congregará en Valparaíso, sus diálogos, sus acuerdos y su relación con el medio local, genera una fuerza que debe ser atendida por los líderes mundiales que asistirán al encuentro de diciembre, del cual se espera algo más que buenas palabras, esos "grandes discursos" de que habla la dirigente.
De este modo una "Declaración de Valparaíso" exigiendo acción y compromiso ante el cambio climático, respaldada por un coro transversal, universal, de voces juveniles, no debe dejar indiferente a quienes desde sus cómodos púlpitos predican pero no practican.