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"El príncipe" marca hito en Venencia al ganar premio LGBT+

CINE. Es la primera vez que una cinta nacional obtiene este reconocimiento.
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La película "El príncipe" hizo historia en el Festival de Venecia al ser la primera cinta nacional en llevarse el Queer Lion, premio que otorga el evento a producciones con temática LGBT+.

La ópera prima de Sebastián Muñoz se estrenó en la Semana Internacional de la Crítica de la Biennale y se centra en la historia de un amor carcelario en Chile. Todo parte en San Bernardo, 1970, cuando en una noche de juerga, Jaime (Juan Carlos Maldonado), un veinteañero solitario, acuchilla a su mejor amigo en un aparente arrebato pasional.

En prisión conoce a El Potro (Alfredo Castro, quien también fue reconocido en Venecia con el Starlight International Cinema Award), un hombre mayor y respetado. Juntos establecen una estrecha relación de "amor negro", como se le llamaba entonces. Esto le permitirá a Jaime ganarse el apodo de "el príncipe", al mismo tiempo que descubre un mundo de afectos y lealtades, pero también de lucha de poder tras las rejas.

Muñoz contó que el galardón "es inesperado porque nuestra película no está enfocada 100% a un nicho LGBT, sino que es una película que quería hablar del amor del ser humano entre hombres, pero no necesariamente de la vida homosexual". A pesar de ello, consideró que "es muy importante porque es un premio político para que en nuestro país todas las personas puedan amarse sin miedo".

El jurado, por su parte, consideró que "la brutalidad salvaje de la vida en prisión se contrasta con las relaciones intensamente emocionales entre los prisioneros". "Dirigido por un imponente Alfredo Castro, el excelente elenco del conjunto ofrece interpretaciones impactantes de un poderoso guión que transmite la aceptación paradójica de los apegos homosexuales en prisión en un momento en que no era socialmente aceptable", agregó en su justificación.

Acotó que "el debut como director de Sebastián Muñoz es una exploración audaz y cargada de erotismo de la historia reciente que revela una inesperada ternura en su corazón".

"Es inesperado porque nuestra película no está enfocada 100% a un nicho LGBT, sino que es una película que quería hablar del amor del ser humano entre hombres, pero no necesariamente de la vida homosexual"

Sebastián Muñoz, Director de la cinta

Álvaro Salas regresa a Viña del Mar con el estilo que siempre lo caracteriza

HUMOR. Se presentará el 14 de septiembre con un show donde pretende demostrar que "no es tan complicado hacer humor" y se pueden abordar temas complejos "con cariño".
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Flor Arbulú

El año pasado Álvaro Salas estuvo en el ojo del huracán por una serie de polémicas en torno a su paternidad fuera del matrimonio. "No puedo soslayar que sí me afectó en la parte familiar, en la parte laboral", reconoce el humorista en visita a Valparaíso, pero dice que su trabajo lo ayudó a salir adelante: "La risoterapia está comprobado que hace muy bien para toda la gente que, obviamente, hemos tenido situaciones complicadas, difíciles. Para mí, la mejor terapia ha sido mi oficio".

Por lo mismo, considera que ya está "en otra etapa". Es más, confiesa que en su momento "me bajaron mucho las actuaciones", sin embargo, "ya llevamos tres, cuatro meses que se ha vuelto a la normalidad y hacía mucha falta", asegura.

Un show cuidado

Es en este contexto, precisamente, que recalará el sábado 14 de septiembre (20 horas) en el Casino de Viña del Mar con el espectáculo "Humor, así de simple", nombre que surge porque "de verdad hay mucha gente, también colegas míos que trabajan en el humor, que piensa que está tan difícil hacer humor hoy con todas estas restricciones que hay de temas, porque hay que abordarlos con mucho respeto, con mucho cuidado: la igualdad de género, la inmigración, la migración, las distintas culturas". "Yo hago una demostración, en esas casi dos horas que estoy en el escenario, de que no es tan complicado hacer humor y se pueden abordar estos temas con cariño, con respeto", sostiene el humorista.

"Son casi dos horas en que la gente lo pase bien porque no tiene nada de novedad que estoy en el escenario solo, apoyado con algunas cosas de imagen, pero la rutina mía siempre es desde la contingencia, la actualidad, la vida, el día a día de los chilenos, el segmento de noticias que no falla, ese está casi por obligación en mis rutinas porque me lo piden casi por contrato (...) Mucho humor familiar, siempre hago hincapié en que mi humor es de 0 a 120 años".

- En su momento te llamaban el rey del chiste corto. ¿Sigue siendo esa tu esencia?

- Al principio me llamó la atención ese título noble, porque yo siempre al público le digo '¿cuál es el chiste que más recuerdan de mí?' y la gente recuerda un chiste que conté en Viña del tartamudo que duraba como 15 minutos, que no lo conté nunca más porque lo repitieron tantas veces que ya toda la gente se lo sabía. Lo que pasa es que en mi vida normal, en mi vocabulario del día a día, soy bueno para resumir, voy altiro al meollo del cuento o de la historia que estoy contando y eso hace también que las risas sean más frecuentes, que no estén tan distantes unas de otras. No es que sean sólo chistes cortos, sino que las largas están adornadas con muchas situaciones curiosas que van pasando.

El humorista promete y garantiza que será un show en que los asistentes la pasarán bien en lo que será la antesala de la celebración de las Fiestas Patrias. Las entradas para el show de Álvaro Salas ya se encuentran a la venta a través de Puntoticket y sus valores, con cargo por servicio, son $11.200 golden box, $16.800 vip platinum, $22.400 vip platinum top y $33.600 platinum. Descuentos para clientes Enjoy.

Luego de su paso por Viña, el artista actuará en Coquimbo (16 de septiembre), Antofagasta, el mismo 18, y en Iquique el 21. "Me siento siempre como quitándole pega a los folcloristas que trabajan solamente en septiembre, pero la gente también quiere humor, así que no le estoy quitando el puesto a nadie", finaliza.

"Lo que pasa es que en mi vida normal, en mi vocabulario del día a día, soy bueno para resumir, voy altiro al meollo del cuento (...) y eso hace también que las risas sean más frecuentes, que no estén tan distantes unas de otras"

Álvaro Salas, Humorista