Cristián Rodríguez F
Una nueva denuncia vuelve a involucrar al Servicio Nacional de Menores (Sename) de Valparaíso. Esta vez, el hecho se produjo al interior de la residencia familiar de Viña del Mar -ubicada en calle 3 Norte-, que fue inaugurada a principios de año como parte del nuevo modelo que implementó el organismo para reemplazar al Cread de Playa Ancha, que fue cerrado por el grave historial de casos de violencia que tenía.
De acuerdo a lo que informaron diferentes funcionarios, durante la noche del martes, uno de los menores que habita en el centro agredió a varios trabajadores luego que le quitaran un teléfono celular que estaba ocupando a esa hora.
A través de un comunicado, la dirección regional del servicio confirmó el hecho, asegurando que el niño "tuvo un desajuste emocional producto de que se habría acabado el tiempo de juego con un celular que le facilitó un funcionario" de la residencia.
El problema, agregaron, es que el mismo equipo de trabajo del hogar viñamarino había acordado previamente "prohibir la utilización de teléfonos producto de la ansiedad que genera en los niños", cuya disposición no se habría cumplido en esta ocasión.
Consultados respecto de si se abriría un sumario por no cumplir con dicha medida, desde el servicio aclararon que se estaba evaluando.
"Ante la situación se activó el protocolo correspondiente tanto con el niño involucrado como con los funcionarios agredidos, y la residencia se encuentra en normalidad", agregaron por parte del Sename, desde donde trascendió que sólo uno de los trabajadores agredidos debió acudir a un centro de salud a raíz de lesiones sufridas.
Otras denuncias
Si bien desde el organismo aseguraron que se estaba "analizando el caso para abordar y prevenir nuevos episodios de esta naturaleza", lo cierto es que no es primera vez que se denuncian hechos de violencia al interior de las nuevas residencias familiares, que además de Viña del Mar también están ubicadas en Valparaíso, Villa Alemana y Quillota.
En marzo pasado, fue la propia Asociación Nacional de Trabajadores del Sename (Antrase) la que advirtió que desde que se inauguraron los centros se han generado "agresiones constantes a funcionarios, desde amenazas e insultos hasta golpes de puño".
En esa oportunidad, el director regional del servicio, Rachid Alay, confirmó que existían casos aislados que estaban relacionados con menores que se habían descompensado, pero que, a su juicio, era esperable por el "contexto de cambio tan significativo" que estaban enfrentando los niños y adolescentes que vivían en el Cread.
Critican modelo
Sin embargo, a casi un año de que se inaugurara la primera de las residencias, la ubicada en Valparaíso (cerro Alegre), la evaluación al interior de los gremios no es positiva.
"La implementación no ha sido la mejor. Y no tiene que ver con los funcionarios, que a pesar de las condiciones que tienen han hecho un excelente trabajo, sino porque desde el inicio hubo situaciones muy complejas, incluso con niños tomados detenidos en un campamento hasta otros que tuvieron que volver al Cread por un tiempo pese a estar anunciado su cierre", criticó el presidente de la Antrase, Jorge Borreda.
En ese contexto, el dirigente incluso aseguró que el modelo implementado inicialmente "lo cambiaron radicalmente porque no ha dado el resultado que se esperaba".
"Existe falta de recursos para el manejo diario de las cuatro residencias, problemas con la alimentación, constantes dificultades en infraestructura, falta de capacitaciones, de protocolos claros y de soporte administrativo. Todas las falencias que pasaban respecto al manejo y condiciones que debe entregar el servicio se repiten, al igual como ocurría en el Cread", expuso Borreda.
A raíz de la situación, el presidente de la Antrase aseguró que los antecedentes ya los pusieron a disposición de la Contraloría, de tribunales y del mismo servicio, "porque queremos aportar y no que las residencias sean cerradas".
Viña y Coyhaique, los centros más críticos
Para nada sencillo ha sido la implementación del nuevo modelo de residencias familiares que impulsó el Sename a nivel nacional. Y es que si bien el Cread de Playa Ancha fue el primer centro en ser cerrado en el país, la región no fue la primera en contar con el nuevo tipo de hogares, sino que fue Aysén, más precisamente en Coyhaique, donde se inauguró la primera residencia, que en los últimos días ha sido blanco de críticas por una serie de situaciones que han ocurrido en su interior. En la zona, en tanto, el presidente de Antrase aseguró que la que ha tenido más problemas es justamente la de Viña.