La tarea era complicada y en Everton de Viña del Mar lo sabían. Vencer a un Colo Colo que venía de una semana triunfal tras su victoria en el Clásico ante Universidad de Chile, no parecía una misión simple para un elenco que necesitaba al menos una diferencia de dos tantos para seguir soñando con una virtual semifinal de Copa Chile.

Por eso, a pocos extrañó que la escuadra dirigida por Javier Torrente fuera de más a menos en el partido. Primero, mostrándose como un elenco decidido en pos de controlar el balón y asfixiar al elenco albo, y luego, timorato, casi cuidando una ventaja que se le escurrió de los dedos y que dio paso a la desesperación y a la eliminación, con el 2-1 final.

De hecho, el elenco viñamarino comenzó bien, a pesar de un increíble gol errado a los 14' por el delantero visitante Javier Parraguez, en solitario frente a Cristian Campestrini.

El buen comienzo evertoniano era refrendado dos minutos después, cuando Diego Orellana llegó peligrosamente y remató con poco ángulo, siendo vital la intervención de Juan Manuel Insaurralde para que el balón llegara a las manos del portero Darío Melo.

Sin embargo, la intentona de Orellana sería sólo el atisbo de lo que se le venía a un cuadro albo esta vez dirigido por Fernando Gutiérrez, a causa de la sanción del técnico Mario Salas.

Y es que a los 26', y luego de una serie de despejes a medias en el área de la visita, el balón lo encontró Maximiliano Cerato, quien con un zurdazo ajustado venció la resistencia de Melo y sembró la esperanza en el público viñamarino.

El 1-0 para los oro y cielo terminó envalentonándolos a buscar el segundo tanto de manera inmediata. En esos términos se pudo ver a un Everton que buscaba imponerse con mucho juego por las bandas, e incluso con vistosas contorsiones, como la chilena que Bastián San Juan intentó a los 34' tras un córner.

Desde la visita, sólo lo justo y lo necesario para complicar de vez en cuando. De lo destacable en la primera mitad, sólo registraron un tiro de Iván Morales a los 38'.

La debacle auriazul

Si bien Everton comenzó el segundo tiempo apostando a otro avance de Cerato que buen pudo ofrecer más peligro sobre el pórtico visitante, fue Colo Colo quien tuvo la calma, la jerarquía y la tranquilidad en el estadio Sausalito.

Primero, con el ingreso del volante Carlo Villanueva, que a los 55' y tras una rápida transición de balón, terminó intentando desde fuera del área. Su remate dejó sin opción a Campestrini y significó un 1-1 que enfrió las cosas en el reducto viñamarino.

Luego del tanto del forastero, el ingreso de Gonzalo Freitas pudo dar algo más de movilidad al cansado ataque viñamarino, lo cual forzó a Gutiérrez a jugarse una carta que pocos tenían pensada para mantener la distancia en la serie, con el ingreso del goleador Esteban Paredes a los 69'.

Ahora bien, el actual máximo goleador histórico en torneos de Primera División tuvo una chance de peligro con un remate de distancia a los 72', pero se vio en una faceta mucho más conservadora.

Desde el otro costado, destacaba un centro de Diego Orellana, que pivoteó Suárez en el centro del área y que llegó a definir el ariete Isaac Díaz, pero el tiro del oriundo de Fresia salió muy débil por el asedio de Insaurralde.

En la misma línea y sólo dos minutos después, un cabezazo de Cerato que parecía ser el único agente de área que proyectaba un peligro por ambas bandas. Sin embargo, el equipo ya se veía cortado sobre el gramado de la Ciudad Jardín, y naufragaba a la hora de conectarse en ofensiva.

Rozando los 80' del compromiso, la atención de varios se fue a la galería Laguna, donde estaba apostada la barra visitante. Algunos de los componentes de la afición rebasaron el cordón de seguridad, obligando a la intervención momentánea de Fuerzas Especiales de Carabineros, acciones que intentaron repeler lanzando objetos cerca de la cancha, entre los que se incluyeron algunas butacas del recinto deportivo.

El espectáculo fuera de la cancha contrastaba con el controlado pleito que era manejado por Colo Colo. Un cabezazo de Parraguez tras un tiro libre servido por Gabriel Suazo fue el detonante del letargo en el que entró el duelo en sus últimos diez minutos.

Sin embargo, aún quedaba una última acción con la que terminó sellándose el destino de Everton en Copa Chile. Ya en los descuentos y en un desborde en el área local, el balón dio en la mano de Benjamín Berríos y el juez Christian Rojas cobró la pena máxima.

El tiro fue ejecutado por Parraguez quien le dio suave para marcar el 2-1 y sentenciar la eliminación evertoniana del certamen. Ahora el cuadro oro y cielo tendrá que pensar en el importante duelo que disputará este jueves en Sausalito, frente a Curicó Unido.

Tras el partido, el técnico evertoniano Javier Torrente manifestó que "valoro la actuación del equipo, me duele perder así. Colo Colo mejoró a raíz del gol y se sintieron con confianza. Nosotros teníamos que ir a buscar el resultado e hicimos un gran primer tiempo".

Asimismo, el rosarino apuntó al arbitraje de Rojas como detonante de la eliminación, señalando que "hubo equivocaciones que equilibraron la balanza para Colo Colo".

A pesar de la clasificación, no todo fue positivo para Colo Colo, ya que los hinchas albos sufrieron con la lesión de Esteban Paredes, afectado por un esguince medial en su rodilla izquierda, el cual podría tenerlo de tres a ocho semanas fuera de las canchas.

Por su parte, el asistente técnico albo manifestó que "en el primer tiempo ellos manejaron la pelota y se nos hizo complicado el partido. El segundo tiempo nos acomodamos y eso se reflejó con el gol de Carlo (Villanueva). Creo que el resultado es justo".

"Hubo errores del árbitro que terminaron equilibrando la balanza en favor de Colo Colo"

Javier Torrente, DT de Everton

"El segundo tiempo nos acomodamos y eso se reflejó con el gol de Villanueva. Creo que el resultado es justo"

Fernando Gutiérrez, Ayudante técnico de Colo Colo