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ENTREVISTA. María de los ángeles de la paz, renuncia a la Gobernación para asumir precandidatura a la alcaldía porteña:

"Es tiempo de una alcaldía transversal que logre acuerdos con todos los vecinos"

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Katherine Escalona M.

A una semana de que se cumpla el plazo para que las autoridades en ejercicio renuncien a sus puestos para ser candidatos en las próximas elecciones de alcaldes, concejales y gobernadores regionales, que se llevarán a cabo el 25 de octubre de 2020, la gobernadora de la Provincia de Valparaíso, María de los Ángeles de la Paz (Evópoli), resolvió dejar su cargo para ser una de las alternativas de Chile Vamos al sillón alcaldicio porteño.

Convencida de que su trabajo con la comunidad ha sido cercano y siendo amante de Valparaíso desde sus inicios, la abogada de profesión y oriunda de Santiago tomó la decisión junto a su familia. El propósito, aseveró, es despolitizar a la Ciudad Puerto y devolver la identidad a la comuna, haciendo con ello una crítica a la gestión del alcalde Jorge Sharp y el Frente Amplio a nivel local.

"El alcalde está preocupado de pedir plata, de generar acuerdos, pero no sé si está tan preocupado, por ejemplo, de la situación de nuestros comerciantes en relación al empleo, no sé si está tan preocupado de la situación de los accesos a los sectores más altos, del tema más cotidiano de lo que es Valparaíso. En Valparaíso necesitamos un acuerdo común y yo impulsaré esas iniciativas", aseguró.

- ¿Cree que cuenta con las herramientas para poder derrotar a Jorge Sharp en la próxima elección municipal?

- Por supuesto, por eso quiero ser la primera alcaldesa de Valparaíso. En terreno y personalmente me han comentado que tenían buenas expectativas cuando asumió (Sharp), pero su administración tiene un grave problema de gestión y de llegar a las necesidades locales propias de las comunas. Está más preocupado de ser un alcalde ideológico y frenteamplista, más que en las necesidades de la comuna en particular. Es tiempo de una alcaldía transversal que logre acuerdos con todos los vecinos, con las necesidades de las personas y que exista equilibrio en la inversión privada, pública y trabajo municipal. En esa dinámica, es muy importante contar con funcionarios municipales de carrera que aporten en el trabajo.

- ¿Su intención es que Valparaíso cambie de rumbo?

- Sí. En la ciudad se da una tremenda combinación que es lo bohemio, el carrete, el ADN del porteño de conversar y reír, eso ahora no coincide con la esencia de Valparaíso. Hay carretes desenfrenados. De alguna manera no necesariamente se necesita más Carabineros, sino crear un sistema cultural de ciertas normas. Ahí hay dos posibilidades: una es una gestión de reglamentar la vida en común de Valparaíso, generar espacio para la comunidad y otra es el control de la vida urbana. Yo creo que ahí al alcalde Sharp, en términos ideológicos, de lo que él representa, aunque tenga buenas intenciones y un discurso quizás muy atrayente, le da pudor en el fondo poner orden.

- A su juicio, ¿le ha faltado al alcalde carácter en esta materia?

- No sé si le ha faltado carácter, ha faltado quizás confianza en el resto de los organismos, en el mundo político. El Frente Amplio es una estructura muy desconfiada para que traspasen y pasen a la combinación de creer que Carabineros también es parte de la estructura de los gobiernos. Él (Sharp) ha tenido hitos de llegar a acuerdos, como la mesa de seguridad, pero en la gestión local es muy desconfiado, no cree mucho que de alguna manera esto se puede hacer en conjunto y por eso creo que Valparaíso tiene una tremenda oportunidad de tener una gestión que invite a trabajar a gente de todos los sectores.

- Valparaíso ha presentado diversos problemas en seguridad, como en la subida Ecuador, sector Cardonal, Cumming o el sector Almendral. ¿No es labor de la Gobernación solucionar eso o es una labor conjunta?

- Se han intentado muchísimas cosas. Acá hemos ido de menos a más y, en ese sentido, creo que la seguridad pública, el orden público, tiene diferentes elementos, como ir controlando sectores, y por ello esto es una responsabilidad compartida.

- En ese sentido, ¿a usted le faltó el apoyo del municipio en su función como gobernadora?

- Sí, porque en la provincia tuvimos actores locales que están muy presentes. Yo diría que con el alcalde Sharp fuimos de menos a más. Al principio fue muy complejo trabajar, es decir, que todo el equipo municipal estuviera disponible a entender que el tema de la seguridad tiene que ver con el control de las incivilidades, con el control del espacio público, con el control de los ambulantes. Por ejemplo, hasta el día de hoy yo no tuve claridad de cuántos son los permisos otorgados en materia de comercio ambulante.

Despolitizar Valparaíso

- ¿En la gestión del alcalde, a su parecer, ha imperado más el partido que el trabajo por la comuna?

- Claro, uno mira su discurso y está muy vinculado a Convergencia Social, está muy vinculado al Biobío, a la Araucanía. Él es la bandera más importante del Frente Amplio y yo no sé si está tan preocupado de las banderas locales de Valparaíso.

- ¿Se ha politizado Valparaíso?

- Yo no quiero que Valparaíso sea un botín político. Acá hay que traer a las mejores personas, da lo mismo de qué sector político sean. Las alcaldías, la gracia que tienen, es que se deben a las personas. Lo que necesitamos es un trabajo que esté fuera del individualismo de la tienda política. Se debe sacar la política desde el punto de vista del interés político. Por años Valparaíso ha sido un botín político y nosotros, por primera vez, queremos plantear una postura de acuerdo. Me llama la atención la falta de afecto que uno hace desde la política y eso pasa porque la política ha perdido credibilidad. Para generar un punto de inflexión se debe crear un grupo de gente que piense en Valparaíso (...). Posturas antagónicas en temas que son complejos para la ciudad, como el puerto o la reconstrucción, hacen que Valparaíso vaya minando su impronta, su eficiencia, porque nadie quiere seguir discutiendo temas complejos, sino que quieren soluciones concretas.

DECISIÓN Y propuesta

- ¿Al asumir como gobernadora tenía la intención de llegar al municipio?

- No, yo no entré a la Gobernación pensando en una plataforma política, para mí fue muy sorpresivo que yo fuera gobernadora de Valparaíso, he sido la primera mujer, y además porque desde el punto de vista de los partidos políticos ese un espacio muy codiciado. Yo me puse a disposición y se fueron dando las cosas para que yo estuviera ahí.

- ¿Qué la hace tomar este camino?

- Bueno, el proceso es bien largo. Cuando entré a la Gobernación Provincial fue un trabajo muy intenso que además disfruté muchísimo y tomé esta opción porque el partido me da la posibilidad y lo vi como un gran desafío por todo el cariño que le tengo a la ciudad. Conversé con gente de mi partido, actores sociales y diferentes personas de la ciudad y sentí que debía asumir este desafío. Desde la gente nace la idea. A mí el megaincendio de Valparaíso me marcó de tal manera que me hizo sentir que este era el lugar en el que yo tenía que trabajar. Hay hitos, como el derrumbe del cerro Bellavista, que obligan a tomar acciones rápidas y oportunas. De alguna manera siento que puedo reunir a personas de diferentes sectores para levantar Valparaíso. Uno tiene que salir de su zona de confort. Puede haber críticas a mi gestión como gobernadora, pero siempre he enfrentado el conflicto, no tengo problema con eso. Nunca he dejado de trabajar por Valparaíso.

- ¿Cuáles son sus prioridades para la comuna?

- Lo primero que hay que hacer en Valparaíso es creer en las autoridades, que efectivamente se puede hacer un trabajo muy importante en torno al orden. Acá la recuperación del espacio público es muy importante, es clave. Hay que trabajar muchísimo en mejorar las condiciones de vida de la gente, generar una gestión alcaldicia potente, instalar temas urgentes, recuperar la ciudad en su valor patrimonial e impulsar a los privados para que inviertan. Hay una gran diferencia en lo que piensa Jorge Sharp a lo que pienso yo desde el punto de vista de gestión y de generar acuerdos en materia de seguridad, de infraestructura, de recuperación del trabajo. Valparaíso se merece y necesita otra forma de hacer las cosas, hacer las cosas bien.

"Creo que Valparaíso tiene una tremenda oportunidad de tener una gestión municipal que invite a trabajar a gente de todos los sectores" "Yo no quiero que Valparaíso sea un botín político. Acá hay que traer a las mejores personas, da lo mismo de qué sector político sean"