Con votos de RN y la UDI, edil del Partido Humanista asume como nuevo alcalde de Olmué
POLÍTICA. Jorge Jil se convirtió en el sucesor de Santelices, tras recibir el respaldo de tres concejales. Llamó a trabajar en unidad con los funcionarios municipales.
Aunque a primera vista podría ser considerada una sorpresa, todo indicaba que así iba a ocurrir. Con cuatro votos a favor, el concejal Jorge Jil (PH) se convirtió ayer en el nuevo alcalde de Olmué hasta diciembre de 2020, luego que la ahora exjefa comunal Macarena Santelices (UDI) decidiera renunciar a su cargo para asumir una precandidatura a gobernadora regional por Valparaíso.
Desde que la gremialista reveló a este Diario, hace ya dos semanas, que no seguiría al frente del municipio, los seis ediles comenzaron a sondear cuáles podrían ser sus opciones para llegar al apetecido sillón municipal.
De ellos, Pablo Altamirano (PS), Yolanda Pablo (RN), Ramón Donoso (UDI) y, por cierto, Jorge Jil, reconocieron la semana pasada estar disponibles para ser designados como el sucesor de Santelices, mientras que Sonia Muñoz (RN) y Carlos Vargas (DC) lo habían descartado por problemas de salud.
En ese tira y afloja fue que Jil, a pesar de tener la menor representación al interior del Concejo (208 votos), comenzó a tomar la delantera entre sus pares al contar supuestamente con el voto clave de Vargas.
Carrera "ascendente"
Dicho y hecho. El concejal DC decidió inclinarse por Jil como nuevo alcalde de Olmué, quien terminó siendo electo gracias a su voto y al de Donoso y Muñoz.
Sin embargo, para muchos quedará dando vuelta que si el propio Vargas votaba por él se producía un empate -contó con los apoyos de Pablo y Altamirano-, resultando ganador en una hipotética segunda vuelta al ser la primera mayoría, con 480 votos (6,41%).
"Estoy consciente de que estaba en mis manos poder ser alcalde con mi voto. Y espero no haber defraudado a nadie, pero por mi salud no estaba en condiciones de asumir el desafío", fue la explicación que entregó Vargas durante la sesión extraordinaria que se convocó justamente para elegir al reemplazante de Santelices.
Pero además de remar contra su baja votación, el nuevo alcalde también tuvo que sortear con la oposición que generaba su nombre al interior de Chile Vamos, donde buscaban mantener a toda costa dicha alcaldía pensando en las municipales del próximo año.
Y es que a pesar de ser electo en 2016 en un cupo del Partido Regionalista Independiente (PRI) y luego tener un breve paso por Renovación Nacional (RN), Jil reconoció la semana pasada a este Diario que había comenzado a militar en el Partido Humanista (PH), cuya colectividad forma parte activa del Frente Amplio (FA).
De hecho, lo anterior provocó que el propio senador y presidente regional de RN, Francisco Chahuán, asegurara estar "preocupado por la situación en el municipio" y que por lo mismo esperaba que Sonia Muñoz llegara al cargo, lo que finalmente no ocurrió.
Primeros lineamientos
En sus primeras palabras como alcalde, el humanista agradeció justamente al concejal Vargas, porque "pudiendo empatar la votación y salir electo, él puso su voto de confianza en mí". También mencionó a los funcionarios municipales, asegurándoles que "no los voy a dejar de lado porque sé que sin el apoyo de ustedes no vamos a poder salir adelante en nuestra querida comuna".
"Yo entré por la ventana, pero creo que el trabajo da frutos cuando uno lo hace de corazón. No estoy aquí por intereses propios o económicos. La verdad es que esto nunca me lo esperé, pero voy a trabajar con cada uno de los olmueínos. Siempre va a estar el bien de la comuna por sobre todas las cosas", comentó el alcalde.
En cuanto al foco que tendrá su gestión, la autoridad señaló a Radio Latina que buscarán mejorar el acceso a los servicios básicos de las comunidades. "Hay mucha gente que aún no tiene agua, alcantarillado ni luz. Por eso hay que ver las necesidades en terreno para ir solucionándolas", indicó.
Denuncian presiones
Pese a lo acotado de la sesión, algunos ediles no perdieron el tiempo en realizar las primeras peticiones a la nueva autoridad local, como la concejala Yolanda Pablo, quien solicitó una auditoría interna en el municipio y "terminar con el gran temor que tienen todos los departamentos municipales de que cualquier día pueden ser despedidos".
Por su parte, Pablo Altamirano reiteró que "mi dinámica de fiscalización no va a cambiar porque hay muchas cosas que la comunidad quiere que se transparenten".
La ocasión también sirvió para sincerar las "presiones" que recibieron los integrantes del Concejo Municipal durante los últimos días, en especial de parte de los partidos políticos que infructuosamente intentaron quedarse con la alcaldía.
"Yo recibí llamadas telefónicas inusuales de gente de partidos que posiblemente tenían mi cercanía y fueron a conversar conmigo. Y lo quiero transparentar. Yo no tengo militancia, pero fui invitado a la lista de la DC. Sin embargo, ellos se me acercaron a una última hora para pedirme que tomara este desafío. Pero les quiero dar un recado directo: me hubiera gustado que el primer año de concejal se hubiesen acercado a brindarme asesoría. No lo hicieron y un día antes fueron a hablar conmigo para presionarme. Así yo no siento la política, y pese a ser un DC de corazón, no milito porque hay cosas que hace el partido que a mí no me gustan", denunció Vargas.
Muñoz, en tanto, sostuvo que "han sido días muy tensos y de mucha presión", mientras que la concejala Pablo señaló que "desde que la alcaldesa renunció hemos vivido una situación totalmente agotadora y con muchas presiones".
"Yo entré por la ventana, pero creo que el trabajo da frutos cuando uno lo hace de corazón. Voy a trabajar con cada uno de los olmueínos"
Jorge Jil (PH), Nuevo alcalde de Olmué