La sombría perspectiva de los comerciantes de Condell y Bellavista después de los saqueos
VALPARAÍSO. Locatarios batallan con el poco flujo de personas en el sector, situación que impacta en las ventas y la sostenibilidad de los negocios. Muchos evalúan la posibilidad de trasladarse a otras comunas o cerrar sus puertas.
La sensación que existe dentro de los comerciantes del eje Condell-Bellavista, uno de los principales focos de desmanes, saqueos e incendios durante los últimos días, es de profunda inquietud. Esto, debido a la situación de inestabilidad que aqueja a los locatarios del sector, en su mayoría pequeños y medianos empresarios, por la cantidad de días que no han atendido a público.
Ahora, si se le suma la baja cantidad de gente que circula por el sector, durante los momentos en que pueden abrir sus puertas, la merma en los ingresos económicos es importante, poniendo en riesgo la sustentabilidad de los puestos.
Hugo Navarro, dueño de la paquetería "Claudia" en la calle Bellavista, comentó que debido a las pocas ventas "estamos con falta de dinero para pagar al personal. Estamos arrancando a las 2 o 3 de la tarde, y todos los días hacemos guardia con los locatarios del comercio, para que no lo sigan saqueando". Incluso, ante la falta de ingresos por estos días, Navarro se vio en la obligación de despedir personal.
Los meses futuros, a juicio del comerciante, se ven complejos a pesar del apoyo ofrecido por parte del municipio, en una reunión con el alcalde Jorge Sharp.
Incluso, con cierta desazón, no descartó trasladar su tienda. "Le expliqué al alcalde que con mi familia queremos buscar algo en Viña del Mar, porque vemos que Valparaíso, aparte de que ya venía malo con los vendedores ambulantes, no creo que vaya a levantarse muy rápido Valparaíso", aseguró.
Se paga por el día
En la galería "Caracol Porteño" de calle Condell, donde abundan los salones de belleza, la situación también es compleja. "Día trabajado es día pagado, nosotras no tenemos un sueldo o un contrato que se pague a fin de mes; por lo que un día no trabajado no se paga y nos afecta bastante", aseguró Johanna Cartaxo, que trabaja en una peluquería del edificio junto a dos compañeras de labores.
La estilista añoró los días en que la gente transitaba sin preocupaciones por la vía pública. Por ello, descartó de plano la posibilidad de cambiar de ubicación la peluquería, ya que "aquí hay mucha clientela, de años. Cambiarnos a Viña sería una pérdida definitivamente, de las clientas que llevan años atendiéndose con nosotras, están acostumbradas a venir directamente a este local y lo buscan".
"ciudad fantasma"
José Abaca, es propietario de una importadora ubicada en la calle Bellavista. Junto a otros comerciantes del área se agruparon en brigadas de "chalecos amarillos", con el objeto de proteger los locales de los desmanes. Aun así, el comerciante reconoció haber vivido estos días con angustia.
"Los primeros días no trabajamos porque teníamos miedo de que nos saquearan el local y lo quemaran", explicó. Respecto de la baja en las ventas, Abaca dijo que esto impacta "en los compromisos económicos con los trabajadores, las deudas bancarias, con el arriendo del local. Por ejemplo, todavía no he podido pagar el arriendo. Son muchas cosas".
Sobre un posible traslado, Abaca asumió que si tuviera mayores recursos económicos, "bajaría cortinas y me iría inmediatamente, súbitamente a otro local en Viña, Quillota o en otra ciudad. No es que haya muerto Valparaíso, pero si sigue así vamos a ser una ciudad fantasma, porque nadie va a querer invertir".
Sacar fuerzas
Sofía Núñez trabaja en la sucursal de la Librería Paola de calle Condell. A su juicio, la incertidumbre reina por estos días entre sus compañeras de labores, puesto que "no sabemos si vamos a estar vivas o muertas, no se sabe, pero tenemos que trabajar, porque sin trabajo no tenemos plata para llevar a nuestros hogares y tenemos que sacar fuerza de donde no la tenemos".
Respecto de las ventas durante estos días, la vendedora comentó que han sido lentas, lo que impacta en sus salarios. "Hemos estado trabajando lo poco y nada que se puede, porque lo máximo que podemos es hasta las 3 o 4 de la tarde, más no se puede, porque empieza la trifulca y tenemos que cerrar con miedo", planteó Núñez.
"No podemos seguir así"
Humberto Pérez es dueño de un café cercano a la plaza Aníbal Pinto. Si bien su local no fue objeto de actos vandálicos, la poca gente que circula por Condell durante estos días, es un factor determinante en la caída de las ventas del local.
"Nosotros estamos vendiendo el 10% de lo que se vendía en un día normal, principalmente en la hora de almuerzo. Eso ni siquiera nos alcanza para pagar la luz, pero también hay sueldos que pagar", aseguró el comerciante.
Respecto del cierre o traslado del local debido a la situación del eje Condell-Bellavista, Pérez opinó que "si no hacen nada, lamentablemente hay que cerrar definitivamente, porque no podemos seguir viviendo en esta forma. ¿Por qué? No generamos dinero ni siquiera para pagar los sueldos del personal, y qué puedo hacer. Me atan de manos".
" Le expliqué al alcalde que con mi familia queremos buscar algo en Viña del Mar, porque vemos que Valparaíso, aparte de que ya venía malo con los vendedores ambulantes, no creo que vaya a levantarse muy rápido"
Hugo Navarro, Dueño paquetería "Claudia"